Certezas, medias verdades y preguntas sin respuesta sobre la candidatura de El Molinón al Mundial 2030
SPORTING 1905
Análisis del proyecto mundialista
23 feb 2024 . Actualizado a las 22:11 h.El ataque lanzado anoche por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón al grupo Orlegi, accionista mayoritario del Real Sporting de Gijón, con la consiguiente respuesta de la entidad rojiblanca, es la mayor fractura que se ha producido entre ambas instituciones desde la creación de la Sociedad Anónima Deportiva en 1992.
En un comunicado enviado a los medios de comunicación, la institución que preside Carmen Moriyón acusó a Orlegi Sports de «irresponsable», puesto que «la única vía propuesta supone firmar un cheque en blanco a la FIFA con dinero público».
A la vista de que el tiempo apremia y que las posturas de las diferentes partes implicadas han ido cambiando en los últimos días, en algunos casos con giros de 180 grados, intentaremos explicar todo lo que en verdad se sabe, todas las medias verdades que se le están trasladando a la opinión pública, todas las preguntas que aún no han recibido respuesta y cómo puede acabar este conflicto, que a fecha de hoy y sin que aún se conozca su resolución, ya se puede afirmar que forma parte de la historia de la ciudad.
¿Le está pidiendo Orlegi un cheque en blanco al Ayuntamiento?
De acuerdo con la Secretaría General del Ayuntamiento, sí. En opinión del Sporting y de la Federación Española de Fútbol, rotundamente no.
El alto funcionariado del concejo, apoyado en un informe de los servicios jurídicos municipales, considera que la firma del documento que exige la FIFA es vinculante. Es decir, que el consistorio debería responder en solitario ante eventuales incumplimientos y responsabilidades de otras partes.
En opinión de los técnicos municipales, en caso de sellar su rúbrica Carmen Moriyón estaría asumiendo en nombre de todos los gijoneses una serie de compromisos que no asumirían las otras dos partes en liza: el Principado y el Sporting. Y lo estaría haciendo, además, sin tener determinada cuál será la participación del consistorio en el proyecto final.
Parapetada tras este argumento, la alcaldesa se niega a firmar el citado documento. Además de una serie de compromisos menores, seguramente más pensados para un país como Arabia Saudí o Qatar que para un estado gobernado por instituciones democráticas, la principal grieta que han encontrado los técnicos municipales está relacionada con el aprovechamiento de los bajos del Molinón. La FIFA pretende la explotación de todo el estadio durante las semanas en las que se celebre el Mundial. Y el Ayuntamiento entiende que firmar ese documento colisionaría con los derechos del concesionario de los bajos del estadio, la sociedad Molinón Espacio Urbano, que desde el 2019 pertenece a la familia Rodríguez Peláez, propietaria de la empresa de cafés Cafento, con sede en Tineo.
La opinión del Sporting, ratificada en la reunión de ayer por María Tato, miembro del Comité Técnico de la Candidatura del Mundial 2030, es que ese acuerdo es una declaración de intenciones y sólo vincularía al Ayuntamiento en caso de que Gijón fuera elegida sede del Mundial, para lo que habría que tener un proyecto cerrado y una financiación que, entre otras muchas cosas, debería abordar la situación de los negocios situados en el estadio durante las obras de ampliación y durante las semanas del torneo.
¿Qué firmaron Moriyón, Barbón, David Guerra e Iraragorri hace dos semanas?
El pasado 8 de febrero, en la previa del derbi asturiano, los mandatarios del Sporting y la alcaldesa se desplazaron a Oviedo y, en la sede del Principado firmaron un protocolo de intenciones que, en opinión de los letrados del Ayuntamiento, no tiene compromiso jurídico y está sin desarrollar.
Es decir: que se hicieron la foto y firmaron un papel mojado.
¿Se acaba hoy el plazo?¿Puede acabar hoy la carrera de Gijón por estar en el Mundial?
