«[...] el sustituto de Beckham ya ha aprendido a cautivar a las mujeres británicas: es una mezcla entre Elvis Presley y Ricky Martin». Así describía el corresponsal de La Voz en Inglaterra los primeros pasos de Cristiano Ronaldo, que tenía 18 años recién cumplidos, como estrella emergente del «star-system» futbolístico. Y mientras «Becks Marc II» -como había bautizado al luso la prensa inglesa- estrenaba la camiseta del Manchester, el juvenil Lionel Messi hacía lo propio con la del primer equipo del Barça... en Portugal. Comenzaban a cruzarse los caminos de los dos grandes cracs del fútbol en las dos últimas décadas.
jesús flores