La regla del cachopo en un restaurante de Cudillero: ¿Por qué pedir un entrante es obligatorio?

Ana Méndez REDACCIÓN

VIRAL

Carta Casa Julio en Cudillero
Carta Casa Julio en Cudillero

El propietario de Casa Julio explica que la medida asegura la rentabilidad del negocio sin aumentar los precios

28 ene 2025 . Actualizado a las 19:09 h.

En Casa Julio, uno de los restaurantes más conocidos de Cudillero, hay instaurada una norma que ha sorprendido a muchos: solo se puede pedir un cachopo si se pide también un entrante. La razón de esta medida, según su propietario, Pablo Martín, es garantizar la rentabilidad del negocio sin subir los precios.

Según él, la razón es simple: el cachopo es un plato grande y, si se pide solo ese, no cubre los costes de preparación. «No es viable al precio al que está el aceite. Tú fríes cuatro cachopos con tres litros de aceite, y nosotros freímos con aceite de oliva, por lo que son pérdidas. Muchos restaurantes lo han quitado, o bien pones un cachopo pequeño o no es rentable», añade.

En cuanto a la rentabilidad del negocio, Pablo recalca que este año subieron dos euros el cachopo, pero no tienen intención de subirlo más. «No nos podemos permitir el lujo de perder dinero. Una mesa con cuatro personas que salga a 5,5 euros por comensal no nos sale viable, y lo que no queremos es subirlo más. Queremos seguir manteniendo los precios y dar la misma calidad», explica. «No veo bien subir el precio solo por una serie de comensales que no quieren pedir entrante», añade. Aun así, aclara que esta norma solo se aplica a partir de dos personas, un solo comensal puede pedir un cachopo sin necesidad de acompañarlo de un entrante.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Otro aspecto que influye en la rentabilidad del restaurante son las terrazas en Cudillero, que tienen un coste elevado. «Si se sientan cuatro en una mesa, ahora, como estamos obligados a dar el agua, te piden una jarra de agua y un cachopo, y estamos perdiendo dinero. Nos cobran mucho por ello y no podemos permitirnos el lujo, al final te están ocupando un sitio mucho tiempo y con rentabilidad cero», indica Martín.

También destaca que, en su mayoría, el problema se presenta con los turistas, especialmente con los que vienen de grandes ciudades como Madrid. «La gente que viene de otras capitales piensan que en Asturias, como hace años se comía por dos pesetas, que eran unas raciones inmensas. Esas mismas personas que son las que se quejan de que no quieren pedir un entrante, son las que cuando les pones un cachopo de 1,6 kg, que es lo que pesa nuestro cachopo, dicen que piensan que era mucho más grande. Y el cachopo mide 50 cm", comenta. Y, aunque intentan ser comprensivos con los clientes y entender sus necesidades, también deben garantizar la viabilidad de su negocio.