Díaz Galán apuesta por Albés y analiza las soluciones del Sporting a su crisis: «Deben pensar las causas de pelear siempre la salvación. Una afición tan grande merece alegrías»
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Entrevista con La Voz de Asturias
03 abr 2025 . Actualizado a las 23:27 h.Ismael Díaz Galán, entrenador de fútbol asturiano con un relevante pasado en Mareo, donde dirigió al Sporting 'B' en su momento, pero también fue pionero en la creación de la sección femenina del club en 1995, la primera escuela femenina de un club de Primera, y de actividades que hoy en día siguen siendo relevantes en la entidad como el Campus de Mareo, atendió la llamada de La Voz de Asturias para repasar diferentes aspectos generales del Real Sporting, desde su política de cantera a la situación actual del primer equipo, pasando por los primeros años de la gestión de la nueva propiedad con Orlegi Sports al frente.
¿Ha faltado seguir una línea adecuada en la formación del Sporting estos años?
«Para mí al Sporting le sobra coyuntura y le falta estructura. Es decir, el Sporting lleva viviendo décadas del hoy, de qué pasa hoy, a quién quito hoy, a quién ficho hoy, y se han parado muy poco a pensar en qué quiere ser en cuanto modelo de juego y estructura de club. Todo esto que va y viene lo que supone es que se pierdan jugadores de la cantera por el camino, que se pierda dinero en fichajes. Si enfocas la cantera desde un punto de vista productivo, hay distintos modelos, las hay de formar en valores con características concretas, como el Athletic, otras escuelas mucho más metodológicas, como el Villarreal, que busca más un modelo de juego matizado por cada entrenador y otros como el Barça, donde el modelo de juego es innegociable. Yo cuando estuve con ellos invitado para conocer su método me decían, 'nosotros no enseñamos a jugar al fútbol, enseñamos a jugar nuestro fútbol'. Si tienes una idea de modelo de cantera tienes que hacer que la estructura de arriba crea en ello. No vale traer un entrenador cada año y que a lo mejor ni crea en los jóvenes, ni conozca Mareo, porque entonces siempre va a ser improductivo. Yo creo que el Sporting lleva sufriendo un desfase en eso bestial y, entre medias, perdiéndose generaciones de jugadores».
Se entiende por tanto que no ha ido por el camino correcto...
«Yo diría que no hay camino. Lo que veo desde afuera es que no hay camino. Porque si no, no se entiende».
¿Y crees que ha habido cambios respecto a la filosofía anterior de cantera, que la han 'profesionalizado' como invitaron a decir?
«Bueno, los hechos son muy pesados con los resultados. Yo conocí un Mareo en el que el División de Honor jugaba o ganaba campeonatos de España y salían jugadores para el primer equipo y competir en Europa. Y salían jugadores como Luis Enrique o Abelardo también de Tercera, no es una cuestión de categorías. ¿Cuál es la filosofía del Sporting? Yo no te la sabría decir. Si Orlegi dijo que iba a basarlo en la cantera, que me digan qué cosas se mejoraron. Me ofrecí a dar unas sesiones gratuitas sobre fundamentos del juego, ahí sigo esperando. Igual no soy yo quien deba dar la charla, pero no veo esa dinámica de querer priorizar la formación a el resultado que me cubra las espaldas. No lo veo. Y no lo veo desde hace años. En mi época tuve diferentes cargos en Mareo y trabajábamos todos en conjunto por analizar jugadores y ver qué se podía mejorar de cada uno de ellos. Eran la prioridad. Me da la impresión de que está por encima su modelo de la formación. Y eso es un error».
Uno de los cambios más discutidos a ojos de la afición ha sido la apuesta por jugadores extranjeros. ¿Qué opinión te suscita esa política? ¿Crees que hay falta de talento en el fútbol base asturiano?
«Yo creo que el fútbol asturiano hace años que no destaca a nivel nacional, y eso indica algo. Cuando hacen cruces de Playoff todos desean que les toquen un equipo asturiano, porque se ve mucho la diferencia entre los niveles de otras comunidades. Asturias tuvo épocas donde había un nivel altísimo de jugadores. Yo creo que estamos robotizando al jugador. Estamos haciendo que sean muy obedientes al entrenador de turno, pero muy poco dominadores de lo que es el jugador. Y eso marca la diferencia, porque tú estás pensando en hacer una estructura de equipo, no en formar a un jugador individualmente, con lo cual cuando esa estructura cambie el año próximo, todo lo que has montado se desmonta y viene y lo monta otro. Tampoco ayuda que estructuralmente la Tercera sea un cementerio de elefantes como hoy en día. A lo mejor habría que plantearse una Tercera mucho más competitiva, formativa y que fuese un espaldarazo para el chico joven que no entró en los grandes clubes de Asturias. Lo digo a nivel de sugerencia.
