Abre el abanico de opciones dadas las bajas
29 dic 2021 . Actualizado a las 16:09 h.En un momento donde se agolpan todas las malas noticias posibles, Christian Rivera ha protagonizado una de las notas positivas en este retorno de las vacaciones de la plantilla del Real Sporting de Gijón. Reanudados en el día de ayer los entrenamientos presenciales de cara a preparar el duelo de este domingo frente al Lugo en El Molinón - Enrique Castro 'Quini', si bien la noticia estaba en las ausencias tras confirmar los resultados de las PCR realizadas que elevaban la cifra de positivos a 14, sobre el césped de Mareo volvía a trabajar con normalidad un Rivera que había sido baja en la última convocatoria del año frente al Ibiza.
Con el gijonés recuperado y trabajando junto al resto de sus compañeros, su presencia cobra especial relevancia en un momento tan delicado para el Sporting. David Gallego -también positivo en Coronavirus- cuenta en la primera plantilla con 7 jugadores contagiados además de 3 lesionados que continúan con su proceso de recuperación como Cuéllar, Pablo Pérez y Víctor Campuzano. Es por ello que todo jugador disponible, con media plantilla fuera, será un pequeño suspiro de alivio para el preparador catalán. La posibilidad de tener a Rivera a la hora de diseñar el once más complejo de la temporada abre múltiples opciones para Gallego, que cuenta especialmente con muchas bajas en la parcela defensiva.
Asumiendo el rol de Gragera
Una de las opciones, contando con Rivera, Nacho y Gragera como centrocampistas, es que la presencia del gijonés permita que este desarrolle el rol de Gragera y que el canterano se vea desplazado a una posición de central no desconocida para él. La imposibilidad para encontrar un compañero del primer equipo para Borja López ha abierto esta puerta, con el internacional sub21 pudiendo retornar al centro de la zaga como alguna vez ya hizo en la base del Sporting. No es la alternativa más natural para Gallego, pudiendo optar por ubicar a un jugador del filial en dicho rol como David Fernández o Fernando Somolinos, pero el poder alinear a Nacho y Rivera en el doble pivote habitual da cabida a esta posibilidad.
Cambiando de sistema al 'trivote'
Otra posibilidad es que Gallego acompañe a Borja López de algún futbolista con ficha del filial y eso haga, contando siempre con la limitación del reglamento a este respecto, que el técnico decida prescindir de una posible ficha del segundo equipo para el ataque como puedan ser César o Gaspar. Esto, en un puzzle algo más complejo de encajar, o al menos no tan habitual en Gallego, abriría la opción de juntar a los tres centrocampistas ya citados que tiene disponibles en una especie de trivote, con Nacho como elemento más 'liberado', mientras Gragera y Rivera se encargaran más de la contención. En un sistema más próximo al 4-3-3, se prescindiría de la figura del mediapunta, pudiendo desplazar a Villalba a uno de los costados para que el opuesto lo ocupara Berto -siguiendo esta lógica de las fichas del filial- o que fueran César o Gaspar de la partida. Es una opción quizás más remota, pero que estará sobre la mesa gracias a la disponibilidad de Rivera.
Sea como fuere, Gallego tiene a 3 centrocampistas a su disposición para elegir lo que crea conveniente una vez Rivera ha superado sus problemas físicos. Puede optar por algo más convencional, con Gragera y Nacho en el doble pivote mientras Christian espera su oportunidad desde el banquillo, no queriendo gastar todas las balas ya en el once. Su estado físico marcará, de igual manera, la posibilidad de ser de la partida y de la cantidad de minutos que pueda jugar. Aún quedan 4 sesiones de entrenamiento más contando con la de esta tarde (16:30 en Mareo), por lo que hay margen para tratar de encajar todas las piezas del rompecabezas tan complejo que tiene que afrontar Gallego y su cuerpo técnico.
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