Análisis estadístico
21 oct 2022 . Actualizado a las 14:02 h.Son varias las estadísticas que resultan llamativas al analizar el rendimiento del Real Sporting de Gijón a través de diferentes métricas avanzadas. Siendo el equipo más goleador del campeonato -igualado con Cartagena y Villarreal 'B'-, también resalta como uno de los que más encajan, siendo el séptimo del campeonato en este apartado y claramente el que más entre los equipos que rondan la zona de playoff, donde la 'manita' en Granada hizo mucho daño al dato. Más allá de estos números más superficiales, también hay una cuestión que llama la atención: el Sporting es el equipo de Segunda que más distancias recorre defendiendo.
Los motivos de esto son varios, como también las lecturas que se pueden derivar de un dato tan llamativo. Primeramente, una de las causas lógicas de que el Sporting corra más defendiendo es que se pasa la mayor parte del tiempo sin balón. Con un 46,2% de posesión en promedio, es uno de los equipos que menos tiempo de juego con el cuero controlado suma de la categoría. De igual manera, el planteamiento de juego por parte de Abelardo Fernández también incita a ello, intercalando fases de presión más alta con otras en las que el equipo se sitúa en bloque medio, en muchas ocasiones con espacios a la espalda de la zaga que obliga a amplios esfuerzos en el retorno defensivo. Un juego basado en transiciones muy del gusto del gijonés.
En cuanto a la interpretación de estos datos cabe una doble vertiente, una más optimista y otra más negativa. La positiva se refleja en un dato que nos dice que el Sporting es el equipo 'más solidario' de la Segunda División. No tiene nada que ver con la caridad, me explico. Es el equipo que realiza un reparto de esfuerzos más equilibrado entre sus 10 jugadores de campo en el trabajo defensivo. Atendiendo a esto, es positivo que el Sporting trabaje en el sistema de ayudas y coberturas, que los extremos faciliten el trabajo a sus laterales, que los delanteros colaboren intensamente en la presión o que los centrocampistas realicen ayudan tanto por fuera a sus laterales como por dentro a los centrales, a la vez que estos últimos hagan un importante esfuerzo en defender su espalda y ayudar también a los laterales.
Sin embargo, esto ya en un análisis que cada uno debe hacer al margen de los datos, el Sporting venía precisamente adoleciendo de errores en esta faceta en defensa, especialmente en su primer tercio de campo, el que incluye su propia área. Varios goles o situaciones de peligro en contra llegaban por esa falta de soluciones defensivas en el apoyo de un compañero en el momento oportuno, por ejemplo, o en evitar situaciones de inferioridad numérica por los costados. Esto nos da pie a la segunda interpretación, la negativa: que el Sporting corra mucho, más que el resto, no quiere decir que corra bien.
Ya lo decía Johan Cruyff: "No hay ningún jugador más rápido que un balón en movimiento". Qué podía querer decir, que para atacar bien no es necesario correr más, sino mover más rápido el balón. En defensa ocurre algo similar. El hecho de hacer más metros puede ir estrictamente ligado a tu forma de defender y los riesgos que decidas tomar, pero también puede tener relación al posicionamiento del equipo y las necesidades que esto genera. Un equipo bien colocado y riguroso en acciones defensivas clave como las basculaciones o momentos de alta intensidad -en los que saltar a tu par- no estará obligado a realizar un elevado número de grandes esfuerzos o recorrer amplias distancias con tanta frecuencia.
Cada uno puede escoger la explicación que más le convenza después de analizar el juego y los planteamientos de este Sporting de Abelardo, pero si hay algo inequívoco en esto son los datos. Unas cifras que señalan algo que ya podíamos intuir, por su propia personalidad, que era una máxima en el técnico gijonés: el esfuerzo es innegociable. Sea por convicción o por necesidad, la plantilla del Sporting sabe que en cada partido toca enfundarse el mono de trabajo. Y visto cómo esto se refleja en los datos, se entiende la satisfacción del Pitu con el derroche de los suyos en el grueso de la temporada, algo que acostumbra a alabar en sus declaraciones públicas.