Son casi 40 los murales que embellecen las calles de la capital asturiana, en el centro pero también en los barrios y en la zona rural. Este es un recorrido para contemplarlos y disfrutar
22 ene 2024 . Actualizado a las 17:41 h.Oviedo es una ciudad con mucho arte. Más de un centenar de esculturas embellecen las calles de la capital asturiana, a las que se suman un buen número de edificios monumentales. A este gran museo al aire libre se ha sumado en los últimos años una nueva expresión artística, el muralismo. Hace más de un lustro que la ciudad empezó a despuntar en este tipo de disciplina, que ha dado una segunda vida a medianeras y paredes que no tenían ninguna utilidad.
El Festival Parees está detrás de este auge. Seis años después de su nacimiento, Oviedo ya cuenta con una verdadera ruta por el arte urbano, de norte a sur y de este a oeste de la ciudad. Los impulsores del certamen han apostado por las temáticas asturianas para que cada edición cuente la historia y las tradiciones de la capital a través de los murales. Su principal distinción es el proceso participativo al que los artistas, tanto nacionales como internacionales, se tienen que someter para hacer realidad su obra. El colectivo Raposu Roxu es el encargado de la mediación artística. Gracias a esta forma de hacer, «la ciudadanía vive cada mural como propio», aseguran desde la organización. Además de la participación ciudadana, a través de vecinos y asociaciones, Parees se distingue por llevar las intervenciones artísticas fuera del centro de la ciudad y por la temática asturiana, que «limita» en parte la propuesta de los artistas.
La cita, que se celebra con carácter anual, ha sido también una forma de dignificar el arte urbano, asemejado socialmente al grafiti. Antes de la llegada de Parees, Oviedo solo contaba con algún mural aislado. Ahora, son cerca de 40 las obras que se extienden por la capital asturiana, formando ya una verdadera ruta. Los más espectaculares o especiales por su temática se pueden ver en este recorrido por el arte urbano de Oviedo que te proponemos a continuación.
La Centralilla de Ciudad Naranco
En la calle Lorenzo Abruñedo de Oviedo hay un edificio de viviendas que llama la atención de todo el que por allí pase. Es el número 24, que desde hace algo más de seis años luce un espectacular colorido. Es obra de la artista catalana Anna Taratiel y trata de recordar a la centralilla de Hidrocantábrico de Ciudad Naranco, demolida a principios de siglo pese a la oposición de los vecinos. Con motivo del cercano centenario de su puesta en funcionamiento, desde el festival Parees se quiso recordar a la construcción, a través de la que se suministraba energía eléctrica a la ciudad. Para su elaboración, se realizaron varias reuniones entre los vecinos del edificio y la artista, antes de que comenzase su intervención.
El Camino es el destino
Si nos dirigimos hacia la zona de la Argañosa, en la calle Favila, 2 nos podemos encontrar otro significativo mural, pintado por Emily Eldridge en la edición de Parees 2021. La obra, titulada El Camino es el destino, hace referencia a Oviedo como origen de la Ruta Jacobea, pues de la capital asturiana parte el Camino Primitivo. La obra representa no solo a un peregrino, sino también la «búsqueda de un significado más profundo a lo largo de los viajes de la vida», según explica la propia artista en el portal Street Art Cities.
El Triunfo de Baco
Nuestra ruta sigue hacia la zona del Cristo para descubrir otro de los murales más significativos de Oviedo, ubicado en una medianera del número 110 de la calle Fuertes Acevedo. Es la primera obra en España del artista italiano Andrea Ravo Mattoni, que a través de sus trabajos realizados con espray pretende trasladar al espacio público las obras de grandes maestros de la historia del arte con el fin de democratizar el patrimonio. Su intervención en la capital asturiana se basa en la obra El Triunfo de Baco de Diego Velázquez, expuesta en el Museo del Prado (Madrid).
Samir Toumi
La ruta sigue en la zona de la Ronda Sur de Oviedo, aunque los que tengan ganas de caminar pueden pasar por Montecerrao y ver el homenaje a la científica Margarita Salas, obra de la artista asturiana Catalina Rodríguez Villazón. Ya en la calle Otero, se encuentra la obra del artista marroquí Samir Toumi, realizada en la última edición del Festival Parees. Es su primera intervención artística en Europa y está inspirada en el traje tradicional asturiano. Samir contó con la colaboración de Made by Kös, con quien recreó una escena campesina, un instante que reflejó en su gran mural.
Maternidad
También junto a la Ronda Sur de Oviedo, en la calle Goya, 1, se encuentra la obra de la pintora y muralista catalana Elisa Capdevila. Representa un beso de una madre a su bebé y fue realizada en la primera edición de Parees.
Oviedo
Llegados a este punto conviene desviarse hacia la Tenderina, donde los amantes del arte urbano se pueden encontrar con dos obras especiales. Una de ellas lleva por título Oviedo y está en el número 40 de la avenida Torrelavega. Allí, el italiano Luogo Comune realizó un gran mural dedicado a la ciudad e inspirado en el testimonio de decenas de personas que participaron en la campaña «¿Qué crees que hace especial a la ciudad de Oviedo?». Fue impulsada desde el Festival Parees y desde el Área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento y las respuestas fueron trasladadas al artista, quien plasmó la información recibida en un gran mural cargado de iconografía que muestra la historia y la naturaleza de la capital asturiana.