Rotundamente, no. Y así se lo hizo saber también la Federación al Sporting y al Ayuntamiento. La presencia de la principal responsable de la candidatura española es significativa. El día antes de que en teoría se acabara el plazo, María Tato no estaba en ninguna otra ciudad en liza, sino en Gijón. La razón es que a la Federación le interesa mucho El Molinón.
En primer lugar, porque se trata del estadio más antiguo de España y se convertiría en el estadio más antiguo en albergar un mundial de fútbol.
En segundo lugar, porque desde el inicio el proyecto de Orlegi gustó mucho en la federación.
En tercer lugar, porque hay elecciones a la vista en la Federación y los votos de Asturias pueden ser decisivos, como ya lo fueron en los últimos comicios en los que resultó elegido Rubiales.
Y por último, porque la Federación quiere tener la mayor cantidad de candidaturas sobre la mesa para disputarle a Marruecos en la FIFA la mayor cantidad de sedes posibles, en un contexto en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acaba de anunciar un crédito de 800 millones de euros para que empresas españolas inviertan en el reino alauita.
En la última frase del duro comunicado, el Ayuntamiento deja un resquicio al acuerdo y «reivindica su interés en convertirse en sede del Mundial 2030 con las mejores garantías organizativas y financieras».
Es decir, le devuelve la pelota al tejado de Orlegi, que es quien ha llevado el peso del proyecto desde el principio, después de que ni el Principado, ni el Ayuntamiento ni mucho menos el antiguo dueño del Sporting, Javier Fernández, movieran un dedo para que Gijón fuera sede.
¿Cuál ha sido la postura del Principado en todo este proceso?
Al no verse apuntado por los focos ante la disyuntiva de firmar o no el acuerdo con la FIFA, debido a que quienes se presentan a ser sede son las ciudades y no los gobiernos autonómicos, el ejecutivo de Barbón ha estado en un cómodo segundo plano. Hasta el momento, ni el presidente del Principado ni la alcaldesa de Gijón han acudido personalmente a las reuniones, más allá de la firma del mencionado protocolo de intenciones.
Moriyón ha delegado en su teniente de alcalde, Jesús Martínez Salvador. Barbón lo ha hecho en la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, que participó en las reuniones iniciales junto al presidente de la Junta General, Juan Cofiño, así como en la consejera de Cultura, Política Lingüística y Deporte, Vanessa Gutiérrez. Al encuentro de ayer, sin embargo, no acudió nadie del gobierno regional.
En el comunicado emitido anoche por el Ayuntamiento, se afirma que el encuentro quedaba «invalidado al no haber estado presente el Principado por motivos que no han sido puestos en conocimiento de los representantes municipales». El Ejecutivo autonómico ha salido al paso de las acusaciones del consistorio gijonés y ha asegurado que la propia consejera de Cultura se puso en contacto con el consistorio para explicar que no podía acudir porque tenía conferencia sectorial de Cultura.
¿Quiénes acudieron a la reunión del jueves?
Además del Sporting, representado por su presidente ejecutivo, Javier Guerra, también estuvieron el mencionado Martínez Salvador (Foro); la otra teniente de alcalde, Ángela Pumariega (PP); el vicepresidente de la Federación Asturiana de Fútbol, Pablo Menéndez; su secretario general, Daniel Pinín; la representante de la Española, María Tato; el presidente de la Cámara de Comercio, Félix Bargaño, y el decano de la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales de la Universidad de Oviedo, Leví Pérez Carcedo.
También participaron en remoto el vicepresidente y segundo de abordo de Orlegi, Alfonso Villalba, desde México, y el presidente de la Federación Asturiana, José Ramón Cuetos Lobo.
¿Cuál es el rol de la Universidad de Oviedo?
La Facultad de Empresariales fue comisionada por el Sporting y los otros dos actores para hacer un informe en el que se estimara el retorno que la eventual inversión pública y privada podría tener en Asturias.
