Vídeo: Así juega Dotor, un medio con gol que quiere volver a brillar en el Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Carlos Dotor
Carlos Dotor Real Sporting de Gijón

Texto de análisis

29 ene 2025 . Actualizado a las 23:16 h.

La lesión de larga duración de Jesús Bernal generó la necesidad en la plantilla del Real Sporting de Gijón de incorporar un elemento más en la medular rojiblanca. Circunstancia que la dirección deportiva ‘aprovechó’ para firmar a un perfil un tanto diferente al maño. Carlos Dotor (marzo, 2001) fue el elegido para dotar a Rubén Albés de un futbolista más aprovechable en un sentido ofensivo en comparación y al que el cuerpo técnico se ha marcado el reto de recuperar para la causa tras una temporada y media sin conseguir la continuidad y el nivel mostrado en su etapa anterior como capitán en el Real Madrid Castilla.

Vídeo de Dotor:

Así juega Carlos Dotor

Tal y como él mismo se definió, Dotor es un centrocampista que puede brillar más en una propuesta de juego vertical y ofensiva, con libertad de movimientos para incorporarse y hacer de ‘box to box’, esa figura tan extendida en el fútbol inglés. De ahí que en cuanto a posición lo que más parece encajar con él es un rol de interior en un centro del campo de tres hombres, el clásico ‘8’. Un punto intermedio entre un pivote y un mediapunta, aunque con aptitudes que le acercan más a lo segundo que a lo primero.

Atendiendo a lo futbolístico, esta cuestión táctica le pudo pasar factura tanto en el Celta de Vigo como en el Real Oviedo, clubes en los que ha estado la última temporada y media. En ambas propuestas de juego, Dotor formaba parte de un doble pivote que le limitaba en movimientos y lo encorsetaba, anclándolo más a la base de la jugada. La propuesta de Raúl González Blanco, su avalista en el Castilla, era mucho más vertiginosa, y por ahí pasa la receta táctica con la que Albés quiere sacar de nuevo todo el jugo a su nuevo futbolista. El vigués, de hecho, ya recalcó que en un sistema como el del Sporting, con la posibilidad de formar con 3 en la medular con balón, Dotor tiene más posibilidades de desplegar su fútbol y virtudes ofensivas. Ver veremos.

En ese sentido, el madrileño tiene una mayor incidencia en el juego en campo rival que en la base de la jugada, o al menos saca a relucir un repertorio más amplio de virtudes. Técnicamente es un futbolista al que le gusta conducir el balón, algo que en zonas vulnerables ante la pérdida le expone a situaciones de mucho riesgo. Por otro lado, si bien suele perfilarse adecuadamente para lo que demanda la jugada, en ocasiones el primer control se le queda muy encima, lo que dificulta y ralentiza algunas situaciones en una toma de decisión que en esas circunstancias exigen de mayor celeridad. Aun así, tiene capacidad para hacer muchas veces de menos esos defectos siendo generalmente resolutivo en el pase.

Tiene un gran rango de pase para buscar envíos largos, especialmente acertado cuando traza el pase diagonal hacia el extremo o el cambio de orientación. Con cierta frecuencia peca, por contra, de buscar un envío más directo y vertical a la espalda de la zaga, el cual es habitualmente más sencillo de defender y requiere de una total precisión para alcanzar a tener un éxito razonable. En el pase corto, sin embargo, sus virtudes son las que le acercan más a una de sus zonas predilectas; el balcón del área rival. Es un futbolista que gusta de tirar paredes con sus compañeros como recurso, con capacidad para jugar rápido a un toque -a diferencia de lo comentado en la base de la jugada- y que tiene gran visión y precisión para filtrar pases al desmarque de ruptura del compañero.

Unos movimientos que, sin balón, también le caracterizan. Desde ese rol más ofensivo por detrás de los puntas, Dotor muestra una gran interpretación para trazar desmarques de ruptura, atacando especialmente el intervalo entre centrales para buscar su espalda hacia el área, midiendo bien los tiempos para llegar desde atrás. Algo que le acerca a situaciones de finalización. Un punto que complementa también unos metros por detrás, pudiendo acabar jugadas llegando desde segunda línea o aprovechando un rechace o balón suelto que caiga por su zona. Es igualmente llamativo, e interesante, su anticipación en el juego aéreo. Albés lo mencionó al hablar de él en rueda de prensa, y lo cierto es que en el Castilla tiene varios tantos de cabeza precisamente por saber anticiparse bien a su par y medir adecuadamente esas situaciones de centro lateral. Algo que a priori no casa del todo con su figura, pues mide 1,80 metros y apenas ronda los 70 kilos de peso. No cumple con el perfil prototípico de un ganador de duelos aéreos, pero en ataque lo logra.

Ya que hablamos de duelos, en su faceta sin balón se aprecian luces y sombras. No es un jugador especialmente físico a la hora de imponerse en las disputas, aunque sí pone voluntad cuando tiene pugnar por un balón. Sin embargo, en cuanto a activación es otra cosa. Es un futbolista que defiende bien hacia adelante, leyendo cuándo saltar sobre el pase atrás de un rival, o defendiendo por lectura táctica, destacando a nivel de intercepciones por interpretar dónde cortar el siguiente pase del rival. Sin embargo, le falta un punto de activación, especialmente tras la pérdida, así como en ocasiones en fase de repliegue. Una intensidad innegociable en la categoría y también para Albés, que deberá exigirle un plus en esa faceta.