Opinión desde el banquillo del Sporting 1-0 Almería
10 mar 2019 . Actualizado a las 19:03 h.La irrupción de Álex Alegría en la alineación del Sporting ha supuesto un faro sobre el que guiarse cuando más perdido se encontraba el proyecto asturiano en su juego.
Pese a tratarse de un viejo objeto de deseo para Miguel Torrecilla, quien ya le había arrancado tiempo antes un sí en caso de volver a jugar en Segunda División, se trata de un futbolista que encaja como anillo al dedo en los planes de José Alberto, que ya usaba en su mismo rol a Claudio Medina y Pablo Fernández en su exitoso filial como hombres de referencia para buscar un fútbol más vertical.
Cierto es que sus tres goles consecutivos -cuatro contando el partidillo frente al filial- han sido fruto de cierta casualidad, mediante una mano, el hombro y un centro que acabó en chut, pero su capacidad para retener el balón y hacer jugar a sus compañeros en situaciones de peligro supone un gran estilete para un Sporting que sufre para desbordar por sus bandas y realizar triangulaciones peligrosas, salvo en contadas ocasiones.
El otro factor clave en la victoria por 1-0 frente al Almería, equipo más en forma de la categoría a nivel de resultados junto a Osasuna, cabe reseñarlo, estuvo en el esfuerzo colectivo para arroparse en defensa y evitar que las contras rivales fueran excesivamente peligrosas. En alguna oportunidad se pudo ver hasta a tres hombres tras el mismo jugador en los compases finales del partido.
La propuesta inicial
José Alberto apostó por un 4-4-2 que ofreció una versión más estructurada de lo habitual en sus automatismos colectivos. Mariño en portería; defensa de cuatro para Geraldes, Peybernes, Álex Pérez y Molinero. La incorporación de la experiencia y sobriedad defensiva del diestro como lateral izquierdo ha sido uno de los ajustes del cuerpo técnico para intentar acercarse en mayor medida a las porterías a cero; por contra, también reduce el caudal ofensivo en una banda donde el extremo titular también es diestro. A su vez, la decisión reviste cierta polémica, al dejar fuera de sus planes a los otros dos laterales izquierdos disponibles, Carlos Cordero y Noblejas, así como en los próximos días se deberá decidir si Molinero se mantiene en el once en detrimento de Rober Canella, el tercer nombre sobre la mesa en la posición más poblada y más cambiante del año.
Por delante de ellos se mantuvo Cofie, otro de los hombres que han pasado del asiento a la titularidad para tratar de ganar encuentros desde la defensa. El africano no es ningún galáctico, pero las estadísticas colectivas respaldan su rol defensivo. Cofie complementa su falta de agresividad, esa que tanto gusta en la grada sportinguista de Salvador, con una mejor colocación táctica sobre el verde. Ayer se fue hasta las 14 acciones defensivas directas, y alguna que otra extra indirecta. A su vera, aunque con mayores libertades ofensivas y posicionales jugó Nacho Méndez como complemento al doble pivote. El asturiano celebró por todo lo alto su clasificación para el Fútbol Draft como una de los mejores promesas españolas en su puesto y dejó varias asistencias de remate, así como destellos de calidad que gustaron al espectador. Si el Sporting jugó por ciertos momentos al toque fue gracias a él y a Carlos Carmona. En el ámbito defensivo, Nacho se fue hasta las 21 acciones defensivas, su récord como jugador rojiblanco.
Volviendo al citado Carmona, sigue por debajo de su nivel, pero lo complementa con ganas y trabajo colectivo, el hombre de banda derecha llegó hasta las 13 acciones defensivas, así como dio la asistencia del gol y estuvo a punto de marcar una diana en la última jugada del encuentro. En el flanco contrario se encontraba Aitor, que lo intentó todo, pero como él mismo dijo en clave de humor en el interior de El Molinón, se dejó su pierna izquierda en casa. El fichaje de invierno fue uno de los hombres que más buscó el gol y la asistencia, aunque sin fortuna alguna. En su caso las apariciones en defensa se quedaron en 11.
En la delantera, Alegría aportó más peligro que Djuka al frente ofensivo, pero dejando a un lado el papel individual, se visualiza una pareja que puede llegar a cotas más altas. Ambos se encuentran cómodos jugando en pareja y cada vez se nota más. Si mantienen o mejoran sus prestaciones en la presión, parece probable que se les pueda seguir observando en la punta durante varias semanas consecutivas.
Los cambios
Traver por Aitor. Cambio de hombre por hombre y de rendimiento por rendimiento. El jugador procedente del Sporting B tampoco estuvo acertado y salvó su participación a base de atención defensiva.
Cordero por Peybernes. Entró en el minuto 85 por la lesión del francés, que el martes volverá a ser explorado de su molestia física. El zurdo cumplió en los minutos que jugó.
André Sousa por Nacho Méndez. El cambio llegó en el descuento, en otro caso de hombre por hombre, resultando más destacable que el movimiento de ficha, el hecho de haber guardado el ajuste hasta un momento tan prologando del evento.
Balón parado
Se evitaron en mayor medida los famosos contragolpes rivales después de los balones parados a favor, aunque si algo destacó fue la constancia en que Geraldes saque sus balones en largo desde la banda. La llegada de Alegría y los esfuerzos del portugués por mejorar su gesto se está convirtiendo en una nueva forma de ataque.
Nota final para José Alberto y su cuerpo técnico
Aprobado. El equipo está lejos de ser brillante o de aspirar a algo en la clasificación, pero al menos se ha cortado la hemorragia competitiva de comienzos del 2019.