El extremo, entre algodones desde hace una semana, es duda para el encuentro del domingo
12 abr 2018 . Actualizado a las 13:49 h.Bajo la etiqueta de «pendiente de evolución» se esconde el estado de Jony, entre algodones desde hace una semana, con una molesta lesión elongación en los isquiotibiales izquierdos.
Ayer, el extremo, no saltaba al verde de Mareo junto a sus compañeros pero poco después, en rueda de prensa, su nombre aparecía en la cabeza de Pablo Pérez, uno de los candidatos a su reemplazo, que no oculta la importancia del atacante de Narcea. «Esperemos que Jony evolucione bien. Sabemos lo que nos aporta. Creo que estará disponible», explicaba el mediapunta colegial.
El estado físico de Jony es, ahora, el principal punto de preocupación en la Escuela de Fútbol, con Michael Santos, también «pendiente de evolución», más lejano a estar el domingo que a poder participar. El esfuerzo del uruguayo, que no descansa ni en sus días libres, está fuera de toda duda aunque, en vista del primer parte médico del club, que estimaba su ausencia entre 15 y 20 días, parece complicado que pueda regresar en Valladolid.
Ante el Reus, Jony, forzó para estar a disposición de sus compañeros, e incluso disputó los noventa, pero su participación estuvo a un nivel más discreto de sus capacidades. Al término del encuentro, el propio jugador, reconoció que no estaba en las mejores condiciones. «Estoy fastidiado. Tengo molestias, ahora también en el isquio. Al proteger la otra zona se me ha cargado la otra. Sí, he forzado, me infiltré para poder jugar, no estaba al 100%».
Con cuatro días de margen, tres de entrenamientos, Baraja debe tomar la decisión: arriesgar, o no arriesgar, con Jony. El Sporting tiene, todavía, ocho encuentros por delante, aunque ahora afronta dos seguidos a domicilio: Valladolid y Cádiz. Las molestias de Jony generan preocupación en el sportinguismo y abren el debate sobre su participación en el momento que el equipo afronta el sprint final, con las opciones de ascenso intactas.