La incertidumbre de Abelardo en el Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Abelardo Fernández
Abelardo Fernández Real Sporting

Su rol puede verse afectado con el cambio de propiedad

19 jun 2022 . Actualizado a las 10:44 h.

"Vengo únicamente para ser el entrenador del Real Sporting de Gijón", decía Abelardo Fernández en su presentación el pasado mes de mayo. El Pitu llegaba en una situación extrema, con el equipo pendiente de confirmar su permanencia en Segunda División y casi sin margen de maniobra. Una llegada que se entendía como algo más, con la necesidad de importantes cambios estructurales desde las oficinas de Mareo. En la teoría, la diferencia de roles respecto a Javier Rico es clara, pero en la práctica no parece tal. Un papel, el de Abelardo, que no está del todo definido de cara al futuro considerando el probable cambio en la propiedad del club.

El técnico gijonés supo de la operación entre Javier Fernández y el Grupo Orlegi a comienzos de mes, algo que no modificó su hoja de ruta. Muchas de las propuestas que han trascendido en este inicio de mercado de transferencias llevan su sello, desde Tomás Pina, pasando por Dídac Vilà o el propio Ibai Gómez, que ha reconocido su interés por fichar por el Sporting. Operaciones que actualmente se encuentran en el aire tanto por, primero, el estado avanzado de la negociación de cara a la venta del club, como por la situación económica de la entidad, que dificulta ofrecer propuestas convincentes a jugadores con un caché más próximo a la Primera División.

Reminiscencias de momentos complicados en la historia reciente del Sporting que Abelardo vino a solventar. Primero con un ascenso "inesperado", en boca de los propios protagonistas, que sirvió para esquivar una quiebra económica con tintes de ser un golpe definitivo para la entidad. Aquella 14/15 se gestó con un vestuario que estuvo meses jugando sin cobrar, haciendo gala de su unión y pundonor para dejar eso fuera del terreno de juego y terminar logrando una temporada histórica con tan solo 2 derrotas.

No fue un camino de rosas el retorno a Primera, donde Abelardo se encontró con importantes restricciones a la hora de acudir al mercado. Los resultados deportivos camuflaron de nuevo la infame situación económica de la entidad, siendo de gran relevancia el trabajo del técnico para poder dejarlos atrás. Una dimensión que hoy, más de un lustro después, Javier Fernández ha tenido que compensar con un rol que trasciende al del prototípico entrenador que simplemente trabaja en sintonía con la dirección deportiva, de la que es subordinado. Un peaje lógico al volver a recurrir a Abelardo como 'salvador'.

Los planes de Abelardo no solo pasan por la planificación de la plantilla actual. El propio técnico reconocía en diferentes ruedas de prensa su 'idea de club', lanzando mensajes acerca de lo importante de estructurar correctamente la cantera, la filosofía de trabajo como club con una metodología definida y la profesionalización del club en ese sentido. Unos planes de futuro que también pueden verse trastocados si su figura pierde peso en el organigrama rojiblanco.

La estructura actual, sin embargo, puede verse alterada ante un cambio en la propiedad. La intención, también del propio técnico, pasa por cumplir su contrato, que lo mantiene ligado como entrenador del Sporting durante la próxima temporada, hasta junio de 2023. Sin embargo, los cambios estructurales que se llevarán a cabo con la llegada del Grupo Orlegi al control de la entidad, hacen que su papel no quede tan claro en el nuevo grupo de trabajo a conformar. Un estatus que trajo bajo el brazo en su acuerdo con Javier Fernández, pero que puede verse reducido en un organigrama reformado.