Dolores Medio
Seguimos en el mismo barrio para visitar el mural de la gallega Lidia Cao, en el número 51 de Tenderina Alta. Allí, rinde homenaje a la escritora ovetense Dolores Medio con una obra que combina su condición literaria con su faceta de mujer adelantada a su tiempo, que reivindicó la igualdad de género y que sufrió la censura de la época. Dolores Medio aparece sentada frente a su máquina de escribir mientras dos buitres la acechan por la espalda.
Sidros
Muy cerca, en la confluencia entre las calles Joaquín Costa y Ángel Cañedo, está un mural de la artista catalana Alba Fabre Sacristán. Lleva por título Sidros y hace referencia a la tradición de las mascaradas de invierno, que conoció gracias a un encuentro con la asociación Sidros y Comedies El Cencerru, de Valdesoto. El colectivo lucha por mantener esta manifestación e incorporar a las mujeres en su representación. Los dos sidros que engalanan la fachada de Teatinos transmiten el entusiasmo y la velocidad de sus actuaciones, que representaron bajo el mural para su puesta de largo.
Las pandereteras
Si cruzamos a la zona del Milán podemos encontrarnos con este mural, que llama la atención de quienes circulan por el bulevar de San Julián de los Prados. Es obra de los artistas uruguayos Colectivo Licuado y se encuentra en la calle Amparo Pedregal, una de las feministas pioneras en los estudios de género en la Universidad de Oviedo. La obra está dedicada a la mujer asturiana y tiene cuatro pisos de altura. Representa a un grupo de pandereteras y está inspirada en dos colectivos que trabajan en la recuperación del folclore asturiano.
Escalera de acceso al campus del Milán
En la misma zona se encuentra la obra de Manu García, que embellece las escaleras de acceso al campus del Milán. En esta representación artística, dividida en dos paredes, se pretende hacer un homenaje a las fiestas de prao, con su lado más familiar y tradicional de día y su juerga nocturna.
Taxis
Si seguimos en la misma ubicación podemos ver otra de las obras más recientes del Festival Parees, en el Colegio Público Novo Mier, donde se ubica la obra de Dimitris Trimintzios. Es especial porque se divide en tres paredes y también es fruto de un proceso participativo en el que colaboraron los alumnos y alumnas del centro. Una de las paredes está dedicada al triciclo, otra luce una bici con ruedines y la última está completada con dibujos de manillares, ruedas y sillines llenos de color.
La vendedora del Fontán
Desde Pumarín, cruzamos al centro para continuar con nuestro recorrido por los murales de Oviedo en la calle Azcárraga, donde se encuentra la obra de Marina Duarte Santos. Hace homenaje a las mujeres que llegaban cada semana a la ciudad para vender los mejores productos de su huerta. Un mural repleto de detalles que tiene como protagonista a María Jovellanos García, una mujer allerana a la que identificó su propia nieta después de una campaña con la que buscaron su identidad.
Fábrica de Loza
Muy cerca de la vendedora del Fontán está otro mural que llama la atención por su realismo. Es obra de Manolo Mesa y se encuentra en la calle Martínez Vigil, 9. Allí se rinde homenaje a la antigua fábrica de loza de la parroquia de San Claudio. Fue fundada en 1901 y contó con innovadoras técnicas de decoración de cerámicas. La intervención fue fruto de un proceso colaborativo en el que personas con algunas piezas de esta fábrica participaron para formar la composición final.
Homenaje a Leopoldo Alas Clarín
Denís y Cris están detrás de la firma Twee Muizen, que en holandés significa «dos ratones». Los dos artistas, de origen gallego, fueron los elegidos para hacer este mural de la calle Santa Clara en homenaje a Leopoldo Alas Clarín y como reconocimiento a su internacionalización de la ciudad de Oviedo a través de La Regenta. Uno de los objetivos de este proyecto era recuperar el mural de los años 80 ubicado en el mismo lugar y obra de Florentino Fernández, que se encontraba muy deteriorado. El propio artista prefirió que se compusiera desde cero y dentro del festival Parees se organizó un concurso internacional gracias al que se recibieron más de 70 propuestas diferentes. La de Twee Muizen fue la ganadora, tras lo que fue necesario reparar el muro para comenzar la intervención. El resultado fue un mural que hace la fotosíntesis gracias a los materiales con los que está pintado.
¿Ganas de más? Nos vamos a la zona rural
Es difícil seleccionar murales entre todas las propuestas que encierra Oviedo. Quienes realicen la ruta propuesta podrán descubrir más en ese recorrido y los que aún así se queden con ganas de más, pueden desplazarse hasta la zona rural para seguir disfrutando de arte urbano. En Olloniego se encuentra la obra de Matt Velvet, que trata la temática minera y fue fruto de un proceso participativo con la asociación de vecinos de la localidad. También en Tudela Veguín está otro de los mulares significativos, en este caso como homenaje al artista Tino Casal y obra de XAV. Por último, en Trubia se encuentra la obra del artista catalán Roc BlackBlock, en la que se puede ver una colada de fundición que se realizó con motivo del centenario del casino.