Análisis
09 ago 2021 . Actualizado a las 11:58 h.El Real Sporting de Gijón confirmó esta semana el fichaje de Fran Villalba. El mediapunta llega cedido por el Birmingham City inglés con una opción de compra al final de la temporada. El futbolista valenciano, formado en la cantera del cuadro che, viene de acumular experiencia en la categoría, habiendo vestido la elástica de la UD Almería durante las dos últimas temporadas, donde estuvo en calidad de cedido, así como la del Numancia en la campaña 2017/2018. En el cómputo de estos tres años, Villalba suma 85 partidos oficiales en el campeonato liguero en los que ha acumulado un total de 9 goles -uno de ellos en El Molinón- y 12 asistencias.
El jugador responde al perfil de centrocampista creativo, desempeñándose preferentemente como mediapunta, y que también puede ocupar el rol de extremo izquierdo con total naturalidad. Tras unas campañas muy positivas en el Mestalla, filial del Valencia, y debutando de manera testimonial con el primer equipo en El Madrigal con solo 17 años.
Así juega Fran Villalba
Un futbolista de tres cuartos de campo, esa sería la definición rápida para Fran Villalba. Extremo izquierdo con tendencia a ir hacia dentro en su etapa de formación, mediapunta en su madurez, Villalba encuentra en los alrededores del área su zona predilecta para infligir daño al rival. Siguiendo con resúmenes sencillos, corta y al pie, el valenciano destaca cuando puede hacer la jugada que lleva su sello: recibir por dentro, orientar el control pudiendo girarse, recorte en seco si tiene un rival encima y pase filtrado. Esa secuencia ejecutada a alta velocidad, en no más de dos o tres toques, siendo, que se me permita la comparación, como un pivote adelantado, quien organiza el juego por dentro llevando el balón de un lado a otro o permitiendo avanzar a su equipo buscando los espacios de sus compañeros con el pase; con la gran diferencia de que esto lo hace en el último tercio y no en la base de la jugada, por lo que la incidencia de su acierto supone un importante peligro para sus rivales. Un gran 'aprovechador' de los desmarques del resto.
Y es que la libertad para poder moverse e incidir a distintas alturas y zonas del terreno de juego ayudan mucho a su juego. Es un futbolista al que le gusta intervenir, que quiere estar en permanente contacto con el balón. Si por momentos del partido no se encuentra cómodo al no poder recibir, abandonará fácilmente la mediapunta para dejarse ver por los costados o acercándose a los centrocampistas en apoyo para poder dirigir el rumbo de la jugada. Resulta habitual, a pesar de ser mediapunta sobre el papel, verlo acercarse a las bandas, a cualquiera de las dos, aunque con especial predilección por la izquierda, buscando 'la esquina' del área para poder colgar centros abiertos con su pierna dominante, la diestra; así como para buscar situaciones de remate cerca de la frontal en dicho sector. Sin embargo, como más productivo resulta a la hora de definir es cuando puede llegar a pisar área desde segunda línea, siendo un buen rematador al primer toque detectando la zona libre donde pueda disparar a puerta sin oposición, ya sea sorprendiendo llegando desde atrás -una especialidad- o 'escondiéndose' de la jugada, estando más abierto y alejado del balón, en la zona del segundo palo.
Parta de banda o no, no es un jugador que ejecute el rol clásico de extremo. No es un futbolista con capacidad de desborde en el uno contra uno y velocidad punta para buscar línea de fondo y centrar, sino que responde más al prototipo de jugador escurridizo, que regatea siempre con recortes en corto, con el balón pegado al pie, o pequeñas fintas, con una buena capacidad de giro y arrancada para zafarse de rivales cuando lo enciman. A campo abierto estas cualidades lucen menos, siendo un buen elemento para iniciar las transiciones ofensivas en conducción por estas características, aunque no tanto para dirigirlas, pues muestra aún margen de mejora en su toma de decisión en esas situaciones al contragolpe, pues no siempre elige la mejor opción a pesar de contar con una gran visión de juego para detectar los espacios para sus compañeros.
A nivel defensivo es un futbolista comprometido que ayuda en aquellas acciones que requieren de su desempeño, cumpliendo con las instrucciones defensivas que el entrenador le encomiende, aunque evidentemente no brilla por sus aptitudes defensivas. Más allá de eso, se le suele pedir que vaya a la presión acompañando al punta, aunque en ocasiones, por exigencia del sistema táctico, también se le ha visto cerrar el costado izquierdo en fase defensiva ocupándose del lateral rival independientemente de que en ataque ocupe otro rol, incluso como mediapunta. Exigencias del guion.
A priori, por la cantidad de recursos de los que goza David Gallego para su banda izquierda, parece que Villalba viene más a ocupar el sitio libre en la mediapunta, precisamente el rol en el que Aritz López Garai, su entrenador en Numancia y que en palabras del propio Villalba fue quien mejor rendimiento le sacó, considera que es su posición ideal. Futbolísticamente ha demostrado que cumple con lo necesario para rendir en un equipo de altas exigencias en la categoría, pero como ya recalcó el propio futbolista en su presentación, será fundamental que él cuente con la confianza suficiente para que las cosas se vayan dando, algo a lo que dan mucha importancia aquellos que le conocen bien. De momento, cuenta con las esperanzas depositadas de la afición del Sporting, que volverá con ganas de ver a uno de sus nuevos fichajes en El Molinón - Enrique Castro Quini.
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