El monarca ha viajado 17 veces a la tierra donde en 1983 descubrió con inquietud que la enorme popularidad de su primera mujer, Diana de Gales, eclipsaba su figura
19 oct 2024 . Actualizado a las 10:12 h.No importa que Carlos III haya visitado Australia numerosas 17 veces. El viaje que ayer emprendió, el número 17, se ha convertido en el más especial. Para empezar, es el primero que realiza desde que es rey y lo hace, además, del brazo de Camila, la reina que siempre quiso tener a su lado. Se suma a esto que es su primera gran salida desde que a principios de este año le que diagnosticado un cáncer del cual todavía no se ha recuperado. Para poder viajar durante los diez días que dura esta misión diplomática, los médicos le han permitido interrumpir temporalmente su tratamiento.
Han pasado ya muchos años desde que el rey vivió su catastrófico viaje a Oceanía en 1983 al lado de la princesa Diana de Gales y de su hijo mayor, el príncipe Guillermo. El entonces heredero esperaba ser el centro de atención en un territorio donde brotaba un espíritu antimonárquico, pero se encontró con un panorama radicalmente distinto e inesperado: el público enloquecía con Diana de Gales y su enorme popularidad en cada aparición público lo eclipsó todo. Los enormes celos del príncipe Carlos hicieron incluso que su mujer rompiera a llorar en público en lo que fue el preludio de un matrimonio que estaba abocado a la catástrofe.
El panorama es muy distinto en este viaje. Después de aterrizar en Sídney en medio de una fuerte tormenta, Carlos y Camila se han retirado a descansar para afrontar los actos que tienen programados a partir del lunes. Después viajarán a Samoa.
El viaje ha reabierto el debate de la monarquía en el país, que desde que se convirtió en un país federado en 1901 se rige mediante un sistema monárquico con democracia parlamentaria, con Carlos III como jefe de Estado pese a situarse a más de 15.000 kilómetros de distancia de Reino Unido.