Street Soul, el grupo que ha conquistado Oviedo tocando en la calle: «Es difícil tener una acogida tan buena como la de aquí»
LA VOZ DE OVIEDO
Miguel, David y Manuel alegran los paseos de los ovetenses al ritmo de la música de su batería y saxofones. La banda se ha ganado el cariño de quienes pasean por Uría y alrededores o recorren el casco antiguo
10 dic 2023 . Actualizado a las 11:06 h.Si paseas por la calle Uría a menudo o recorres el casco antiguo de Oviedo, les habrás escuchado alguna vez. Son tres jóvenes apasionados de la música que tratan de transmitir su alegría a los viandantes. La banda lleva por nombre Street Soul y tiene dos años de trayectoria, un tiempo que ha servido para ganarse el cariño de la ciudad a ritmo de batería y saxofones. Sus integrantes actuales son Miguel Álvarez Aniorte, David El Mountassar Cano y Manuel Alén Bellas. El primero murciano, el segundo valenciano y el tercero, gallego, tienen entre 22 y 26 años y sus vidas se unieron en el Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias.
«Todos empezamos con la música cuando éramos muy niños, con seis o siete años. Estuvimos en escuelas de música, pasamos por el conservatorio y ahora estamos en el superior, que corresponde con lo que sería la carrera», explica Miguel Álvarez. En el Consmupa (Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias) coincidieron como estudiantes, él de composición —aunque también tiene formación en percusión— y David y Manuel de interpretación en el itinerario de saxofón.
Cuando España se encontraba todavía inmersa en la lucha contra la pandemia de coronavirus, a finales del 2021, formaron el grupo. En un principio Miguel y David estaban acompañados por otro integrante, Javier. Eran momentos complicados para la música. «No se hacían conciertos ni nada y surgió la idea de salir a la calle a ver qué pasaba», reconoce Miguel. Y desde la primera actuación tuvieron buenas sensaciones. «Nos gustó mucho, veíamos que a la gente también le gustaba y también vimos rentabilidad», reconoce Miguel.
Así empezó todo. Oviedo se convirtió en su sede oficial, pero ese mismo verano recorrieron España tocando en otras ciudades como Salamanca, Madrid, Valencia o San Sebastián. De forma paralela, continúan con sus estudios en el Conservatorio Superior y dan clases particulares de manera independiente. Pero Street Soul está siendo una experiencia muy gratificante.
«A la gente le suele gustar mucho, nosotros al principio teníamos el miedo de que no gustara porque se aleja un poco de lo que estudiamos. Estudiamos música clásica y aquí hacemos más canciones modernas. Incluso nuestros profesores nos decían que no era adecuado para lo que estábamos estudiando. Pero en cuanto salimos la primera vez a la calle, a la gente le encantó, entonces nos sorprendió y seguimos», relata Miguel.
«Hay mucha gente que se para a decirnos que lo hacemos bien, nos preguntan si tenemos disco o nos sugieren que nos apuntemos a Got Talent»
«Hay mucha gente que se para a decirnos que lo hacemos bien, nos preguntan si tenemos disco o nos sugieren que nos apuntemos a Got Talent», confiesa Manuel Alén. Incluso sus profesores del Conservatorio cambiaron de opinión y han acabado apoyando la propuesta «innovadora» de este grupo callejero, al que después de las primeras actuaciones empezaron a reclamar para hacer eventos.
«De las primeras veces que estábamos tocando en la calle nos llamaron para una boda. Es algo que sucede mucho, nos ven tocar, cogen nuestro Instagram y nos contactan para contratarnos en eventos. La primera fue curiosa porque acabábamos de empezar y no teníamos casi repertorio, teníamos que cubrir hora y media y nos pusimos las pilas en una semana ensayando muchas horas al día para llegar; además era en el Reconquista», recuerdo David El Mountassar.
Tocar en la calle con Street Soul se ha convertido para ellos en una inyección económica importante para costear sus estudios y su vida en Oviedo, una ciudad a la que los tres se desplazaron hace unos cuatro años para completar su formación musical. La calle ha sido, además, la forma en la que acercarse a la gente. «Los músicos vivimos de conectar con el público y si no hay conciertos ni otras oportunidades, se puede encontrar en la calle esa vía con la que poder tocar y acercarse a la gente», asegura Miguel.