Obviamente, estamos en una sociedad de mercado donde el fútbol es un producto más y donde se quiere hacer negocio a base de sacar jugadores de la miseria, traerlos al primer mundo y que te den un dineral. Para eso hay que acertar mucho a quién seleccionas y que luego le des una buena formación también aquí. Yo si estoy en Mareo y cada año en el filial me vienen 7 jugadores del extranjero entonces les diré a los técnicos de Mareo que no están cumpliendo su labor. Su labor es formar jugadores desde abajo. Si al final de esa escalera en el filial encuentran un tapón es que no valéis lo que transmitís. Habrá que revisar la estructura porque a lo mejor el cáncer o virus entra por la falta de creencia en la cantera y por tanto en la metodología que debe utilizarse. No podemos exigirle a un entrenador que viene y que va a estar a lo mejor 3 meses o 4 en el primer equipo que sea el mayor defensor de un proyecto de futuro como es un proyecto de cantera. A él no se lo podemos exigir. Ahora, sí podemos valorar que el entrenador sea alguien que crea en la gente joven porque lo haya demostrado en otros clubes. Entonces en Mareo se va a hacer de oro. Si va todo en una misma línea es más fácil avanzar, pero si cada cosa va por su lado es mucho más complejo».

Precisamente sobre tu paso por Mareo, fuisteis pioneros en su día tanto en la fundacción de la sección femenina en el club como en la celebración de los Campus de Mareo. ¿Crees que no se les ha prestado la suficiente atención con el paso de los años?
«Cuando planteé todas estas iniciativas que eran novedosas había por un lado la creencia de que había que ser productivo en Mareo a nivel de jugadores y a nivel económico. El Campus lo planteo y la directiva de entonces lo ve como una generación de recursos, igual que las escuelas privadas por Asturias, cuando nadie pagaba una cuota en la época por jugar al fútbol y que pudiesen disfrutar de esas instalaciones. El femenino fue una congregación de esos momentos históricos que viví. ¿Por qué no iban a entrar niñas en esas escuelas? Y entraron niñas. Ahí fue cuando decidimos agruparlas y que pudiesen competir. Tuve la honra de entrenar al primer Sporting Femenino compatibilizándolo con otras cosas porque no había nadie que quisiera entrenar a niñas. Y no estamos hablando tan allá, eh, hablamos de hace 20 y pico años atrás.
Todas estas cosas se hicieron por esas coyunturas que vivimos que propiciaban estas locuras que se nos ocurrían. ¿Cuál es el problema? Que hay que creer en ello, porque si no crees en ello, toda esa ventaja que tienes la pierdes porque no defiendes en lo que fuiste pionero. A mí me da mucha pena que sea tan poco lo que se cree en ello, que en el propio museo, las pioneras, la foto que les he pasado mil veces, que es el primer Sporting Femenino en El Molinón, ellas no están. Creo que estas cosas dicen mucho de por qué las cosas no avanzan. Todo el mundo ahora tiene equipos de fútbol femenino. No, es que tú fuiste pionero. ¿Lo oyes en algún medio de comunicación a nivel nacional? Lo que ves es una campaña hecha con no sé con qué parte del cerebro, yo creo que muy oculta, en donde quieren resaltar el día de la mujer, pues con esa barbaridad de spot publicitario. Pues es que no se cree en ello. No hay otra explicación».
Entremos ahora en el primer equipo. ¿Cómo valoras el trabajo de Rubén Albés? ¿Qué consideración tienes de él como técnico?
«No tengo ninguna relación personal con él, pero sí con su entorno, de gente que ha trabajado con él en el Celta o de cuando estuvo con Benito (Floro), y un poco la base de todo lo que ha hecho para llegar hasta aquí, que me parece correcta y me parece un tipo que, además, comunica bien, me parece que integró muy bien en el equipo su figura y que hay una complicidad jugadores-entrenador bastante elevada y todos esos son factores positivos de un entrenador. ¿Que no gana el equipo? Bueno, a lo mejor hay que analizar más cosas como la plantilla o la falta de ciertos componentes que pudieran facilitar que el equipo ganase. Lo que sí digo es que una vez que haces ese análisis de que este es el entrenador, tienes que defenderlo a muerte. ¿Por qué? Porque lo otro es andar con cambios. Ahora estoy escuchando viejas glorias de nuevo, que vuelvan, que no sé qué, y siempre estamos en torno a buscar culpables y nunca analizar las causas. Yo creo que el Sporting un año debería pararse a pensar las causas de que lleve esta ruta tan nefasta de estar siempre en la pelea de no descender».
¿Y qué opinión te suscita por tanto que la directiva sea partidaria de mantenerlo en el cargo agarrándose a la valoración de su trabajo diario y no dejándose llevar tanto por los resultados?
