La Voz de Asturias pulsa la opinión de la afición sportinguista
27 ago 2019 . Actualizado a las 16:02 h.La posibilidad de reabrir las conversaciones para vender el nombre del recinto a una marca comercial fue uno de los temas de conversación que tuvieron lugar semanas atrás, durante la reunión que tuvo lugar entre el Consejo de Administración del Real Sporting de Gijón y los nuevos responsables del Ayuntamiento gijonés.
Cambiar el nombre del coliseo no es una prioridad del Sporting, especialmente en Segunda división, donde el caché resultaría inferior, pero sí se trató de abrir una puerta al debate que actualmente se encuentra cerrada, puesto que durante la firma de la última concesión se incluyó una cláusula por la que el Ayuntamiento rescindiría el contrato de cesión si el nombre resulta alterado. En su día se había barajado la posibilidad de ponerle un apellido comercial a El Molinón, un espacio que finalmente ocupó Quini tras su fallecimiento, mediante el consenso de los partidos políticos locales, un consenso que se debería repetir para posibilitar un nuevo cambio que aportaría varios millones de euros. El caché por aquel entonces, en Primera división, era de entre 1,5 y 2 millones de euros por temporada durante alrededor de una década.
Desde La Voz de Asturias pulsamos la opinión de la afición sportinguista:
Un ejemplo cercano
Hace escasos años el Ayuntamiento de A Coruña concedió su permiso para que el Deportivo pudiera poner a la firma Abanca junto al nombre de Riazor. Un acuerdo por el que recibió un crédito de 45 millones de euros a pagar en cómodos plazos hasta 2032 -los pagos más elevados se encuentran en el tramo final- y que durante estas dos temporadas en Segunda división se ha visto exento de pago para aumentar el tope salarial gallego. La marca gallega también patrocinó posteriormente el estadio del Celta.
El Mallorca fue uno de los pioneros en este tipo de acuerdos, cuando en 2006 firmó un contrato de 3,1 millones por incluir el nombre de ONO durante 4 temporadas. En la actualidad, el Atlético de Madrid vendió el de su nuevo estadio a Wanda, mientras el Barcelona y el Real Madrid llevan tiempo negociando el de sus recintos para financiar una reforma que se presume integral.