La ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias ha despertado un gran interés social y mediático
18 oct 2019 . Actualizado a las 21:55 h.Leonor de Borbón se ha convertido en la auténtica protagonista de la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias 2019, que se ha celebrado en su escenario tradicional: el teatro Campoamor. La heredera ha pronunciado su primer discurso oficial, en el mismo foro en el que lo hizo su padre Felipe VI y a la misma edad. Su intervención ha sido emotiva. Se ha mostrado dulce, reposada y con voz firme. Su padre, por su parte, ha evitado referirse a Cataluña y se ha limitado a ceder el testigo a su hija. Esta puesta de largo ha despertado gran interés mediático y social.
El discurso de Felipe VI en la ceremonia de premios en el teatro Campoamor ha sido el más personal de las últimas ediciones. El año pasado, el rey hacía referencia a múltiples asuntos de la actualidad nacional e internacional. Sin embargo, en esta ocasión, el monarca centró buena parte de su intervención en su hija y en el testigo que le estaba cediendo. Aunque muchos esperaban una referencia expresa a Cataluña y a la situación generada a raíz de la sentencia del procés, Felipe VI pasó de largo. No lo abordó de manera directa ni indirecta.
El hotel de la Reconquista acoge en estos momentos un cóctel para 1.500 invitados, al que acuden los premiados, los invitados al teatro Campoamor y también una amplia representación de la sociedad asturiana.
El himno de Asturias interpretado por la banda de gaitas Ciudad de Oviedo ha dado por terminada la ceremonia del teatro Campoamor, en el que la princesa Leonor ha leído su primer discurso oficial. La heredera se ha mostrado dulce y sonriente durante todo el acto. Ha escuchado atenta las palabras de su padre, que ya ha convocado la edición del 2020.
El rey transmite a sus hijas y a su generación un mensaje de confianza. Cree que es algo necesario. El ejemplo de los galardonados es la mejor garantía de su futuro.
«Tenemos la obligación de dejarles un mundo mejor», ha dicho Felipe VI durante el discurso. Se ha dirigido directamente a su hija, la heredera. Le ha pedido que piense e interiorice lo que significan los premios. Ha explicado que la joven princesa de Asturias tenía ganas de participar en la ceremonia y ese momento ha llegado. Se le ha quebrado la voz al referirse a lo orgulloso que está de ella y al recordar lo que sintió hace 38 años cuando estuvo en el lugar que ahora ocupa Leonor de Borbón.
El monarca reconoce la labor de la Fundación Princesa de Asturias y a su «noble causa». Ha realizado un repaso por los logros de todos y cada uno de los premiados en esta edición 2019.
La princesa de Asturias ha agradecido a toda las personas que le han acompañado. Ha reconocido que es un momento inolvidable. «Es un día que llevaré siempre en lo más profundo de mi corazón», ha señalado emulando el discurso de su padre en el año 1981. Al terminar sus palabras, ha besado y abrazado a sus padres, los monarcas, y a su hermana la infanta Sofía. El público, en pie, la ha arropado con un prolongado aplauso.
«Hoy es un día muy importante en mi vida», ha comenzado, con voz dulce pero contundente. «Mis padres siempre nos han hablado de Asturias. Nos han enseñado a querer y admirar a los asturianos», ha señalado. «Asturias es la tierra de mi madre y llevo sangre asturiana», ha señalado y, en ese momento, el teatro ha roto en aplausos. La reina Sofía emocionada no ha parado de sonreír y aplaudir. Paloma Rocasolano, la abuela materna, emocionada, ha llorado.
Solana se ha dirigido directamente a la princesa de Asturias y a su hermana la infanta Sofía. Les ha contando que el museo está lleno de valores y de belleza, «que da sentido a la vida». «Estoy seguro de que tendréis en el museo un amigo bueno y leal, una referencia permanente. Nunca os va a defraudar. Os reconfortará a todos los hombres y mujeres de su generación», ha añadido.
El presidente de Real Patronato del Museo del Prado, Javier Solana, lo ha reivindicado como patrimonio de todos los españoles y también como fuente de inspiración y de superación. Lo ha defendido como un centro de la cultura universal. Cree que los españoles lo hacen suyo y asumen la necesidad de mejorarlo y enriquecerlo. «Es parte del alma de cada uno de nosotros», ha asegurado Solana.
Salman Khan ha presentado los progresos de la academia que lleva más de una década de trabajando. Su misión es llegar a todo el mundo, de una niña de Bombay a un niño de Oviedo o uno de Nueva York que lo necesite. Ha contado la historia de Sultana, una estudiante de Afganistán de 12 años a la que prohibieron ir a la escuela. Se quedó en casa pero su cuñado le regaló un ordenador con conexión a internet. Esa fue su puerta al mundo, con la que desarrolló por sí sola su curiosidad. A los 17 años descubrió que quería se física en Estados Unidos. Su constancia, su lucha y las carambolas de la vida han permitido que hoy esté investigando en informática cuántica. «Cuántas Sultanas más puede haber en el mundo», ha lamentado. A todas ellas quiere llegar, a la educación universal, con un modelo cercano y accesible.
