El club asturiano estudia la situación
12 sep 2024 . Actualizado a las 23:31 h.Después de que la polémica por las localidades visitantes que el Real Sporting ofrecerá a lo largo de la presente temporada acrecentase por la disputa del derbi asturiano y el rechazo del Real Oviedo y su afición a aceptar las entradas ofrecidas por el club rojiblanco, en Mareo ya estudian las diferentes posibilidades a futuro de cara a ampliar dicho sector visitante de El Molinón. Este verano, LaLiga creó un nuevo departamento que se encarga de analizar y estudiar el riguroso cumplimiento de la normativa que establece la patronal, sujeta a su vez a un decreto ley que regula los protocolos a seguir tanto para delimitar dichas zonas visitantes como para vender entradas o establecer controles de acceso, entre otras cuestiones.
El Sporting, sujeto a esa normativa, sólo puede ofrecer las famosas 570 entradas en la esquina de la grada norte más próxima a la este -cuenta con 590 localidades pero 20 no se ponen a la venta al ser de nula o baja visibilidad-. Para poder ampliar dicha zona, como se hacía antaño permitiendo el acceso de aficionados visitantes en la tribuna norte, justo la zona ubicada por encima de la «pecera» actual, El Molinón debe estar adecuado con diferentes aspectos que actualmente no cumple: por un lado, una puerta de acceso exclusiva para dicha zona, para que no puedan mezclarse con la afición local, por otro lado debe tener servicios propios de aseo y de hostelería para esa zona, cosa que tras la ampliación del fondo norte tampoco se habilitó, y por último estar debidamente separada del resto de zonas del estadio. Esto último debe hacerse a través de una mampara que debe cumplir una serie de requisitos de alta seguridad, como por ejemplo estar conectada con la UCO para su control remoto en cuestión de seguridad si es necesario activar algún protocolo. Una obra que además debe tener sus pertinentes licencias.
Todo esto va a su vez aparejado con una normativa propia del Sporting en cuestión de seguridad que cada año debe revisar y pasar por la inspección de LaLiga y los diferentes agentes involucrados en materia de seguridad. Un proceso por el que el club pasó este mismo verano y que, en caso de realizar obras como estas que alteren dichos protocolos, debería volver a reanudar todo el proceso, desarrollando un nuevo protocolo de seguridad y teniendo que filtrarlo nuevamente con la patronal y los diferentes agentes. Este supuso un punto negativo para plantearse las obras este verano, pero no se descarta acometerlas de cara a la próxima temporada.
El club se encuentra valorando los pros y contras de realizar dicha reforma. A favor está el hecho de evitar episodios como el que sucedió en el último derbi, con una imagen pública que a todas luces deteriora el producto que supone dicho partido, de gran proyección nacional e internacional. Por otro lado, el punto más relevante se encuentra en el perjuicio generado a la afición sportinguista cuando le toca ser visitante, siendo de gran tradición viajera. Por reciprocidad, muchos clubes enviarán, como ha hecho el Racing, el mismo número de entradas que el Sporting les va a facilitar, lo que limita sus opciones de desplazamiento en cierto punto -pues hay otros canales de venta-.
Sin embargo, en esto también se encuentra un contraargumento. Cada club es el que decide si envía más o menos entradas al club visitante. Mismamente, este mismo el Zaragoza no va a enviar entradas debido a las obras que tienen en su estadio, mientras que el Deportivo rondará las 800 y el Eibar 400, dependiendo de cómo se ajuste en su estadio la aplicación de esta norma. Por ejemplo, clubes como el Mirandés, que siempre termina reubicando parte de su afición para poder vender más entradas visitantes, ponderan más ese ingreso extra a partir de aficiones que acuden en masa como la del Sporting. No es algo fijo y establecido, lo que hace que si El Molinón puede acoger por ejemplo a 1.100 aficionados visitantes, serán pocas las ocasiones en las que se vea compensado con esa reciprocidad. En paralelo, este fin de semana habrá más de 570 sportinguistas en las gradas del Racing - Sporting, ya que la norma impidió enviar más localidades a Gijón, pero muchos más seguidores rojiblancos han logrado su asiento por otras vías, como ocurrirá en otros desplazamientos de la mareona.
Por otro lado también existe un perjuicio para los propios abonados del Sporting que tienen su asiento en zonas de la tribuna norte y que deben ser reubicados en el estadio, una gestión que del mismo modo debe plantearse a la hora de valorar todas las aristas de una obra de estas características. Aspectos que el club ya está valorando de cara a tomar una decisión al respecto para la próxima temporada.
Una normativa que es igual para todos y que, aunque LaLiga quiera intensificar el cumplimiento de la misma, habrá clubes que decidan aplicar medidas de años recientes que se ajustan a interpretaciones de la norma, tal y como hacía el propio Sporting hasta este verano. Ha sido decisión del club ceñirse de manera estricta a la normativa para tratar de garantizar en la medida de lo posible la seguridad de los aficionados presentes en el estadio. Todo ello para no exponerse, por ejemplo, a graves sanciones, económicas e incluso judiciales, en caso de que ocurran graves incidentes o episodios fatales.