El delantero del Vissel Kobe desvela en un vídeo los compañeros de habitación con los que convivió a lo largo de su carrera
19 feb 2019 . Actualizado a las 17:15 h.David Villa volvió a Japón tras su pretemporada en Los Ángeles, donde regresó al país donde militó en cuatro temporadas en el New York City, club en el que se convirtió en un ídolo de la afición neoyorkina. El delantero regresa al país nipón para encarar el comienzo de la liga japonesa, que empieza el próximo 22 de febrero. Ese día, el goleador debutará en una competición para la que se ha preparado a conciencia en las concentraciones del Vissel Kobe en Estados Unidos. Unas concentraciones en las que el asturiano ha convivido con numerosos compañeros, y en las que, incluso, ayudó a promover iniciativas entre los jugadores que acabarían calando, incluso, en la selección española. En el combinado nacional Villa fue uno de los partícipes de la creación de la «zona de los croissants», un curioso espacio que el exjugador del Real Sporting explicó en un vídeo, en el que también desveló los compañeros de habitación con los que convivió a lo largo de su carrera.
El futbolista señaló la importancia de contar con un acompañante en los ratos libres ya que, considera, la soledad se hace muy difícil cuando uno está lejos de la familia. Leer, consultar correos electrónicos, echar la siesta... Son algunas de las formas que el asturiano emplea para pasar el rato en los momentos en que se encuentra solo en la habitación. Un momento que, como señala el deportista, «es el menos agradable de la temporada, pero a la vez, siendo el más sufrido es el que más te ayuda luego para la temporada». Para los jugadores que tienen familia, Villa considera que es una buena forma de desconectar y tener tiempo para uno mismo.
La monotonía acaba por fastidiar este espacio inicial de confort. El hecho de realizar los mismos pasatiempos una y otra vez acaba por aburrir y cansar al jugador, que pasa mucho tiempo en la habitación, que «llega a caer encima de uno», como señala el exdelantero del FC Barcelona. Por ello, la figura del compañero de habitación es clave para evitar la temida soledad en estos espacios de tiempo libre. El goleador revela los compañeros de habitación con los que convivió a lo largo de sus 18 temporadas en el fútbol de élite.
En sus primeros años en el Real Sporting de Gijón, el asturiano compartió habitación con el centrocampista ovetense Pablo Álvarez, que milita actualmente en el Unión Popular de Langreo. Tras finalizar su etapa en el club gijonés, Villa fichó por el Zaragoza, donde fue compañero de cuarto del conocido exjugador asturiano Juanele. En la disciplina maña, también compartió habitación con David Pirri y Javier Moreno. Patrick Kluivert y Joaquín fueron los futbolistas con los que el asturiano convivió en las concentraciones durante su etapa como jugador del Valencia. En el Atlético de Madrid, convivió con Aranzubia en las concentraciones, y en su cesión en el Melbourne City, el argentino Jonatan Germano fue su guía en esta aventura australiana. Un viejo conocido de sus inicios en el Real Sporting fue uno de sus compañeros de habitación en el New York City: el ovetense Pablo Álvarez.
Los tiempos libres en la habitación en el FC Barcelona, en el Vissel Kobe y en la selección española los pasó solo, aunque en el combinado nacional contaba con Pepe Reina en el cuarto junto a su habitación. Ambos deportistas llegaron a juntar sus habitaciones, y entre los dos, junto a Iker Casillas, crearon una tradición que pervive hasta hoy en las concentraciones de la selección española. La «zona de los croissants» fue un espacio en el que esta bollería, los cola caos y los juegos de cartas congregaban a diversos jugadores la noche anterior al partido. La habitación de Pepe Reina fue el lugar elegido para llevar a cabo estas sesiones de juego nocturnas, en las que se fueron uniendo otros integrantes de la selección como Llorente o Cazorla. Una forma de hacer piña que sigue vigente en hoy día en las concentraciones del combinado nacional.