Objetivos de mercado
16 sep 2024 . Actualizado a las 23:12 h.Superado el tercer mercado de fichajes estival desde la llegada del Grupo Orlegi a la mayoría accionarial del Real Sporting de Gijón, el cambio de enfoque en los objetivos ha quedado remarcado tras el cambio de tendencia del curso pasado. La prioridad del área de gestión deportiva rojiblanca volvió a centrarse en el mercado nacional, o al menos en cuanto a experiencia de los futbolistas, para así evaluar rendimientos ya conocidos en nuestro fútbol y a su vez reducir al mínimo el tiempo de adaptación necesario de las nuevas incorporaciones.
Así, sólo Jordy Caicedo, en un movimiento estratégico para el Grupo, llegó este verano procedente del mercado extranjero sin haber sido probado en la Segunda División española. Otros casos, como los de Juan Otero, Jonathan Dubasin o César Gelabert también aterrizaron en Gijón con procedencia foránea, pero en su caso ya habían ofrecido rendimiento reciente en la categoría de plata. En el caso del colombiano, además, en el propio Sporting.
Sin embargo, todos los futbolistas incorporados llegaron de primeras categorías (7 de los 9) o de la propia Segunda División (Jesús Bernal y Lander Olaetxea). Desde la llegada de Orlegi el club no ha realizado a día de hoy ninguna incorporación procedente de Primera RFEF -la antigua Segunda División 'B'-; un mercado que suele ser caladero para muchos clubes de la categoría de plata. Un foco que cada vez reúne más atención y recursos por parte de la dirección deportiva rojiblanca debido al potencial de muchos futbolistas que destacan en ella, y no sólo en filiales, y que terminan compitiendo con regularidad en Segunda o incluso dando el salto a Primera.
A pesar de ser un mercado siempre interesante, en el Sporting no resulte habitual que pase de ahí. De hecho, toca remontarse hasta 2009 para encontrar el último fichaje rojiblanco hecho en el tercer escalón de nuestro fútbol. Fue la cesión de Alberto Botía, procedente del Barça Atlètic, que por aquel entonces militaba en Segunda 'B'. Al año siguiente el central llegó en propiedad en el momento en que su equipo consiguió el ascenso a Segunda División, estando el Sporting en Primera. En tiempos recientes encontramos asteriscos ya con Orlegi en la propiedad, como son los casos de Gio Zarfino, Rubén Yáñez, Pol Valentín o Alexandru Pascanu, que llegaron procedentes de clubes en Primera RFEF, aunque todos venían de jugar en Segunda División, sin lograr impedir el descenso de categoría.
Mismamente este verano el club se interesó en el fichaje de Pelayo Fernández, futbolista asturiano con vinculación rojiblanca de parte de padre (Sergio Fernández, ex futbolista del Sporting y formado en Mareo) y perteneciente a la disciplina del segundo equipo del FC Barcelona, que finalmente terminó firmando con la carta de libertad por el Rayo Vallecano en Primera División.
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A pesar de ese creciente interés, existen ciertas reservas a la hora de acudir a este mercado. Por un lado está la exigencia que marca el propio Sporting. El salto desde un club de Primera RFEF a jugar como local en El Molinón - Enrique Castro 'Quini' no es fácil de medir, siendo una adaptación muy particular de cada futbolista. Además, la falta de experiencia en la propia categoría también puede resultar un hándicap relevante, siendo mucho más 'amable' la adaptación con un paso intermedio en un club trampolín en este sentido, como habitualmente es un CD Mirandés que apuesta mucho por esta fórmula de jóvenes talentos de la categoría de bronce y presenta un escenario más proclive a ello.
Por otro lado también se encuentra el aspecto económico. Si bien son futbolistas en su gran mayoría asumibles en cuestión de salarios, si vienen de destacar sobre el resto no suelen protagonizar traspasos pequeños, teniendo que atender a otras fórmulas como cesiones con opción de compra o esperar que finalice su contrato en su actual club.