Nuevas ideas en la política de cantera
16 feb 2023 . Actualizado a las 23:03 h.Pasado ya más de medio año desde su llegada, el trabajo de la nueva estructura de cantera del Real Sporting de Gijón comienza a dar sus frutos visibles. Más allá de las positivas temporadas de los principales equipos de Mareo, un filial líder de su grupo en Tercera RFEF postulando al ascenso directo de categoría y un juvenil de División de Honor que lucha por el título de liga con Celta de Vigo y Deportivo de La Coruña y que ayer caía en penaltis y ofreciendo una gran versión ante todo un Athletic Club, el resto de la base avanza con paso firme mientras se asienta la nueva metodología de captación.
Resulta habitual encontrar algún representante del equipo de captación rojiblanco en los diferentes campos del fútbol base de toda Asturias. El equipo, liderado por Pedro Menéndez, rastrea todas las categorías del fútbol asturiano, tanto en campo como en pista, con el objetivo de captar y detectar los mejores talentos del Principado. Sin embargo, la política de fichajes ha variado en distintos aspectos respecto a etapas anteriores.
La nueva política de cantera ha desarrollado un sistema de pruebas que ya se ha convertido en un habitual en Mareo, intensificando un modus operandi ya habitual pero al que se espera sacar un mayor rendimiento. El Sporting ha probado en sus instalaciones a diferentes futbolistas procedentes de toda la geografía asturiana, potenciales fichajes en todas las edades y categorías de la base rojiblanca, asentando las bases y la configuración de los equipos de cara al próximo curso para cubrir deficiencias actuales y encontrar los perfiles que ahora se buscan por parte de Orlegi, primando cuestiones más físicas que antaño.
Esta política de cantera y el sistema de pruebas buscan un triple objetivo. Por un lado, testear a los jóvenes futbolistas en un entorno como el de Mareo, en el contexto y exigencia que se da en la Escuela sportinguista. Por otro, mantener un control más exhaustivo tanto de su formación y desarrollo como de su entorno familiar, y, por último, y en relación a esto, tratar de elevar el nivel competitivo de la región conociendo sus distintas realidades y facilitando que el joven futbolista siga creciendo en su entorno a la par que el Sporting va evaluando su crecimiento.
Todo esto se entiende mejor con un caso práctico. El Sporting mantiene a prueba a jugadores de distintas zonas de Asturias, algunas de ellas muy alejadas de Mareo, entendiendo el problema que supondría para muchas familias costear en tiempo y dinero los viajes de los pequeños casi a diario hasta Gijón. Por ello, entendiendo cada situación familiar por separado y atendiendo a sus necesidades, el Sporting organiza un día a la semana para que los chicos a prueba llegados desde el oriente, occidente o las cuencas asturianas vengan juntos y entrenen esa jornada en Mareo bajo la supervisión de los técnicos. Un punto suficiente para la evaluación en Mareo y muy positivo para las familias. Mientras, el futbolista continúa en la dinámica diaria de su equipo de origen y a su vez permite, con ese control por parte del Sporting, mantener el "ecosistema" del fútbol base al elevar el nivel competitivo manteniendo durante unos años formativos a los futbolistas en sus equipos, algo que a la postre se convierte en mayor competencia para el club gijonés, habituado a debilitar a su entorno y no desarrollar a los más jóvenes en entornos competitivos prácticamente hasta que llegan a la etapa juvenil.
Del mismo modo, el club organiza torneos y partidos amistosos mientras el calendario lo permite para poder incluir también en dinámica de partido a estos jóvenes talentos, algo que tendrá su punto álgido en verano, cuando más posibilidades habrá para estos simulacros. Igualmente, el Sporting se mantiene activo para incorporar futbolistas de los diferentes clubes del fútbol base más próximo, sobre todo en Gijón, conscientes de la competencia del Real Oviedo y los pasos adelante del club azul en los últimos años en términos de captación, la nueva dirección de cantera rojiblanca parte con un desafío importante para mantener el equilibrio en la región sin dejar escapar los mejores talentos. La academia internacional proyectada mantiene la idea de atraer los mejores talentos de fuera de la región para elevar la exigencia interna, algo que tendrá que cuajar con la captación en Asturias, que sigue siendo fundamental en el proyecto de Orlegi y en la Escuela que ahora dirige Óscar Garro.