Circulan muchos bulos en torno a los beneficios que produce el lúpulo, ingrediente principal de la cerveza

LA VOZ

Son muchas las informaciones y datos que se publican en torno a los beneficios y perjuicios de una bebida tan popular como es la cerveza. Por un lado, hay estudios que afirman que uno de sus principales ingredientes, el lúpulo, podría tener una actividad osteogénica  -la que favorece el desarrollo de los huesos- y por otro lado, otro informe subvencionado por la European Foundation for Alcohol Research afirma que un consumo moderado de cerveza puede ser beneficioso para la osteoporosis -enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más porosos y, por lo tanto, más frágiles- durante la menopausia. Esta dos informaciones juntas dan a entender que si el lúpulo, uno de los componentes principales de la cerveza, favorece la mineralización de los huesos, entonces la cerveza es beneficiosa para nuestra salud ósea. Esta deducción, que podría parecer lógica, es realmente precipitada y errónea. ¿Por qué?

Básicamente, porque existen pocas evidencias científicas y bien contrastadas que demuestren que el consumo de cerveza puede ser bueno para prevenir la osteoporosis. En cambio, sí que hay muchas evidencias que confirman las consecuencias negativas del consumo excesivo de cerveza sobre la mineralización de los huesos. En concreto, patologías como la osteopenia -afección por la que la masa ósea es más baja de lo normal- o la osteoporosis hacen que aumente el riesgo de fracturas, además de otras consecuencias negativas sobre la salud y el bienestar tanto de la persona que consume alcohol como de quienes conviven con ella.

¿Qué conclusión podemos sacar de todas estas afirmaciones? Es simple. Si suponemos que la cerveza puede tener algún beneficio y teniendo claro que los perjudiciales efectos que tiene el alcohol, la mejor opción es consumir cerveza sin alcohol.

Recetas con cerveza

Cocinar platos elaborados en parte con vino, ron o cerveza tiene una ventaja y es que el alcohol que contienen estas bebidas se va evaporando durante el cocinado de los platos, pero el sabor que aportan sus ingredientes sigue presente en el resultado final de la receta.

Para saborear la cerveza con cuchillo y tenedor hay propuestas muy apetecibles como verduras en tempura de cerveza con salteado de cuscús, ideal para elaborar con una cerveza ligera mezclada con agua mineral, que logra un rebozado ligero.

Otra preparación sabrosa es este guiso de ternera asturiana con cerveza negra al estilo irlandés y para los que no quieren más que la cerveza y el ingrediente principal, la propuesta es una buena ración de almejas a la cerveza con un toque de ajo y sal. Maravilla para los sentidos.

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