Eso sí, el premio quedó bien celebrado en el establecimiento por el personal: «É o máis grande que demos nestes catro anos que levamos aquí», dice la responsable, Vanesa Sotelo
En un verano con incremento notable de turistas, las administraciones se llenan de visitantes en busca de un boleto para llevar un agradable recuerdo de su estancia
El boleto fue sellado el Jueves Santo en un establecimiento llamado A tenda da Aldea y su dueño se enteró por el periódico de que había repartido suerte: «Pasou moita xente ese día, oxalá o premio quedara no pobo»
La primera apuesta, una BonoLoto, se formalizó en el despacho receptor de la calle Prado y la segunda, una Primitiva, en la administración del centro comercial El Atrio