La botadura culminó un complicado proceso de 16 meses en el astillero Fibramar, que tuvo que hacer frente a la escasez y el encarecimiento de los materiales, entre otros condicionantes
Las secciones sindicales de CCOO y CSI darán de plazo a la empresa hasta la primera semana de mayo y, de no producirse avances, reiniciarán las protestas