La fábrica de armas de La Vega, en Oviedo, en la lista roja del patrimonio: estos son los motivos
LA VOZ DE OVIEDO
Hispania Nostra acaba de incorporar el complejo industrial ovetense a su relación de bienes en peligro por diversas razones
31 may 2023 . Actualizado a las 16:09 h.La fábrica de armas de La Vega, en Oviedo, está en peligro. Así lo considera Hispania Nostra, asociación encargada de velar por el patrimonio que acaba de incluir al complejo industrial ovetense en su lista roja al considerar que se encuentra en un estado de «abandono». El futuro del recinto, propiedad del Ministerio de Defensa, es una de las grandes preocupaciones de la ciudad y forma parte del debate político. Pero mientras se resuelve el convenio que marcará el porvenir de este espacio, su situación empeora. Es por ello que ha entrado a formar parte de esta relación de bienes, que denuncia el mal estado de edificaciones históricas para contribuir a su conservación.
La fábrica de armas de Oviedo, que ocupa una superficie de casi 120.000 metros cuadrados cercados y no cuenta con ninguna protección específica, está deteriorada e invadida por la maleza. «El estado general es de abandono, tanto de urbanización como de edificación», detalla la organización encargada de elaborar la lista roja. «Los desprendimientos de elementos de fachadas y cubiertas, sobre todo en aleros, marquesinas y canalones, son frecuentes. Interiormente, se ve una conservación aceptable en el edificio principal y en la escuela de artes y oficios, y ruina total en los garajes de los chalés. En todas las plantas bajo rasante existe riesgo de derrumbe y muchas están inundadas», detalla Hispania Nostra en su informe, en el que también recoge la importancia de este recinto para la ciudad de Oviedo.
Según consideran, «gran parte de la problemática» que sufre el conjunto industrial se debe a «la falta de tratamiento silvícola», un hecho que provoca que «en la actualidad, más de 50 % de las instalaciones son impracticables debido a la vegetación que, en algunos casos, sobrepasa los tres metros de altura y trepa por las edificación». Algo que ocurre, apuntan, en las viviendas de jefes y encargados. En definitiva, «la maleza está dañando las dotaciones y penetrando incluso por los ventanales hasta invadir el interior de los inmuebles», un deterioro que es «visible desde el viario».
Pero su actual estado de conservación no es el único motivo que ha llevado a la fábrica de armas de La Vega a la lista roja del patrimonio. Entre las causas que esgrime Hispania Nostra se encuentra el protocolo firmado el pasado verano entre el Ministerio de Defensa, el Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Oviedo, al considerar que «es un absoluto desprecio a la trascendencia histórica y arqueológica de La Vega». Cabe recordar en este punto, que el último anuncio para el futuro de este recinto llegó por parte del Gobierno central, con la construcción de 1.000 viviendas destinadas al alquiler social. Ahora, el adelanto electoral siembra de incertidumbre este proyecto y los planes para La Vega.
Entre las razones de inclusión en la lista roja, Hispania Nostra denuncia que el acuerdo «propone el derribo de gran parte de los edificios de la antigua fábrica para un uso residencial, dando vía libre a la especulación. Dicho protocolo propone soluciones que, ignorando el valor de La Vega como conjunto histórico y patrimonial, desaprovechan las enormes posibilidades de rehabilitación de un recinto que ha venido usándose en los últimos años para actividades lúdicas y culturales». Una crítica que va en la línea con la posición de la plataforma vecinal surgida para la protección de las instalaciones.
En cuanto a la historia, Hispania Nostra recuerda que la fábrica de armas de La Vega se asentó en un solar en el que se levantaba el antiguo monasterio benedictino de Santa María de la Vega, fundado en el siglo XII y que pasó a titularidad estatal. A comienzos del siglo XIX fue derribado «a excepción del claustro y una portada de la capilla románica» para establecer en él los talleres de la Fábrica Nacional de Armas Portátiles. Fermín Canella y Secades detalla en El libro de Oviedo que la decisión de trasladar las instalaciones desde el País Vasco hasta Asturias se debió a que la guerra con Francia «hizo ver los inconvenientes de que estuviese dicha fabricación tan próxima a la frontera».
Los primeros talleres de armería y maquinaria impulsada por vapor se implantaron en 1857 en los prados y huertos del monasterio y en la segunda mitad del siglo XIX se fueron agregando edificaciones a la fábrica, entre ellos almacenes, un economato, viviendas para los encargados, una biblioteca o una escuela. La asociación Hispania Nostra recuerda en la descripción de este patrimonio industrial ovetense que en 1928 se creó la Escuela de Aprendices de Artes y Oficios, un centro que se convirtió «en un referente para la cualificación profesional». Avanzaron los años y en 1960 fue incorporada a la Empresa Nacional Santa Bárbara de Industrias Militares. Con el inicio del nuevo siglo, General Dynamics adquirió Santa Bárbara y fue en octubre 2012 cuando cerró definitivamente sus puertas, trasladando la producción a Trubia.
En el interior de los muros que forman su perímetro, Hispania Nostra apunta que se encuentran un total de 41 edificaciones, «de las cuales 33 formaban parte de la actividad productiva de la fábrica y ocho pabellones se dedicaron a viviendas de los jefes y encargados». Además, detallan que existe en todo el recinto «una importante red de túneles de servicio que comunica todas las naves y edificaciones entre sí».