«Gijón, una ciudad condenada a la Segunda División y unos políticos de regional»

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El Molinón - Enrique Castro 'Quini' opta a ser sede del Mundial 2030
El Molinón - Enrique Castro 'Quini' opta a ser sede del Mundial 2030 Real Sporting de Gijón

En ninguna otra ciudad de las aspirantes a ser sede del Mundial 2030 se ha abierto el debate que hay en Gijón ni mucho menos se han cuantificado esas supuestas inversiones extra. Ciudades de tamaño similar o inferior como Vigo, A Coruña o San Sebastián van lanzadas hacia un proyecto que en Gijón se ha tachado de imposible

22 feb 2024 . Actualizado a las 12:12 h.

El teniente de alcalde de Gijón, Jesús Martínez Salvador, dice que «el Molinón requiere mejoras, pero está espectacular». Mi abuelo tenía una Cirila (para los millenials, GenZ, etc. una furgoneta Citroen 2 caballos) que estaba espectacular. Yo aprendí a conducir con ella. Quien aprendía a meter la primera con aquella palanca de cambio a la altura del salpicadero, quien era capaz de aparcar con aquellos espejos minúsculos y aquel volante de hormigón, podía conducir un tráiler con dos remolques por las calles de Venecia. Nunca he vuelto a conducir un coche más carismático. Cuando veo un 2CV renqueando por la carretera pido un deseo. Pero se me caen las lágrimas cuando alguna vez he ido a San Mamés o al Metropolitano y me he preguntado a quién matamos en Gijón para estar condenados a vivir para siempre en la Segunda División.

Cuando Salvador dice que «habría que tener un plan de financiación responsable sobre la reforma del Molinón, pero…», está diciendo que Moriyón ha dicho que nanai y no se mueve. Lo que no explican ni Moriyón ni Salvador es quién va a pagar el mantenimiento del viejo Molinón mientras en Zaragoza estén construyendo un estadio nuevo. El análisis que ha hecho Orlegi es que ni Gijón ni el Ayuntamiento se pueden permitir el lujo de mantener un estadio que todos adoramos, pero que se cae a cachos. ¡Claro que está espectacular!

Hace unos meses me preguntaron cuál era mi olor favorito. Y contesté que el del Molinón. Personalmente, prefería el campo con todo el mundo de pie y 42.000 espectadores. Las vallas de hierro oxidado pintadas de verde. El Sporting sin Fernández con Luis Enrique, Manjarín y Juanele. El Molinón huele igual que entonces, a césped recién cortado. A veces a faria. Pero, ¿quién no preferiría volver a tener 15 años?

Moriyón se ha cerrado en banda porque dice que no quiere hipotecar la ciudad. Debería explicarlo mejor. La ciudad ya está hipotecada. Es un secreto a voces que no hay un duro para otra cosa que no sea pagar las nóminas de los funcionarios. Se han perdido fondos europeos por incompetencia o incluso estulticia. Todo el mundo que las usa sabe que muchas instalaciones municipales construidas en los años de vino y rosas se han quedado viejas y mantenerlas es un dolor. 

¿Por qué no sale a explicarlo?¿De quién es la culpa de que la primera ciudad de Asturias esté en bancarrota? ¿De Foro, del PSOE, del PP o de Rita la Cantaora? Y lo más importante: ¿cuáles son los planes de Moriyón para solucionar el tema, o es que acaso sus planes son ir bajando poco a poco de Segunda División a Regional? La ciudad que desde hace más de veinte años tiene bajo su superficie un túnel abandonado que costó 140 millones de euros resulta que ahora no se quiere hipotecar porque el Mundial cuesta, según dice, 50. Acabar el Metrotren costará otros 200 millones y construir la estación 300 más. ¿Quién lo va a pagar? Los gobiernos que en el Ayuntamiento, el Principado y el gobierno central se han ido alternando (es decir, PSOE, PP y Foro) jamás se han puesto de acuerdo en nada, han cambiado los proyectos veinte veces (el reciente culebrón de las marquesinas de la Gota de Leche ha sido entrañable, no me digan) y lo tienen todo fiado al gran pelotazo en el Solarón y en Naval Gijón.

Pero ninguno de estos planes chuta. El proyecto estrella de Moriyón es el de los antiguos astilleros. El ayuntamiento ya ha apalabrado 5 millones con el Puerto (dinero tirado, porque en la mayoría de ciudades estas cesiones de espacio público están siendo gratuitas, esto sería como pagarle a Defensa por el Cerro). Pero el acuerdo sólo afecta a algo más de la mitad de los terrenos. La otra mitad es de Pymar, que quiere su parte del pastel. Foro quiere relanzar el proyecto que anunció hace seis años y que fracasó porque no contaron con Pymar. A la operación la han llamado Naval Azul y cabe pensar que tanto Moriyón como la popular Pumariega, otra entusiasta de la economía azul, han hecho los deberes y en este caso si hay un plan de negocio en el que los números salen verdes. Como seguro también lo hay para el agujero negro de Tabacalera, donde lo mejor que hacían, a este paso, es un macro-geriátrico.

