Un metro y más de tres kilos: así es el cachopo que sirve un bar de Oviedo

Uno de los platos típicos asturianos que ni siquiera necesita carta de presentación es el cachopo. En la mayoría de restaurantes y casas de comidas de la región, incluso de fuera de nuestras fronteras, se encuentra esta elaboración sencilla y contundente a partes iguales. No tiene una receta única, puesto que los filetes de ternera pueden ir rellenos de tantos ingredientes como se nos vengan a la cabeza. Tampoco hay un tamaño estándar. Sin embargo, para que cuatro personas con «mucha hambre» puedan degustar este manjar cuyo origen es de lo más peculiar, el Mesón La Comtienda, de Oviedo, desde hace unas semanas ofrece un cachopo de nada más y nada menos que un metro.

Relleno de jamón serrano y queso, se le puede hincar el diente en su local ubicado en la plaza de Pedro Miñor. «Sacamos a la venta el tradicional porque al final es el que más reclama la gente, pero se puede hacer a gusto del consumidor», señala su propietario Joaquín Trigueros, antes de apuntar que no hace falta encargar este enorme cachopo con antelación, dado que «se hace al momento y sobre la marcha». Lo cierto es que en Mesón La Comtienda son especialistas en este plato típico asturiano y cuentan con alrededor de 15 variedades, que van desde los más clasicos hasta el elaborado con compango o picadillo, incluso con jalapeños. Por tanto, «nos da igual hacerlo de una manera u otra», reconoce Bruno Ruiz, encargado del establecimiento.

Dependiendo de los ingredientes que lleve, el cachopo que se sirve sobre un gran tablero de madera con unas patatas fritas y unos pimientos puede llegar a pesar los tres kilos. «Solo el pequeño pesa 600, así que echa cuentas», resalta Ignacio Sordo, jefe de cocina y artífice de este monumental plato. Una elaboración que está pensada para llenar el estómago de cuatro individuos. «Como mínimo lo pueden comer tres personas y ya tienen que tener mucha hambre», destaca Joaquín Trigueros. «Si piden algún entrante delante pues alcanzaría para cinco o incluso seis», apunta Bruno Ruiz, quien subraya que «es ideal para compartir entre familiares y amigos».

Por ese motivo fue por el que nació este cachopometro, bautizado así por el establecimiento. «Como aquí cerca tenemos el estadio Carlos Tartiere, donde juega el Oviedo, por el fin de semana siempre tenemos grupos de gente que piden comida para compartir. Entonces, dentro de nuestras muchas reuniones en las que proponemos cosas para innovar y sorprender a nuestros clientes, se nos ocurrió esta idea, la de crear un cachopo que se pudiese repartir entre un mayor número de personas. Además, esto es algo fuera de lo habitual y encima es muy vistoso», asegura Bruno Ruiz.

Desde que lo han puesto a la venta, la acogida está siendo «muy buena». «Todos los clientes que vienen lo están pidiendo. Si tenemos además en cuenta el resto de cachopos que tenemos, podríamos decir que el 80% de los comensales pide alguno de ellos», resalta el encargado de Mesón La Comtienda.

Aunque no hace ni dos meses que este «enorme» plato ha salido a la venta, «ya estamos trabajando en otra locura: conseguir el récord Guinness del mayor cachopo del mundo», confiesa el cocinero. «Lo estamos estudiando porque hay varios registros y tenemos que cerciorarnos de cuál es la medida exacta. Tendremos que hablar, además, con los organizadores del premio para ver cuáles son los requisitos que piden para que luego nos puedan reconocer el logro. Tenemos ganas, porque estas locuras se nos da bastante bien», señala el propietario del establecimiento. «Al final, no es abrir la puerta del local y atender a la gente, sino crear cosas nuevas y que gusten», apunta el encargado.

Cocina tradicional asturiana con toques vanguardistas

Es por ello que, aparte del cachopo, Mesón La Comtienda cuenta con varias especialidades, entre las que destacan los arroces, la fabada o el pote asturiano. Además, «todos los meses» incorporan a la carta nuevos platos para renovar la misma e «intentar seguir las tendencias que gustan a la gente». Y, por si fuera poco, cuenta con un menú del día y, dependiendo de la temporada, realizan elaboraciones en función de los productos que haya en dichas fechas. De la misma manera, «procuramos tener cinco o seis variedades de tapas para que los clientes acompañen sus consumiciones».

«Nuestra cocina es tradicional y casera al 100 %, aunque es verdad que le intentamos dar ese toque personal nuestro y también moderno», destaca Joaquín Trigueros. En este punto el encargado del establecimiento recuerda que «no cerramos ningún día en ninguno de los dos locales». «En la calle Manuel Pedregal el servicio de cocina es ininterrumpido de lunes a domingo y aquí, en Miñor, serían los viernes, sábados y domingos», detalla.

Sobre Mesón La Comtienda

Este restaurante ovetense abrió sus puertas en el año 2014 y lo hizo en el local situado en la actual Ruta de los Vinos, en la calle Manuel Pedregal. «Como tenemos La Competencia, surgió la idea de ofrecer otro tipo de comida de la que habitualmente servimos en la pizzería», detalla Joaquín Trigueros, antes de señalar que con el tiempo decidió expandir el negocio hasta la plaza Pedro Miñor, con la apertura del local donde ya llevan cinco años de actividad.

En todo este tiempo Mesón La Comtienda se ha consolidado como uno de los mejores restaurantes de Oviedo y su cartera de clientes no deja de crecer. «Aquí durante la semana viene prácticamente la misma gente, que son ya habituales, aparte de los que vienen a ver al Real Oviedo. Quizás en la Ruta de los Vinos, al estar el local en el centro, en un sitio en el cual se mueven muchas más personas, el perfil varía. Pero bueno, en ambos sitios hay muy buen ambiente

Una amplia variedad de clientes, gracias a los cuales el restaurante ovetense ha conseguido sortear la crisis sanitaria, aparte de hacer frente a la subida de las materias primas. «La pandemia fue un golpe muy duro», confiesa Trigueros, a lo que Ruiz responde que «aún así no perdimos el ánimo». «Trabajamos mucho el servicio a domicilio y conseguimos aguantar con las terrazas. Y la verdad es que cuando recuperamos la normalidad la gente volvió», señala el hostelero.

«Al fin y al cabo aquí somos un gran equipo, una gran familia que esperamos seguir sumando muchos más años», resalta el encargado de Mesón La Comtienda. En este punto, el propietario del negocio asegura que «la idea es seguir trabajando en esta misma línea y no nos podemos quejar. Hemos tenido una acogida muy buena y al final son 10 años que avalan que ya estamos asentados».  

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