No obstante, ser músicos callejeros está asociado en ocasiones a personas en situaciones de vulnerabilidad que utilizan este medio para buscarse la vida. Algo de lo que también son conscientes los jóvenes integrantes de Street Soul. «Hay veces que nos preguntan si tenemos para comer o si necesitamos que nos den más. Tememos que la gente piense que lo hacemos por eso, porque hay personas que se acercan y nos dicen que qué hacemos nosotros en la calle y nos dan ánimos como si estuviéramos en una situación precaria», asegura David. Sin embargo, el objetivo de la banda no fue otro que alegrar las calles con música en directo después del coronavirus, cuando los conciertos y todo tipo de actuaciones desaparecieron de nuestras vidas de un plumazo.
El condicionante fundamental que decide si salen o no a tocar a la calle es el tiempo. La lluvia impide muchos días que puedan tocar en la vía pública. Para hacerlo, cuentan con un permiso del Ayuntamiento de Oviedo, en el que se determina en qué calles pueden tocar, el horario en el que pueden hacerlo —de 10.00 de la mañana a 20.30 horas de la tarde— y el tiempo máximo en la misma ubicación, que es de dos horas. Pese a ello, el volumen de los instrumentos hace que «a menudo algún vecino llame a la policía». «Casi todos los días viene la policía, nos pide la autorización y se la damos y no hay ningún problema», cuenta David.
También se encuentran con otros artistas callejeros o personas en situación de vulnerabilidad que piden en la vía pública. «En la calle puede pasar de todo, que llueva, que haya alguien pidiendo donde nos vamos a poner… Pero tenemos diferentes soluciones. Cuando se da el último caso lo que hacemos es ayudarles económicamente, al menos para que puedan sobrepasar el día de la mejor manera posible», detalla Miguel. En el caso de que haya otros artistas callejeros, el objetivo es que todos puedan actuar.
«Estamos muy agradecidos a la gente de Oviedo por siempre escucharnos, por siempre estar atentos, por siempre estar ahí y no cansarse de nosotros»
Celebran, además, la cultura musical que existe en Oviedo, donde hay «muchísimo movimiento» entre orquestas, ópera o zarzuelas. Algo que creen que influye en que la acogida de los ovetenses a la propuesta de Street Soul haya sido «muy buena». «Hay ciudades en las que la gente está más acostumbrada a ver músicos callejeros —ponen como ejemplo Madrid— pero aquí en Oviedo no es tan común», recuerdan. Por eso las experiencias en la capital asturiana han sido buenas, al igual que en Gijón o en otros puntos de la región a los que han ido.
«Estamos muy agradecidos a la gente de Oviedo por siempre escucharnos, por siempre estar atentos, por siempre estar ahí y no cansarse de nosotros. Siempre vamos a intentar tener repertorio nuevo y agradarles, interactuar con los niños que se acercan. En otras ciudades igual después de tanto tiempo no sería tan acogedor», celebra David. Pese a llevar dos años en la calle «la gente sigue respondiendo». «Es difícil tener una acogida tan buena como la que tenemos aquí en Oviedo», consideran.
Centrados en sus estudios y con la idea de hacer un máster una vez concluida su formación en el Conservatorio Superior de Música de Asturias, reconocen que el futuro de Street Soul es «incierto», aunque en ningún caso quieren que el grupo llegue a disolverse. «Siempre habrá días para juntarnos y mantenerlo vivo», confía David, aunque sus carreras profesionales les vuelvan a separar y tengan que dejar Oviedo, una ciudad a la que siempre estarán agradecidos.
Pero mientras llega ese momento, seguirán dando ritmo y alegría a Oviedo desde la calle Uría o desde la calle Rúa, sus escenarios más habituales. A mayores, las bodas, los cumpleaños y todo tipo de eventos se han convertido en otro de los puntos fuertes de esta joven banda que ha conquistado con su música el corazón de los ovetenses.