El informe no está concluido. Pero, debido a la premura con la que se han precipitado los acontecimientos, el decano de la Facultad avanzó ayer unas líneas generales sobre lo que concluirá el documento. Y respecto al mismo, el Ayuntamiento considera que «no aporta ninguna luz sobre el momento actual del proyecto al considerar imposible cuantificar los beneficios del evento sin conocer previamente el coste».
El comunicado del Consistorio soslaya el hecho de que el informe no pretende determinar los beneficios de ninguna operación. Sino simplemente determinar cuánto dinero repercutiría en la economía asturiana en caso de celebrarse el evento.
¿Qué dice el informe de la Universidad de Oviedo? ¿Quién se beneficiaría de que El Molinón fuera sede del Mundial?
De acuerdo con los técnicos de la Facultad de Empresariales, estas serían las líneas generales del retorno que la participación del Molinón en el Mundial tendría para el Principado:
El retorno global de la sede mundialista supondría un monto total de 250 millones de euros. De esta cantidad, 56 millones de euros aterrizarían en la región en julio del 2030, el mes que duraría el torneo. Los cálculos de la universidad parecen modestos, puesto que suponiendo que en El Molinón se jugaran 3 partidos con 40.000 espectadores cada uno, y sin considerar gente que viajaría a la ciudad y no entraría en el estadio, se determina un gasto por espectador de 466 euros.
El informe estima además la creación durante el período del mundial de más de 700 empleos.
El informe señala que estas estimaciones están realizadas tomando como base escenarios y supuestos moderados, con un amplio margen de variación en todos los cálculos realizados. Y no incluye las evaluaciones en efectos tanto promocionales y publicitarios como sociales para toda Asturias.
El gasto turístico para Asturias, alcanzando el 100% de ocupación y manteniendo las plazas de alojamiento actuales, y estimando un incremento del 17,8% del gasto turístico actual (debido al incremento del coste de la vida), sería, como se mencionó anteriormente, de 56 millones de euros durante las fechas en las que tenga lugar la competición futbolística.
La partida de hostelería sería la más cuantiosa: más de 50 millones de euros.
Comercio y reparación: más de 2,6 millones.
Transporte y comunicaciones: más de 2,4 millones.
A este impacto, destacan los técnicos de la Universidad, hay que añadir el de las inversiones en infraestructuras de transportes que se realicen desde instancias públicas. El Gobierno central ya ha anunciado que no participará en la construcción ni renovación de estadios, pero sí ha previsto una inversión superior a los 1.200 millones de euros para las sedes mundialistas.
El informe tampoco entra a valorar el valor promocional y publicitario que supondría poner a Gijón y toda Asturias en el mapa del Mundial de fútbol, que es el evento con más espectadores del Planeta, por encima de los Juegos Olímpicos, las finales de la NBA, la Superbowl o la Champions League. El informe preliminar concluye que estos aspectos requieren de un estudio minucioso.
El informe tampoco analiza el valor que le reportará a la ciudad de Gijón y al Principado el futuro estadio. Tras hacer una estimación inicial de 300 millones, Orlegi ha cifrado la inversión del nuevo campo en 150 millones. Esta inversión evidentemente generará un negocio para el Sporting y para la ciudad en general, al añadir 12.000 nuevos metros comerciales a 500 metros de distancia del Puente del Piles.
¿Por qué entonces, a la vista de este informe, el Ayuntamiento dice que no hay base económica para firmar el acuerdo con la FIFA?
El Ayuntamiento «insiste en que el primer paso para cualquier operación de este tipo debe ser saber cuánto cuesta la organización y quién la paga, cuestión que tras un año y medio le ha sido imposible conocer».
Lo que está haciendo la institución presidida por Carmen Moriyón es apuntar al ansiado informe de KPMG, que aún no está completo y que se espera para los primeros días de marzo.
¿Qué está haciendo KPMG?¿Qué se espera de su informe?
