Así es El Peso, una ferretería con más de 90 años de historia en Oviedo

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Juan Fernández es la cuarta generación de la ferretería El Peso, un negocio que pusó en marcha su abuelo en Oviedo en el año 1932
Juan Fernández es la cuarta generación de la ferretería El Peso, un negocio que pusó en marcha su abuelo en Oviedo en el año 1932

El negocio familiar va por su tercera generación y a día de hoy sigue siendo un referente en el sector en la capital asturiana

18 jul 2023 . Actualizado a las 09:40 h.

Corría el año 1932, cuando Alfredo Fernández partió de su localidad natal, Moreda, en Aller, y puso rumbo a la capital asturiana para emprender y así buscar un futuro mejor. Aunque todos los comienzos son difíciles, en su caso podríamos deducir que el miedo a fracasar no era algo que rondase mucho su cabeza. El allerano ya tenía experiencia empresarial. Por aquel entonces contaba con dos cines y además había sido sastre, aparte de tener un surtidor de gasolina, tal y como asegura su nieto Juan. Sin embargo, en Oviedo, apostó por abrir las puertas de una ferretería. Un negocio que ha cambiado hasta en tres ocasiones de ubicación y que a día de hoy se ha convertido en un referente en el sector, siendo la tercera generación de la familia la encargada de mantener más vivo que nunca el mismo.

La ferretería El Peso cambió hasta en tres ocasiones de ubicación. Actualmente se sitúa en el número 56 de la calle Rosal de Oviedo
La ferretería El Peso cambió hasta en tres ocasiones de ubicación. Actualmente se sitúa en el número 56 de la calle Rosal de Oviedo

En un primer momento, la ferretería se inauguró en el barrio de Teatinos, de ahí que recibiera el nombre de esta zona ovetense, y además tenía una zona dedicada a los ultramarinos. «De hecho, durante la Guerra Civil administraban cartillas de racionamiento», cuenta Juan Fernández, quien actualmente está al frente de la misma, junto con su hermana Marta. Después de dos décadas de actividad, el negocio se trasladó a un bajo comercial que hacía esquina entre la calle Jesús y la calle del Peso. De esta última vía heredó el apodo con el que se sigue llamando a día de hoy: ferretería El Peso.

Tras mudarse a este local, situado a escasos metros de la plaza del Ayuntamiento, se fueron incorporando al mismo el hijo y tres nietos de su fundador, entre ellos Juan, quienes, a partir de ese momento, se hicieron responsables de poner a disposición del público útiles para el bricolaje o la construcción, así como herramientas de pequeño tamaño o todo tipo de clavos y tornillos, entre otros. Un comercio que, junto con el ruido de la máquina de copiar llaves, «eran una parte del paisaje “del Oviedo de toda la vida”». Sin embargo, y por desgracia, una tarde de finales de junio de 1999 el edificio se hundió y con él el negocio.

Así lucía la ferretería El Peso, en la calle homónima de Oviedo
Así lucía la ferretería El Peso, en la calle homónima de Oviedo

«No nos pilló dentro de milagro porque acabábamos de cerrar. Teníamos un despacho en el altillo y en la mesa que yo estaba, a los 15 minutos tenía toneladas de escombro encima. Quedó atrapado todo e incluso la mercancía», rememora Juan Fernández, antes de señalar que estuvieron «al borde de la ruina». Sin embargo, tanto él como sus hermanos pudieron sortear esta situación «gracias» al tener abierta una sucursal en Santo Domingo. Además, recibieron un golpe de suerte, ya que pudieron liberar el ordenador de entre los cascotes. «Aunque estaba todo machacado, el disco duro no se dañó y pudimos facturar, porque en nuestro negocio el mostrador es muy importante, pero la facturación a empresas, más», apunta.

Tercer y último traslado de la ferretería El Peso

De inmediato, los nietos de Alfredo Fernández se pusieron a buscar otro local para continuar con la actividad de la ferretería El Peso. Encontraron un bajo en la calle del Rosal y, «aunque a lo mejor no fue una buena idea porque tiene dos alturas», en tres meses lo adecuaron y abrieron sus puertas al público, a los profesionales y a las empresas. Desde entonces no las han cerrado y esperan no tener que hacerlo nunca. En cambio, sí que han tenido que bajar para siempre la persiana de la sucursal, ya que, tras una de las crisis fuertes de la construcción, las «cuentas ya no salían».

