Cordero se ejercita aparte del grupo
19 dic 2019 . Actualizado a las 18:06 h.Aparcado el fiasco copero, el Real Sporting de Gijón centra sus miradas en cerrar el año con un nuevo resultado positivo en la Liga. La visita del Extremadura a El Molinón será afrontada por los rojiblancos con el único objetivo de sumar la tercera victoria consecutiva en el campeonato, por primera vez en el curso, de modo que les permita reducir la amplia desventaja con los puestos de privilegio de la tabla y pensar en un nuevo año con perspectivas positivas. Para la cita, José Alberto López no podrá contar con el concurso de Damián Pérez, la ausencia del argentino, sancionado, obliga a modificar el entramado defensivo y a encontrar un relevo adecuado para ejercer la labor de carrilero.
La búsqueda de soluciones del técnico rojiblanco le ha llevado a ir variando el dibujo táctico hasta llegar al actual, con tres centrales y dos carrileros. Una variable que tras cinco jornadas en funcionamiento ha propiciado un balance positivo de puntos, 8 de 15, pero especialmente de goles recibidos, siendo junto al líder Cádiz los que menos tantos han encajado, 3, en este último tramo de competición. La ausencia de una pieza fija en el puzzle defensivo, Damián Pérez, plantea dudas sobre la continuidad del sistema frente al conjunto extremeño. Sin relevo natural para el defensor argentino, encontrar un recambio adecuado aparece como una de las principales incógnitas a resolver por el entrenador.
Con Damián fuera de combate, el rol de carrilero zurdo no tiene un candidato específico. José Alberto deberá decidir entre recuperar la línea de cuatro, poco probable, o tratar de adecuar en el puesto a alguno de sus hombres. El probable regreso al equipo de Cristian Salvador, ejerciendo de central, añade variables a la ecuación y permite pensar en Carlos Cordero como una de las principales alternativas. Sin embargo, la jornada de entrenamiento de este jueves aumenta las dudas, el defensor se ejercitaba al margen del grupo de manera preventiva, aquejado de molestias que, en principio, no le impedirían formar parte del equipo.
El extremeño, de máxima confianza del técnico y con capacidad para ejercer de lateral, debería de dar un paso más en sus presentaciones para tratar de ocupar la banda por completo. El hándicap está claro, pérdida de vocación ofensiva. Similar situación en el caso de que Molinero, habitual recambio en el lateral izquierdo, fuera el elegido. Las miradas se fijan en Aitor García y Alberto Espeso. El extremo onubense, cuya capacidad de trabajo y recorrido ya ha quedado de manifiesto en sobradas ocasiones, podría equiparar su posición a la de Traver en el costado opuesto. La opción del canterano, habitual en el trabajo diario del primer equipo, también está sobre la mesa.