Con sede en Holanda, KPMG es una de las cuatro mayores firmas auditoras del mundo (junto con Deloitte, Price Waterhouse Coopers y Ernst & Young). Su papel en este proceso es asesorar sobre la figura jurídica, probablemente un consorcio de capital público y privado, que se hará cargo de la obra. Este organismo de nueva creación estaría integrado por el propietario del estadio, es decir, el Ayuntamiento; el Principado, el Sporting a través de Orlegi Sports y otros inversores privados que quisieran participar en la operación.
¿Ese nuevo consorcio se quedaría con los 250 millones de euros que, según estima la Universidad de Oviedo, repercutirían en la economía asturiana?
No. O al menos, no de forma significativa. La labor de ese consorcio sería construir el estadio y explotarlo a futuro. Se trataría de privatizar la parte del contorno del estadio que aún no es privada, que se incrementaría en esos 12.000 metros cuadrados comerciales mencionados anteriormente. La labor de KPMG es informar sobre cómo se podría hacer eso respetando la actual concesión de la familia Rodríguez Peláez (Cafento), quién y cómo pondría el dinero, cómo se regularía el gobierno del consorcio o cómo se repartirían a futuro los beneficios.
En su comunicado, el Sporting muestra su convencimiento de que el proyecto «es un instrumento inmejorable para impulsar el crecimiento del Principado y la Ciudad, su conocimiento y posicionamiento en todo el mundo, así como para dotar a Gijón de un estadio moderno, innovador y sostenible totalmente integrado en el día a día de la Ciudad».
¿Por qué se hizo Moriyón la foto con el Sporting y con Barbón dos semanas antes de cerrarse en banda?
Moriyón siempre ha jugado lo que en fútbol se conoce como «patadón palante». En realidad, la alcaldesa ha cometido ese pecado tan humano de no saber que decir que no desde el inicio, cuando lo justo habría sido hacerlo durante la campaña electoral de hace menos de un año. También ha jugado con la idea de que el proyecto de Orlegi se desinflaría. Y ahora acusa a los dueños del Sporting de no detallar cuánto cuesta la organización y quien la paga, después de no mover un dedo.
¿Cómo encaja la posición de Moriyón con la política de Foro?
Una vez ha pasado Cascos a mejor vida política, Moriyón es Foro y Foro es Moriyón, especialmente desde la purga de los críticos en la legislatura pasada.
Obsesionada con la herencia recibida, la alcaldesa siempre ha sido cofrade de la Virgen del Puño. De sus ocho años como alcaldesa en la primera fase (2008-2019), ella misma ha destacado como principales hitos la reducción de la deuda y el saneamiento de las empresas públicas. Su principal obra en ese período fue iniciar la rehabilitación del edificio de Tabacalera, en Cimadevilla. Las obras aún continúan sin que esté el 100% definido el uso del espacio. Se prevé que terminen en el 2027, once años después de iniciarse.
Tras cuatro años en la oposición del Parlamento autonómico, Moriyón llegó al poder aprovechándose de los desastres cometidos por el gobierno bipartito PSOE-IU, y lo hizo con dos promesas estrella: devolver los toros al Bibio y soterrar el tráfico en el Muro.
Lo primero ya lo cumplió en agosto pasado, con las gradas medio vacías. Para este año se ha puesto sobre la mesa instalar sobre el coso una gran carpa bajo la cual se harán conciertos.
Respecto al Muro, se repintó el Cascayu, se abrió el tráfico de nuevo a los coches, y nada más se supo sobre el soterramiento.
¿Cuál es la posición del PSOE?
La postura de la Federación Socialista Asturiana ya ha sido explicada al hablar del Principado. Conviene fijarse en la posición del PSOE gijonés, el partido que durante más tiempo ha gobernado la ciudad desde la restauración de la democracia.