«Bueno, es lo ideal. Todo entrenador quisiéramos que nos mantuviesen a pesar de los malos resultados momentáneos o temporales. Para mí, Rubén Albés es el mismo que hizo esa buena fase al inicio de la temporada».
Igualmente, los resultados también influyen en las decisiones que toma un entrenador. Ahora estamos viendo a Albés probar con diferentes sistemas, alterar su modelo de juego, también influido por las bajas, pero entiendo que la clasificación y la falta de victorias aprieta... volver a los orígenes...
«Supongo que estará explorando todos los caminos para revertir esta situación y volver a lo del principio de la temporada, pero bueno, la vida fluye, no puedes volver a momentos anteriores, estás en este y ahí decides. ¿Qué le pasa por la cabeza al entrenador? Pues supongo que lo que estás diciendo, buscar soluciones. Yo he vivido situaciones de esas y buscas todo, buscas una revolución, buscas ese incentivo. Escuchaba varias veces en los medios que el Sporting necesita un revulsivo y por eso hay que echar al entrenador. Bueno, o al director deportivo o al que arregla el campo, esos también son revulsivos pero, ¿Cuál es el correcto? ¿A estas alturas es correcto cambiar un entrenador? ¿Cuántas veces hemos visto que en los cinco últimos partidos equipos desahuciados cambian el entrenador y suben a mitad de la tabla? Sí, pero son casualidades, ¿Y qué vas a jugar todos los años a la casualidad? Yo pienso que las opciones los revulsivos los tiene que buscar el míster».
Precisamente en Mareo hace escasos días se dio ese revulsivo en el filial, dando el banquillo de nuevo a Samu Baños y en su primer partido hizo algo por el estilo, simplificando el plan de juego del equipo...
«A Samu lo hice debutar yo, él era un cadete que era capitán de Selección Española de su categoría y lo hice debutar en plena fase de ascenso a Segunda División con el Sporting B. Samu conoce la cantera y claro que será un buen revulsivo porque es un tipo que sabe de dónde tirar recursos, que vivió situaciones, pero ¿Esa filosofía va a cundir para toda la entidad o es a golpe de timón? Porque al que sustituye era la bomba como entrenador y lo trajeron porque no había un asturiano que conociera Mareo que pudiese igualarlo... Bueno, es otro bandazo, ¿no? Yo temo que ellos a nivel empresarial seguro que sus empresas se irían a la ruina como estuviesen viviendo de cambios tan drásticos de rumbo cada poco».

Ya que entramos en materia empresarial, ¿Qué valoración haces de la gestión de la nueva propiedad en estos 3 primeros años al frente? Había mucha expectación por el cambio de propiedad, pero poco a poco se ha ido tornando en una gran desilusión hasta el momento actual...
«Yo no creo en varitas mágicas y no creo en jeques. Fíjate en mi otro gran club, el Málaga, el desastre que produjo un jeque que vino con dinero y les hizo perder su esencia, fichando estrellazas para tener una temporada espléndida y luego la decadencia en la que entró. Ahora quien lo está arreglando es un juez, que ha puesto a un administrador que tiene un sentido común bastante amplio para poner a los técnicos adecuados al frente a tirar de la cantera en una línea marcada. Yo lo que le pediría al Sporting es una línea, no un jeque o un millonario. En el fútbol con el patrimonio con el que juegas siempre es el sentimiento. Y qué curioso, el Sporting en épocas tan erráticas como esta es cuando hay un sentimiento más a flor de piel por tirar del club y hay una afición más bestialmente volcada. En las épocas de mejores resultados se oían pitadas en El Molinón a jugadores históricos del Sporting jugando UEFA. Esta es la idiosincrasia de esta afición, que parece que adora el momento crudo, el tirar del equipo ellos porque no hay salvadores y tenemos la lástima de que en el fútbol no ganan las aficiones, podrán ganar un concurso a la mejor afición, pero eso no gana partidos. Es una pena que a una afición tan grande no le des las alegrías necesarias. Mira la Real Sociedad, cómo cae contra el Madrid, lo hace desde una filosofía y una identidad que manteniene con los años, con gente que conoce la entidad y que lucha por ella. El problema no es perder, es cómo pierdes, porque cuando lo haces buscando algo sabes que puedes perder una vez, pero en esa derrota está la generación de la siguiente victoria. Ahora, cuando no sabes a dónde vas y no sabes el camino que tienes que tomar, la sensación de impotencia que genera un jugador o una afición es muy grande porque no ven una identidad, sólo ven que el equipo cae, cae y cae. Por eso me parecen tan importantes las ideas».
No diriges ningún equipo desde 2018, pero tu vida sigue estrechamente ligada al fútbol, de hecho, tuvimos que buscar un hueco en la agenda entre tus diversas asesorías a futbolistas. ¿Cómo es ahora tu nuevo rol?