Más de 20.000 productos 

Tal es la «dilatada» trayectoria de ferretería El Peso que, desde hace tres generaciones, este negocio familiar se ha mantenido como un referente en el sector en Oviedo. A día de hoy, tanto Juan Fernández como su hermana Marta y sus empleados ponen a disposición de los clientes un extensísimo abanico de productos. Concretamente, ofrecen un surtido de más de 20.000 referencias «a los precios más competitivos», aparte de brindar un «serio y profesional» asesoramiento. Esto ha hecho que la ferretería el Peso cuente con una fiel clientela. «Tenemos una parte de mostrador importante porque son muchos años y ya nos conocen, pero la mayoría de los clientes son empresas», detalla Juan Fernández, quien asegura que a diario trabajan para «hacerlo lo mejor posible».

Cartel de la ferretería El Peso. Este negocio familiar tiene 91 años de historia en Oviedo
Cartel de la ferretería El Peso. Este negocio familiar tiene 91 años de historia en Oviedo

Al fin y al cabo, una de las ventajas que tiene el comercio tradicional frente a las grandes superficies es la atención personalizada. Si tenemos en cuenta los costes, la cosa ya cambia. «Desde hace unos años los márgenes comerciales están muy ajustados, porque las multinacionales de ferretería y bricolaje están tan asentadas que hacen que la competencia sea muy dura. Y ya si te mueves en el mundo de suministro a empresas, que cada vez afinan más, pues te pasas el día haciendo presupuestos ajustando los costes al máximo», cuenta Juan Fernández, antes de confesar que el negocio sigue siendo rentable: «No sé hasta qué punto son autoempleos con riesgo», dice.

Bajo esta premisa, el propietario de la ferretería El Peso señala que se trata de un negocio en el que hay que trabajar mucho y, además, a jornada partida. Y, para más inri, deben hacer frente al cambio de modelo de consumo. «Ahora compites con un Amazon que compras hoy, y mañana ya lo tienes en la puerta de casa y, además, a unos márgenes que no entiendes. Al aparecer el actor de la venta online es otra vuelta de tuerca; solo hay que pegar un vistazo alrededor. Ya ves cómo está el centro de la ciudad, que solo quedan cuatro calles comerciales y si te alejas del centro es desolador ver la cantidad de locales vacíos. Si pegas un vistazo un poco más amplio por Europa, concretamente, los negocios de ferretería han desaparecido de las grandes ciudades», cuenta Juan Fernández.

Aunque el futuro en el sector es «muy incierto», ferretería El Peso tiene experiencia en hacer frente a situaciones de crisis. «No solo pasamos una, sino unas cuentas», asegura. Y no solo han sido financieras, sino también sobrevenidas, como fue el caso del hundimiento del edificio, donde les «pilló toda la mercancía dentro» e incluso «la historia familiar». «Yo ahora lo cuento todo de memoria, pero en un pequeño despacho teníamos la papelería de cuando mi abuelo vino a Oviedo, porque, además de montar la ferretería, abrió una panadería que se llamaba La Espiga, y fue cedida en explotación a un tío mío; todo eso se perdió», detalla el propietario.

No obstante, de todas ellas, «la más gorda» fue la pandemia del coronavirus. Una crisis sanitaria que llevaron como pudieron, «tanto a nivel personal como de trabajo». Al igual que la mayoría de los negocios, cuando estalló la misma, todo eran incertidumbres. «No sabíamos qué iba a pasar, sí podíamos abrir o no y, lo peor de todo, que no sabíamos cuánto iba a durar», confiesa. Afortunadamente, consiguieron batallar esta situación, pero la historia no acabó ahí. A día de hoy hacen frente a la subida de las materias primas.

«Hubo un momento que fue una locura porque los proveedores, mayoritariamente de China, no nos garantizaban ni los plazos de entrega del material ni el precio. Hubo un problema serio que sigue afectando, porque a la hora de hacer ofertas realmente no sabes. Aunque ahora está estabilizado, había fabricantes o proveedores que te subían hasta seis veces el precio en el año. Sobre todo afectó muchísimo al vidrio y al aluminio. Y así es muy difícil trabajar. También habían subido mucho los portes», cuenta Juan Fernández.

¿Habrá relevo generacional?

Pese a ello, la ferretería El Peso se mantiene a pie de cañón y sigue trabajando para ofrecer los mejores productos y con un trato exquisito a los clientes. En cuanto al futuro, este es «un tanto incierto», ya que el relevo generacional está en el aire. «No sé si habrá una cuarta generación, porque aparte de que tenemos pocos hijos, estos se están buscando la vida por otro lado, ya que tienen carreras universitarias. Entonces, no sé si aquí terminará la saga de los Fernández ferreteros, pero está por ver».