El PSOE fue el principal responsable de los treinta años de travesía en el desierto que aún sufre el Sporting. El Ayuntamiento socialista distribuyó las acciones entre empresas constructoras afines. Aupó, apoyó y mimó a la familia Fernández. Votó a favor de sus cuentas en los momentos en los que más se movilizaba el pequeño accionariado. Les inyectó 12 millones de euros por comprar Mareo y la marca para evitar la desaparición. Mareo ha seguido siendo utilizado por el Sporting en todo momento y no hace falta explicar que la marca, ya recomprada, también.
Con la llegada de Orlegi a la ciudad, la alcaldesa Ana González se sumó entusiasta al proyecto del Mundial 2030. Pero los arecistas siempre estuvieron en contra. Especialmente locuaz ha sido el concejal José Ramón Tuero, ex alcalde de Mansilla de las Mulas, conocido fernandista, y que en unas declaraciones recientes se refirió al proyecto de Orlegi como una tomadura de pelo.
El pasado miércoles, en cambio, arremetió con dureza contra el gobierno de Moriyón por su negativa a firmar los requisitos de la FIFA. Según explicó, «estos macroeventos exigen unas condiciones que al final son muy laxas. Esas dudas las tuvimos también en 2010 en una mesa con el Gobierno de España y la Federación Española de Fútbol. Y el Gobierno de España nos dijo: ‘Tranquilos, FIFA pide hacer esto y lo otro pero no os preocupéis, esto ha sido así y así será’. Es un aval, no se va a firmar ninguna locura. Entonces y hoy el Gobierno de España no tiene dinero para los estadios, pero sí para las sedes».
El secretario general del PSOE gijonés, Monchu García, puso un tuit ayer por la noche en la que también interpela a Moriyón: «Espero que la reunión entre gobierno municipal, @RealSporting y @rfef haya servido para acercar posturas, porque Gijón ha de seguir en la carrera. Ya es hora de que la alcaldesa dé la cara y tome las riendas para que #Gijón2030 sea una realidad».
La opinión del candidato y portavoz municipal, Luis Manuel Flórez, 'Floro', ni está ni es esperada.
¿Cuál es la posición del PP?
También es importante la postura de Partido Popular, porque el bastón de mando de Carmen Moriyón pende de un hilo, más aún después de que en octubre pasado echara a una concejala de VOX e integrara en el gobierno municipal al que quedaba.
En el PP hay un cisma. El enésimo en la formación conservadora a nivel local. El senador y presidente local del partido, Pablo González, se ha desmarcó ayer por la mañana de la postura adoptada por el gobierno municipal e instó a Carmen Moriyón (e implícitamente a su teniente de alcalde, su compañera de partido Ángela Pumariega) a «liderar todo el proceso sin excusas, sin paripés y creyéndose que tenemos (y tienen) una oportunidad inmensa. Vamos a ello y firmemos el Convenio».
Pumariega, el concejal de Deportes Jorge Pañeda y el concejal Guzmán Pendás, están en cambio alineados con la alcaldesa y no van a hacer nada para poner en peligro el Gobierno municipal y, por tanto, sus respectivos cargos.
¿Qué sucede en otras ciudades? ¿Qué ocurre en Valencia?
La política municipal siempre ha sido agitada en Gijón. Como recuerda el Sporting en su comunicado, en el resto de ciudades candidatas no se ha abierto este debate. Ni en las grandes, Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, ni en los municipios del tamaño de Gijón se han planteado estas dudas.
Solo en Valencia, aunque el caso aquí es muy distinto. El dueño del estadio no es el consistorio, sino el Valencia, propiedad de un multimillonario de Singapur que está enfrentado en los tribunales con el Ayuntamiento y con la Generalitat valenciana. Y para presionar a las instituciones, ahora el Valencia se ha negado a firmar el documento, igual que Moriyón, alegando que en el mismo se recoge que las licencias y autorizaciones están en regla, cuando no es así.
