Así es como Oviedo dará vida a la fábrica de gas: los ejemplos europeos que inspiraron su reconversión
LA VOZ DE OVIEDO
Las obras para regenerar este espacio industrial de más de 12.000 metros cuadrados ya han comenzado. El fondo de inversión detrás de este proyecto pretende darle en mayor medida un uso residencial al complejo
07 jun 2024 . Actualizado a las 09:32 h.La Fábrica de Gas de Oviedo pasará a ser más pronto que tarde parte de la historia de la ciudad. Las obras para regenerar este espacio industrial de más de 12.000 metros cuadrados que Ginkgo Advisor adquirió a EDP por valor de 4,5 millones de euros ya han comenzado después de casi cuatro décadas, entre uno y otro, de espera. El fondo europeo de inversión ha iniciado ya las tareas para cumplir «cuanto antes» el propósito de dar un nuevo uso a esta factoría que durante al menos un siglo abasteció de agua potable y suministró de alumbrado a la capital asturiana. Darán así una segunda vida al complejo fabril para dotar de un nuevo motor de desarrollo económico, cultural y social a la ciudad. En muchas localidades de Europa, por ejemplo, esta transformación ha sido todo un éxito.
Con este objetivo, han empezado a demoler parte del complejo. Por el momento, se ha retirado ya uno de los elementos más perniciosos, sobre todo para los vecinos, como es el amianto. Se están llevando además a cabo las demoliciones pertinentes de aquellos elementos que se encuentran en estado de ruina, aparte de eliminar todo residuo peligroso. Una vez realizadas estas tareas los operarios se encargarán de las labores de limpieza. Recogerán todas las estructuras para poder nivelar el terreno que está en una posición de caída y que por tanto dificulta los trabajos.
La tercera fase de actuación comprende todo el proceso de descontaminación. Se trata, por tanto, de una de las labores más importantes dado que se deben eliminar cuidadosamente todas aquellas sustancias perjudiciales para la salud y que son fruto de la actividad industrial que se ha desarrollado durante años en este complejo situado entre las calles Paraíso, Postigo y Azcárraga. Entre estos elementos se encuentran, entre otros residuos, los asbestos, hidrocarburos e hidrocarburos que están sobre todo el terreno y que por razones obvias se deben eliminar.
También los elementos protegidos como la chimenea, el gasómetro, el horno, el depósito de aguas o la Popular Ovetense serán descontaminados. Estas construcciones están «completamente impregnadas» de sustancias tóxicas debido a que en su día servían a la propia actividad industrial de una forma más intensa. Como estas estructuras serán además las únicas que se conversen de toda la planta ovetense de gas, serán sometidas a trabajos de rehabilitación para así darles una segunda vida.
Son varias las tareas a realizar y, por tanto, el proceso de reconversión de la Fábrica de Gas de Oviedo «va a llevar su tiempo». Según fuentes consultadas por este medio, se estima que hasta al menos el mes de octubre los operarios trabajen activamente en la limpieza y la descontaminación del complejo industrial. Y una vez que el espacio se encuentre en unas condiciones «muy aceptables» es cuando se llevará a cabo el proyecto de transformación que el afamado arquitecto navarro Patxi Mangado ha diseñado.
Desde el fondo propietario, especialista en la regeneración urbana de este tipo de ámbitos, planean abrir al público la Fábrica de Gas con la habilitación de cinco vías de acceso diferentes «que van a parar a una plaza pública». También con el objeto de que todos los ciudadanos puedan entrar y beneficiarse de este complejo parte del espacio irá destinado a zonas verdes. En el proyecto se contempla además la realización de una pasarela que conecte directamente «por medio de un ascensor» este ámbito con la Catedral de Oviedo.
Además de mejor la calidad del aire y del agua en la ciudad, aparte de acabar con los puntos negros y las tierras contaminadas que existen en esta zona y que suponen un problema para la salud de los vecinos, con el objeto de «solventar el problema y la necesidad que tiene la ciudad de contar con un espacio residencial», Ginkgo Advisor pretender convertir el recinto fabril en una zona de viviendas, comercial y urbano.
