Análisis del partido rojiblanco desde el banquillo asturiano
06 mar 2018 . Actualizado a las 12:53 h.Volvió el peor Sporting, el que juega lejos de El Molinón. No obstante, ayer fue suficiente para llevarse los tres puntos de Sevilla, lo que no evita hacerse la pregunta de si el citado rendimiento será suficiente para lograrlo en campos más complicados como el del Huesca de Rubi, que será la siguiente cita rojiblanca a domicilio.
Todo lo que no fuera ganar al peor equipo de la categoría sería un fracaso y el Sporting venció, pero no convenció.
Propuesta de juego
Pipo Baraja intentó dar continuidad a lo visto en el Sporting-Osasuna, con un once muy similar al de la pasada jornada en el que se contaba con la baja por sanción de Michael Santos, que fue sustituido por Nano Mesa en una especie de 1-4-2-3-1 con cierta libertad para Rubén García a la hora de revolucionar la presión defensiva y dar dinamismo al ataque.
Sin embargo, el equipo asturiano solo pudo llevar el control del partido durante ciertas fases y estuvo por momentos a merced del filial local.
Cambios
En esta ocasión tuvo un movimiento magistral. La entrada de Hernán Santana por Rubén García para reforzar el mediocampo llegó cuando más estaba sufriendo el Sporting y fue clave para sostener al equipo en el encuentro. El canario dio más pausa al juego visitante y forzó varias faltas rivales que sirvieron para dar oxígeno a sus compañeros.
También tomaron parte en el juego Pablo Pérez, que salió en punta para sorpresa de parte de los aficionados en sustitución de Nano Mesa; y posteriormente entró Borja Viguera por Jony.
Balón parado
Los lanzamientos fueron muy deficientes, como viene siendo costumbre. Cabe reseñar que el viento jugó ayer más de una mala pasada y prueba de su fuerza se pudo observar en los doblados banderines de córner.
A nivel defensivo el equipo cumplió sin grandes problemas las situaciones de juego.
Nota final para Baraja
Aprobado raspado.
La victoria templa las aguas sportinguistas tras varios meses de sequía lejos de El Molinón, pero no convencen en absoluto de cara al futuro ante mayores retos. Baraja, su cuerpo técnico y los jugadores deben encontrar el modo de trasladar su gran solvencia como locales a los partidos a domicilio.