¿Quiere dar Orlegi un pelotazo con la reforma del Molinón?
Orlegi Sports tiene un modelo de negocio que consiste en generar riqueza alrededor del fútbol. El Sporting es una Sociedad Anónima Deportiva. Orlegi solo gana el día que venda el Sporting, y para ello tiene que hacerlo a un precio superior a los 50 millones de euros que ya ha puesto.
El proyecto inicial de Orlegi llevaba incorporados unos aprovechamientos urbanísticos en el entorno del estadio. En concreto, dos torres de viviendas en la zona de Casa Aurora y en la finca en la que se está construyendo un Mercadona.
Para que este proyecto saliera adelante, era necesario cambiar el plan urbanístico. Y viendo los precedentes del Rinconín parecía imposible que una idea así se pudiera llevar a la práctica en el plazo de 6 años, por lo que la obra se redimensionó a la mitad de su tamaño.
¿Ha enchufado Irarragorri a su yerno, el arquitecto Sordo Madaleno?
El Sporting y Orlegi son dos entidades de ámbito privado y pueden contratar a quien quieran. Evidentemente, si el proyecto continúa adelante habrá que constituir un concurso de ideas, con su pliego de condiciones, una adjudicación pública y el resto de trámites por el que se rige la contratación pública en España.
No obstante, conviene explicar que Fernando Sordo Madaleno es nieto de Juan Sordo Madaleno e hijo de Javier Sordo Madaleno. El despacho, con sede en Ciudad de México y Londres, es una reconocida firma de arquitectura fundada en 1937.
¿Hay precedentes de un enfrentamiento de tal calibre entre el Sporting y el Ayuntamiento?
No en los últimos 50 años. Antes de la conversión en SAD, la última directiva de los socios, presidida por Plácido Rodríguez Guerrero, no gustaba en el consistorio. Pero en este caso, Moriyón ha llamado irresponsable a Orlegi, con todas las letras.
Hay dos precedentes cercanos. En Oviedo, Gabino de Lorenzo quiso derruir el Real Oviedo y creó el Real Oviedo ACF. El Oviedo estuvo muchos años en el barro. En A Coruña, el enfrentamiento entre Lendoiro y el Ayuntamiento acabó con el primero fuera de la entidad y con el club jugando en el fútbol amateur.
¿Quién lleva las de perder?
Fundamentalmente, los aficionados. Pero es casi seguro que en el 2030 el Sporting seguirá existiendo y seguirá en Gijón, mientras que la alcaldía de Carmen Moriyón tiene la fecha de caducidad fijada para el 2027.
¿Cuál puede ser la solución?
El PSOE y el PP lo tienen en su mano. Si de verdad quieren apostar por la candidatura de Asturias al Mundial del 2030, suman juntos 14 concejales, uno más que la mayoría absoluta. Si se pusieran de acuerdo, una moción de censura se organiza en 24 horas.
¿Qué pasa si no se firma y Gijón queda fuera?
Deportivamente, el Sporting quedará mermado. Hoy en día, la capacidad operativa de los clubes de fútbol viene marcada por los ingresos. Y es evidente que con un estadio mejor y con mucha mayor capacidad de generar negocio, el Sporting tendrá mejores presupuestos y podrá competir mejor. Si no lo consigue, estará en desventaja competitiva con los equipos de aquellas ciudades que sí lo hagan.
Respecto a la ciudad y al Principado, es obvio que la adjudicación de la sede le daría un impulso a la economía asturiana, como así ha constatado el informe preliminar de la Universidad. Asturias no tiene AVE, Gijón no tiene estación de tren ni de autobús, atravesar la Cordillera por el Huerna cuesta una fortuna, el aeropuerto está siempre pendiente de un hilo…
Los efectos en la moral de la gente joven que pueda estar dudando entre emigrar, como llevan haciendo sus mayores desde hace 40 años, o quedarse, es mejor que los dictamine otro informe. En este caso psiquiátrico.