La Pizarra: «Al Sporting le faltó matar el partido»

Alejandro VIgil Morán

SPORTING 1905

Molinero
Molinero @GuilleGL73

Opinión desde el banquillo del Málaga 1-1 Sporting

31 mar 2019 . Actualizado a las 19:54 h.

Tanto fue el cántaro a la fuente, que al final se rompió. El Sporting estuvo cerca de ganar su quinto partido consecutivo, por desgracia, un gol en los minutos finales del encuentro frente al Málaga supuso un empate por 1-1 que rompe su ascenso triunfal en la clasificación de Segunda división.

El conjunto de José Alberto sufrió los problemas que se vienen contando en esta sección durante las jornadas que acabaron en victoria. El juego directo y el balón parado son un buen plan A dadas las circunstancias, pero requieren de alternativas en forma de recursos que deben ir acoplándose si se desea cimentar un proyecto solvente a futuros.

Tanto en caso de ir por delante o por detrás en el marcador, un club como el Sporting tiene que tener una mayor capacidad para elaborar jugadas de toque cuando existe la necesidad de matar el ritmo del encuentro o de buscar asistencias en buena posición de ataque, no se pueden jugar todos los balones en vertical por decreto. Se cuentan con los dedos de la mano las jugadas iniciadas desde la zaga y los balones rematables con el cuero en marcha.

Cuando el viento sopla en contra, se notan las carencias, incluso cuando el rival también se queda con 10 jugadores por expulsión. Los rojiblancos no supieron atacar o esconder la posesión ante un sistema defensivo con la línea colocada en el mediocampo, compuesta por dos centrales y un pivote reconvertido como defensa, que para colmo, dejó de marcar a Álex Alegría en la recepción de los balones en largo, lo que convertía la jugada en una mina por explotar. La falta de interpretación también se notó también al hacer correr al espacio a Robin Lod, cuando él debía ser el cerebro que guardase el cuero y lanzase los ataques filtrados a la espalda rival desde sus botas de mayor calidad. 

Tampoco estuvieron acertados los cambios, que fácil es decirlo a toro pasado, con una prematura salida de un enfadado Djuka, el mejor ayer, mientras Álex Alegría tampoco entendió por sus gestos su marcha en los instantes finales con el partido abierto.

Dicho todo ello de un modo constructivo, puesto que más allá de gustos personales sobre el estilo propuesto por José Alberto, es complicado sumar un penalti, otro no pitado y dos disparos al poste con tan poco. Lo que desde fuera puede parecer un balonazo sin sentido, en la mayoría de ocasiones viene de la mano de un movimiento ensayado en Mareo, de ahí la eficiencia.

La propuesta inicial

José Alberto apostó por un 4-4-2 con Mariño en portería; defensa de cuatro para Geraldes, Peybernes, Babin y Molinero. Mucho trabajo para la zaga en La Rosaleda, donde tuvieron que achicar espacios de manera constante. A nivel ofensivo, cabe reseñar las interesantes cabalgadas del portugués por el costado diestro, del que hoy hablaríamos maravillas de no ser por su mala toma de decisiones a la hora de colgar centros. En el caso de Molinero, volvió a ser el defensa más contenido en proyección ofensiva.

Por delante de ellos se incluyó a Cristian Salvador -17 acciones defensivas y provocó 1 penalti-. El ex del filial añadió dinamismo al ataque en lugar del sancionado Cofie, aunque por momentos se echó en falta el fútbol posicional del africano por el exceso de intensidad del primero, esa que se gana aplausos de la afición, pero que a veces ayuda menos a nivel colectivo. A su vera se encontraba Nacho Méndez, el asturiano sigue creciendo en el doble pivote. Por contra, le cuesta marcar los tiempos del partido. A veces hay que pisar el balón e interpretar la situación con mayor pausa, tiene calidad para ello.

En las bandas, Traver no disgustó en su trabajo aunque no estuvo acertado en sus entradas por banda, mientras Aitor vuelve a salvar su día a nivel defensivo con 10 acciones. Se echan en falta más disparos, centros y faltas provocadas por parte de los extremos de un equipo que aspira a la promoción.

En la delantera, el dúo saca puntos hizo de las suyas de nuevo. Si Alegría estuvo bien, Djuka estuvo imperial. El serbio apareció por todas partes con una marcha más que el resto, siendo curiosamente el penalti una de sus peores acciones. Lo logró anotar a pesar de que el guardameta adivinó el lanzamiento, no parece el hombre más preparado para ello. Sin lugar a dudas, no se entiende la reacción del Sporting en la clasificación sin ellos. Si al mediocampo se le resta nota por la falta de control y a los extremos por la de peligro, aparecen pocos aspectos negativos que criticar a los puntas.

Los cambios

Pablo Pérez por Djuka. Entró para ayudar al equipo desde lo colectivo y se pasó de vueltas. No obstante, su tarjeta roja era más propia de amarilla, viendo su intención de tocar el balón y la escasa agresividad de la entrada. El cuerpo técnico se precipitó buscando no bajar la intensidad del grupo, puesto que el serbio ayudaba al equipo a fijar la defensa rival lejos de Mariño y sus movimientos generaban peligro.

Lod por Aitor. José Alberto metió a un hombre más pausado para dormir el balón y aprovechar los espacios con su calidad, pero el rápido gol rival evitó cualquier escenario similar al esperado. Tuvo la victoria en sus botas con un gran disparo de falta.

Álex Pérez por Alegría. Cambio de hombre de ataque por jugador defensivo para amarrar el empate pese a jugar contra una defensa que estaba sufriendo. Demasiado defensivo.

Balón parado

La consigna de finalizar las jugadas se nota y también se ve una mayor coordinación. El gol estuvo cerca. En los balones parados en contra se sigue notando un paso adelante de Mariño para dominar el área, lo que ayuda mucho a los centrales.

Nota final para José Alberto y su cuerpo técnico

Suspenso. Se roza el aprobado, pero la falta de un plan alternativo y de cambios más acertados rebaja la nota final, a pesar de que el empate en La Rosaleda no es un mal resultado y del hecho de haber estado cerca de la victoria. Toca seguir trabajando en Mareo para progresar adecuadamente.