Ejemplos europeos de fábricas a las que se les ha dado una segunda vida
Para desarrollar este proyecto el fondo europeo de inversión ha tenido en cuenta la reconversión de otras fábricas de gas, sobre todo para ver qué han hecho otros países para regenerar los elementos más importantes de estos complejos. Para el gasómetro, por ejemplo, las fuentes consultadas aseguran que han valorado la utilidad que ciudades como Londres, Estocolmo o Viena han dado a sus respectivos tanques en los que se acumula aquella materia que debido a su estado de agregación no tiene forma ni volumen propio.
«Allí lo han desarrollado y lo han regenerado, convirtiéndolo y dándole una utilidad, recuperándolo y rehabilitándolo como elemento residencial», aseguran a este medio. Y es que en las grandes ciudades europeas han sabido reconvertir sus fábricas y darles un nuevo uso. A continuación se detallan algunos de los casos más llamativos:
- Reino Unido
En algunos lugares de Reino Unido todavía es posible contemplar las grandes estructuras metálicas que un día sirvieron para almacenar el gas que iluminaba las calles y calentaba los hogares. En ciudades como Birmingham, Manchester, Sheffield, Leeds, Newcastle, Salisbury los gasómetros aún se mantienen en pie al ser catalogados por su interés histórico. En algunos lugares incluso se les sigue dando uso como en King's Cross, en Londres, donde se han construido edificios de viviendas y un pequeño parque dentro de dicho tanque. El situado en Glasgow, Escocia, se convirtió por su parte en un emblemático punto de referencia industrial.
- Alemania
En el distrito alemán de Schöneberg, la estructura de acero cilíndrica hueca de casi 80 metros de alto, 50 de diámetro y 160.000 metros cúbicos de capacidad se ha reconvertido en un edificio de oficinas y centro de conferencias. En cambio, en la localidad germana de Oberhausen, el gasómetro de la ciudad ahora es un museo y un espacio para exposiciones de arte y eventos culturales. El de Dresde también ha sido convertido en un centro cultural, al igual que el de Leipzig.
- Suecia
La Fábrica de Gas de Estocolmo es también otro excelente ejemplo de cómo los espacios industriales históricos pueden ser revitalizados y adaptados para usos contemporáneos. Conocida como Gasklockan, la factoría sueca ha sido transformada en un área que alberga tanto viviendas residenciales como oficinas. También incluye espacios para actividades culturales y sociales
- Austria
En la capital austríaca los cuatro enormes tanques que durante años fueron utilizados para almacenar gas para la ciudad de Viena fueron transformados en un gran complejo multifuncional. Los gasómetros acogen así apartamentos, oficinas, un centro comercial, un cine y un salón de conciertos.
- Países Bajos
Uno de los grandes ejemplos de reconversión industrial lo encontramos en Ámsterdam. En la capital neerlandesa dieron a finales del siglo pasado una nueva vida a su fábrica de gas. Con nada más y nada menos que 133 años de historia, el complejo alberga ahora restaurantes, bares, espacios de trabajo compartido y hasta salas de cine o locales para eventos culturales.
- Francia
La comuna francesa de Saint-Denis es otra de las localidades europeas que apostaron por darle una segunda vida a la fábrica que durante años suministró de luz y gas al distrito. Han reconvertido el complejo, destinando parte del mismo a viviendas. También la antigua fábrica alberga ahora oficinas y negocios comerciales, así como espacios culturales y comunitarios.
- Suiza
La producción de gas en la ciudad de Schlieren se interrumpió en 1972, cuando la ciudad suiza de Zúrich se pasó al gas natural. Tras perder su función principal, el gobierno municipal decidió dotar de un nuevo uso al complejo industrial para que no acabase convirtiéndose en pasto de la maleza. Con este propósito, transformaron así la factoría en un espacio cultural y residencial.
Estos son solo algunos de los ejemplos que muestran la diversidad de usos que pueden tener las antiguas fábricas de gas tras su reconversión, desde espacios culturales y museos hasta complejos residenciales y de oficinas. El hecho de dar una segunda vida a la factoría ovetense supone «dar luz y presencia» a una ciudad que a día de hoy su arquitectura «apenas está reconocida internacionalmente». Mientras que al mismo tiempo cubre «una necesidad enorme como es la residencial».