PSOE gijonés, FSA, PP gijonés, PP ovetense, PP asturiano y todos los Foros que aún colean no se ponen de acuerdo ni entre ellos mismos. Pero sí se han puesto de acuerdo en ponerle la proa a Orlegi. La llegada del grupo mexicano, y en concreto de su alma mater, Alejandro Iraragorri, es lo más disruptivo que le ha pasado a Gijón desde la reconversión industrial. Alguien que llega con una mirada de fuera y se hace preguntas que los que calientan la poltrona aquí desde la edad de bronce han dejado de formularse hace mucho tiempo.  

El corpus sociopolítico de la comunidad ve en Orlegi a un agente extraño, alguien que no conocen y de quien no se fían, porque la desconfianza es la divisa de los cognoscenti asturianos. En Gijón, sólo Ana González se abrazó al salvavidas mexicano porque sabía que ya era una náufraga abandonada a su suerte. El resto apoyaron a Orlegi porque pensaron que era un globo sonda, que iban de farol. Cree el ladrón…

El primer problema que tiene Moriyón es que no confía en su concejal de deportes, a quien no autoriza ni a ir a las reuniones. Quien pilota la operación derribo es la propia alcaldesa junto con Martínez Salvador, el hombre que le cuidó el ayuntamiento durante su salto fallido al Principado. 

La fase uno de la operación derribo, después de estar mareando la perdiz con el sí a todo hasta que ha llegado el momento de firmar papeles, han sido los supuestos 50 millones de euros que el Ayuntamiento tendría que desembolsar por ser sede, a mayores de una eventual aportación en la parte que le toque para la construcción del nuevo estadio. Nadie ha cuantificado en qué se gastarían esos 50 millones. Lo único que sabemos es que el municipio tendría que firmar un seguro y dos o tres asuntos menores, como que habría que tapar con lonas las obras que hubiera en la ciudad en esas fechas. Lonas de oro y diamantes, por lo que se ve. En ninguna otra ciudad de las aspirantes a ser sede del Mundial 2030 se ha abierto el debate que hay en Gijón ni mucho menos se han cuantificado esas supuestas inversiones extra. 

Duele también a los ojos la indolencia de la patronal, de los grandes grupos de pizzerías pret-a-porter y bares de copas horteras. Le tienen más miedo al mexicano que a una galerna de verano.  

También Barbón está atechado. Ha tenido la suerte de tener enfrente a una alcaldesa y un teniente de alcalde excesivamente locuaces y proactivos, de manera que podrá jugar al escondite hasta el final. Todo el mundo que conoce al presidente del Principado sabe que Adrián necesita controlar todo para mover ficha. No le gusta el casino, solo apostar caballo ganador. Y evidentemente no controla ni Gijón, ni Oviedo (Canteli también quiere lo suyo) ni mucho menos México. En la FSA andan con pies de plomo, se acaba de demostrar con la metedura de pata de la consejera. Todas las familias del socialismo asturiano acudieron a la visita de la comisaria europea Elisa Ferreira la semana pasada. Y se pudo constatar el mar de fondo que hay, que es mayor aún desde el batacazo del socialismo gallego este pasado domingo. Así que Barbón se está blindando con los suyos, porque sabe que vienen chuzos de punta. 

El siguiente hito, llamémoslo la fase dos, va a ser qué se sacan de la manga cuando Orlegi aterrice con un informe de KPMG (una de las Big4 de la auditoría en el mundo) en el que no solo salgan las cuentas, sino en el que imaginamos que se explicará qué puede suponer el Molinón 2030 para la ciudad. Lo que quiere hacer Orlegi no es ni más ni menos que lo que ha convertido a las franquicias estadounidenses de baseball, baloncesto y fútbol americano en grandes corporaciones globales. Orlegi propone privatizar El Molinón y convertirlo en un gran Parque Principado a 500 metros de la Playa de San Lorenzo. Pero como hacen de la desconfianza bandera, lo esperable es que se sigan negando. 

Escucharemos con interés los argumentos con los que intentarán justificar por qué un proyecto que es viable en San Sebastián (180.000 habitantes, 700.000 en toda la provincia), A Coruña (244.000 habitantes, 1 millón la provincia) o Vigo (293.000 habitantes, 900.000 la provincia) no es posible en Asturias. La respuesta es muy sencilla: todos esos territorios del noroeste de la Península están al alza, con proyectos industriales ilusionantes, con visiones renovadoras, con gente joven dispuesta a cambiar las cosas y con una sociedad civil que ha descubierto que no estamos en la periferia de la periferia europea, sino en el centro del orbe, en el lugar por el que pasan todas las rutas de transporte y conocimiento entre los grandes polos de este siglo.

Quienes aún viven instalados en el siglo XX, en la barricada de Naval Gijón, nos tendrán que explicar qué va a pasar con el Molinón, con el Sporting y con la ciudad si se deja pasar este tren. Y eso, por no pararnos a pensar qué va a pasar con Orlegi si no sale lo del estadio y no subimos. Que el Dios del sportinguismo nos coja confesados.