Adiós a otro clásico de Oviedo: la ferretería Campoamor cierra después de 50 años de actividad

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez ESTHER RODRÍGUEZ

LA VOZ DE OVIEDO

La Ferretería Campoamor liquida todos sus productos antes de cesar su actividad para siempre
La Ferretería Campoamor liquida todos sus productos antes de cesar su actividad para siempre

Sus propietarios, Isabel y José Ignacio Caso, esperan liquidar todos los productos antes de bajar para siempre las persianas de este negocio familiar

14 oct 2023 . Actualizado a las 09:57 h.

En el escaparate de la Ferretería Campoamor, situada en la calle homónima, luce desde hace unos días un cartel en el que se informa que se liquidan los productos. En otro letrero se señala que por el precio de uno puedes llevarte dos útiles de bricolaje, herramientas o cualquier elemento de cerrajería. Pero, ¿a qué se debe este descuento? Pues el motivo es que los propietarios de este negocio familiar que lleva más de 50 años abierto en Oviedo han decidido cesar la actividad por problemas económicos.

«Tenemos más pérdidas que ganancias y no podemos seguir así», lamenta Isabel Caso, quien confiesa que ni a ella ni a su hermano José Ignacio les ha resultado nada fácil tomar esta decisión. «Llevábamos un tiempo diciendo que teníamos que cerrar, pero lo íbamos alargando, hasta ahora, que ya llegamos a un punto en el que no podemos continuar», apunta la propietaria de la Ferretería Campoamor.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los clientes, que no se esperaban para nada que las puertas de esta emblemática ferretería fuesen a cerrar para siempre. «No paran de decirnos que les da mucha pena, que después de tantos años viniendo aquí, a dónde van a ir a partir de ahora... Pero claro, no podemos seguir», asegura emocionada Isabel Caso.

No obstante, los clientes aún tienen tiempo para poder despedirse de Isabel y José Ignacio. También, si lo desean o necesitan, podrán hacer acopio de los materiales y productos de bricolaje y cerrajería que todavía andan rodando por las estanterías de la ferretería. «Hasta final de mes estaremos liquidando, pero lo vemos un poco difícil porque lo que nos queda es a lo que más trabajo cuesta darle salida. Así que a ver si conseguimos vender todo», cuenta Isabel Caso.

En el momento en el que liquiden todo, o aquella cantidad de productos que consideren oportuna, Isabel y José Ignacio bajarán para siempre las persianas del negocio que no solo les ha visto crecer profesionalmente, sino también personalmente. Además, pondrán punto y final a la historia de este comercio que se ha convertido en un clásico de la ciudad.

Para conocer la historia de la Ferretería Campoamor hay que remontarse a los años 70 del siglo pasado. Por aquel entonces, el matrimonio conformado por Cándido Caso y María Sofía García había regresado a su ciudad natal, Oviedo, y lo hacía para empezar de cero. Previamente, los cónyuges habían emigrado a Sudamérica en busca de oportunidades. Allí formaron una familia y comenzaron una nueva vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, como la situación se puso «muy pero que muy fea» decidieron volver a casa.

«Regresamos todos para Oviedo. Mis padres, mis hermanos, José Ignacio y José Carlos, y yo. Como mi padre allí en Chile tenía una ferretería, se animó y montó una aquí. Lo hizo con un primo suyo que también tenía una ferretería», rememora Isabel Caso, quien, junto con su hermano José Ignacio, cogió las riendas del negocio cuando sus progenitores se jubilaron.

En la ferretería Campoamor aún quedan a la vente productos de cerrajería
En la ferretería Campoamor aún quedan a la vente productos de cerrajería

Desde que abrió sus puertas en la calle Campoamor, la ferretería «fue siempre muy bien». Sin embargo, las tornas cambiaron con la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia del coronavirus. A partir de ese momento, las ventas cayeron drásticamente. Aunque hubo un momento en el que «parecía que remontábamos», nada más lejos de la realidad: «Íbamos, y vamos, todo el rato cuesta abajo».

Y por si fuera poco, a esto hay que sumarle la competencia online. Cada una de las plataformas y tiendas que venden por internet «nos perjudicaron de lleno». También que la calle Campoamor se convirtiese en una zona de paso completamente peatonal redujo considerablemente la clientela. «Antes teníamos clientes que venían siempre, pero desde entonces entra una persona cada cierto tiempo, y a lo mejor cuando lo hace viene a buscar algo que ya no tenemos», lamenta Isabel Caso, quien anima a todo el mundo a pasarse por la tienda.

Un cúmulo de circunstancias que han llevado a los hermanos Caso García a tomar la «dura» decisión de liquidar todos los productos de la tienda para bajar sus persianas para siempre. «Está siendo difícil porque, aparte de que nos da pena, hay gente que viene a buscar algo, pero muchas cosas ya no las tenemos. Y no podemos hacer ningún pedido, porque sino es seguir alargando más esto, y al final va a ser peor», reconoce Isabel.

Los hermanos no se plantean traspasar el negocio ni tampoco piensan en el futuro. «De momento lo que queremos es salir de aquí; después ya veremos qué hacemos, porque tampoco tenemos la edad para jubilarnos. Tendremos que buscarnos la vida, no nos queda de otra», sentencia la ferretera.