«Antes trabajaba con Juan Mata, en JM10Sport, como técnico analista y me tocaba analizar a los jugadores de la empresa, posteriormente a esta empresa la absorbió otra multinacional, CAA, y desarrollo ahora estas funciones allí. Lo que hago son sesiones semanales en las que elaboro un montaje de secuencias después de haberles transmitido los fundamentos del juego para aquellos que quieran mejorar la toma de decisiones. Tratamos de crear en la mente del jugador un cambio de hábitos de juego que él, trabajándolos en los entrenamientos, pues le hacen cambiar su prisma y su toma de decisiones. Como entrenador uno lo que siempre quiso es intentar mejorar al jugador, y eso es a lo que me he dedicado en los banquillos, con lo cual ahora hacerlo desde casa y de esta forma, individualizada, y que no recaiga sobre ti nunca la derrota, pues siempre gano, todos los fines de semana uno de los 28 que asesoro gana, pues es fenomenal, estoy muy contento (risas)».
Una posición diferente a la del entrenador, más cómoda, pero que realmente no dejas de serlo..
«Sí, como entrenador lo que te falta es la metodología de transmitir eso que estás intentando cambiar en el jugador, pero bueno, también le marco pautas para que en los entrenos para que él por sí mismo lo mejore. Sobre todo se asemeja en la parte fundamental de mi trabajo como entrenador de campo, que es hacer ver al jugador en qué consiste decidir bien o mal por encima de los estilos de juego de cada uno»
Ya ha salido en la entrevista la referencia a los fundamentos del juego, una cuestión sobre la que versa tu último libro, 'Los cimientos del fútbol; fundamentos del juego'. ¿Cómo enfocaste esta temática?
«En el título ya quería dejar un poco claro de qué va. Quiere decir que no puedes transmitir como entrenador, o no puedes jugar como jugador, o no puedes analizar vosotros, los periodistas, sin conocer de qué va esto del fútbol. Porque esto no va de ideas, no va de si algo me gusta o no me gusta, el fundamento del juego es lo que explica jugar al fútbol. Por eso, cuando los entiendes te das cuenta que existe un jugar bien y un jugar mal. No es una cuestión de gusto, es una cuestión objetiva.
Los fundamentos del juego, lo que te explican es que, tanto en ataque como en defensa, hay situaciones en todos los partidos que se van a repetir, que cada zona determinada tiene unos objetivos y que vas a vivir un momento del partido que tiene unos objetivos. Eso lo que te abre es un GPS en la cabeza, de toma de decisiones, donde inconscientemente, los jugadores decidan. Porque eso de que en el fútbol los jugadores deben pensar es un error. Si lo haces estás muerto por la velocidad a la que deben tomar decisiones. Esos son los automatismos que gana la mente al convencerla de qué va al juego y que tú, a través de los entrenamientos, lo hagas tan reliterado que lo hagas luego inconscientemente. Es como andar en coche, al principio piensas en las marchas, en meter embrague, y luego todo te sale automático. Eso busca el entrenador, a nivel colectivo e individual».
Al final siempre se dice aquello de que el fútbol es un juego de errores, porque el error forma parte del deporte y de la naturaleza humana, siempre estará ahí, pero es cierto que muchas veces se percibe ese error de concepto fundamental incluso en la élite
«Creo que el fútbol es tan complejo que puede hacer que jugadores de élite, yo trabajo con algunos de ellos, les tengas que estar corrigiendo conceptos básicos, que son los que llaman fundamentos. Lo que ocurre es que esa complejidad del juego hace que si dentro de tus errores conceptuales tienes virtudes en la toma de decisiones de aspectos que tú dominas, incluso muchos de ellos inconscientemente, porque a la mayoría nadie les habló de fundamentos del juego sino que los adquirieron por ensayo y error en sus prácticas, entonces puedes llegar a ser un jugador de élite, sí, pero si además dominas los fundamentos del juego, serás un jugador diferencial, que es a lo que me dedico a hacer. Que tu toma de decisiones marque diferencia en el transcurso de un partido».

¿Y dónde crees que esa cadena formativa se rompe? ¿Faltan esos conceptos porque no se enseñan bien de base?
«Si esto sucede es porque no se enseña a jugar. Se enseña un modelo de juego que tiene un entrenador particular que te entrena en una línea concreta y que te va a cambiar de alevines cuando pases a infantiles, y que te cambia cuando pasas a cadetes. Ahora estoy ofreciéndome gratuitamente a dar sesiones sobre fundamentos a los clubes de fútbol base. ¿Qué respuestas encuentras? Pues que no es prioritario, porque prioritario es ganar al Veriña el sábado... Entonces, cuando empiezan las casas por los tejados, en vez de por los cimientos del juego, pues te pasa esto, que llegas a ser un profesional de élite, pero en realidad tienes unas carencias también muy masivas».