Los abogados de Gisèle Pelicot piden a los familiares de los acusados que dejen de llamarles «buenos padres o maridos»

La Voz REDACCIÓN / EFE

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Giséle Pelicot, en el juzgado este jueves
Giséle Pelicot, en el juzgado este jueves Edgar Sapiña | EFE

El pretexto «de que no puede ser un violador porque es un buen padre de familia, un buen amigo, un buen compañero de trabajo, todo eso tiene que acabar», dijeron

25 oct 2024 . Actualizado a las 09:23 h.

Los abogados de Gisèle Pelicot, víctima de violación por sumisión química durante 10 años por su marido y decenas de hombres, pidieron este jueves a los familiares de los acusados que dejen de alabarlos diciendo que son un «buen padre» o un «buen marido».

El pretexto «de que no puede ser un violador porque es un buen padre de familia, un buen amigo, un buen compañero de trabajo, todo eso tiene que acabar», afirmó Stéphane Babonneau, uno de los letrados, en declaraciones a la prensa.

«Estos son los mismos argumentos que se utilizan desde hace cincuenta años», añadió el otro letrado de Gisèle Pelicot, Antoine Camus, sobre los testimonios de familiares de algunos acusados en los que se elogiaba su trato personal o en familia.

Los abogados alentaron a que este caso sirva para cambiar la sociedad francesa, en un macrojuicio que tiene lugar desde el 2 de septiembre en el Tribunal de Aviñón (sureste de Francia) y que está previsto que dure hasta el 20 de diciembre.

Gisèle Pelicot, la mujer de 71 años que se ha convertido en un símbolo feminista en Francia, «está muy decidida porque se da cuenta de que realmente hay un problema muy arraigado en la sociedad», dijo Babonneau antes del inicio de la trigésimo sexta jornada del juicio.

Los abogados, que ejercen la acusación particular, agradecieron el apoyo «férreo» que recibe cada día su clienta, que siente como una «responsabilidad» con la que dar voz a todas las víctimas.

Gisèle Pelicot «no espera nada de este juicio, su vida ha sido destruida», aseguró Camus. Sin embargo, su voluntad, dijo, es apelar «a las generaciones futuras», para que nunca más se repitan unos hechos como los que se juzgan en Aviñón.

Su testimonio

Gisèle Pelicot volvía a testificar este miércoles y lo hacía dirigiéndose al principal acusado, su expareja Dominique: «¿Cómo pudiste traicionarme así? Dejaste que estos desconocidos entrasen en nuestra habitación», le reprochó.

«He sufrido cien violaciones —continuó—. Fui una víctima. Pero a las víctimas les cuesta mucho lidiar con eso, hay culpa». Aunque a ella nadie le dijo que se lo buscó, Dominique se justificó recriminándole infidelidades pasadas y no haber querido participar en intercambios de pareja. A día de hoy, ella no se siente en absoluto responsable. «Me acusaron de ser cómplice, de haber consentido —señaló, en alusión a los argumentos de la defensa—. Incluso insinuaron que era alcohólica, que por eso alcanzaba ese grado de inconsciencia. Hay que ser fuerte para comparecer ante este tribunal

Una historia dramática

Dominique Pelicot drogaba con somníferos a su entonces esposa Gisèle Pelicot para violarla y ofrecerla a otros hombres, y en este proceso hay medio centenar de acusados, los que pudieron ser identificados, y uno de ellos está acusado además de replicar los mismos métodos con su mujer.

Los hechos empezaron en 2011, en la región de París, donde residía la pareja entonces, y se prolongaron hasta 2020, ya en el pueblo de Mazan, situado en la región de Vaucluse (sureste).

Pelicot fue arrestado en un supermercado, tras ser descubierto por un agente de seguridad mientras grababa por debajo de las faldas de varias clientas. Fue entonces cuando le requisaron el material gráfico y descubrieron miles de fotografías y vídeos cometiendo los hechos, en compañía de otros hombres, con los que contactaba a través de un sitio de encuentros por internet.