Leonor de Borbón, de pie junto a su padre Felipe VI, ha entregado el galardón a Peter Brook. La princesa de Asturias acaba de estrenarse en la ceremonia. A continuación, han ido pasando el resto de galardonados. A todos los ha saludado bajo la atenta mirada de su padre. Todo el mundo espera su discurso, que tendrá lugar tras la entrega y antes del que pronunciará su padre.
La bióloga argentina Sandra Myrna Díaz ha sido la siguiente en tomar la palabra. Ha dedicado sus palabras a su colega en los galardones, Joanne chory y a todas las personas que estudian y aman la naturaleza, «el tapiz de la vida sobre la tierra». «Todos los seres vivos estamos hechos de los mismos átomos que se vienen tejiendo desde hace millones de años», ha explicado. Se ha referido al hombre de Altamira a Goya, a las hormigas de García Loca o las cebollas de Miguel Hernández. «El alquimista supremo son las plantas», ha recordado, ya que transforman moléculas inanimadas en vida para el planeta y en historia para los seres humanos. La aspiración de consumir siempre más avasalla el derecho universal a gozar de una relación con ese tapiz de la vida y ha llamado a cuidarlo.
La escritora norteamericana Siri Hustvedt, premios de las Letras 2019, ha recordado sobre el escenario su niñez y su nacimiento al feminismo. En un discurso intimista, ha defendido el poder de los libros y de los ideas como mecanismos de cambio, como método de salvación. Ha explicado que lleva medio siglo leyendo a buen ritmo y su cabeza está llena de voces que no se ponen de acuerdo entre sí. «Cuanto más sé, más me pregunto por qué. Cómo sabemos lo que sabemos», ha reconocido y ha llamado a recelar de los prejuicios. Ha dedicado su premio a la princesa de Asturias, que se lo va a entregar, y a todas las niñas que piensan.
Luis Fernández-Vega ha destacado la trayectoria de los galardonados en esta edición 2019. Ha dedicado unas cariñosas palabras a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. Sus palabras han sido interrumpidas en ese momento por un sonoro aplauso. Le ha recordado que es un momento histórico y que sigue los pasos de su padre. Ha hablado de los lazos sentimentales de la familia real con el Principado. «Representáis el futuro y la modernidad de la monarquía», he señalado. «En el Principado vais a encontrar a mujeres y hombres dispuestos a acompañaros», ha añadido.
Un abarrotado teatro Campoamor ha recibido con una sonora y prolongada ovación a la familia real. La princesa de Asturias sentada a la derecha de su padre Felipe VI ha escuchado cómo se declaraba abierta la ceremonia. A continuación, los premiados han subido al escenario.
Los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz, sus hijas, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, y la infanta Sofía, y la reina Sofía han sido recibidos en el Campoamor por el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y por el presidente de la Fundación, Luis Fernández-Vega. Ya se encuentran en el interior del teatro y han saludado a las autoridades. Comienza la ceremonia.
Todos los invitados y los galardonados han llegado ya al teatro Campoamor. Solo falta la familia real. Quedan apenas unos minutos para que Leonor de Borbón realice su primera intervención pública.
Menchu Álvarez, abuela de la reina Letizia, y su hermana Telma Ortiz ya se encuentran en el interior del Campoamor para asistir a la ceremonia. Telma Ortiz ha acudido con su novio, el abogado Robert Gavin Bonnar
El director inglés ha sido el primer premiado en salir del hotel en dirección a la ceremonia. El público le ha ovacionado.
A las 18:07 comenzarán a salir del hotel de La Reconquista, en dirección al Campoamor, los premiados. Lo harán en coche. El resto de invitados han salido a pie y han caminado por el centro de Oviedo.
La manifestación republicana en la plaza de La Escandalera, justo delante del teatro, reúne a varios centenares de personas. Las pancartas y sus gritos se elevan por encima de la música de las gaitas.
La fila de invitados para acceder a la ceremonia del Campoamor se prolonga a lo largo de la calle Argüelles y gira hasta la calle Uría. La banda de gaitas Ciudad de Oviedo ameniza el paseillo. La familia real será la última en llegar, tal y como marca al protocolo.
La agenda de la familia real comenzó en la plaza de la Catedral, el jueves a las cinco de la tarde. Leonor de Borbón saludó al público en su primera visita a Oviedo
La banda de gaitas Ciudad de Oviedo ya ha llegado a las inmediaciones del Campoamor. El tráfico rodado en el entorno al teatro está cortado y el público comienza a arremolinarse en torno a las vallas colocadas a lo largo de las calles Urías y Argüelles