El libro que los Beckham querían vetar revela que David y Victoria llevan años separados: «Se mantienen unidos solo por la marca»
INFORMACIÓN
El periodista Tom Bower ha adelantado a un diario británico varios capítulos de su inminente obra, «La casa de Beckham: Dinero, Sexo y Poder», que destapa los trapos sucios de la pareja
17 jun 2024 . Actualizado a las 13:55 h.El próximo 4 de julio se cumplirán 25 años exactos desde que David y Victoria Beckham se dieron el «sí quiero», conformando así el que es, todavía hoy, el matrimonio más mediático del mundo. Una unión entre la popular cantante y el célebre futbolista, ambos británicos, que los ha convertido en la pareja más famosa, pero también en un grandísimo y rentabiliísimo negocio para ambos. Y, según acaba de desvelar el periodista Tom Bower, es precisamente eso lo que los mantiene unidos a día de hoy. Aunque sea solo aparentemente. Porque, según ha revelado, David y Victoria llevan ocho años atravesando una grave crisis matrimonial y viven, en realidad, separados sin apenas hablarse.
«Aunque no pueden ocultar sus vidas separadas, se mantuvieron unidos para apoyar a la marca», asegura el comunicador en el último capítulo adelantado en The Mirror del libro The House of Beckham: Money, Sex and Power (La casa de Beckham: Dinero, Sexo y Poder), que verá la luz el próximo 20 de junio, solo unos meses después del exitoso documental de Netflix Beckham. En él,se acompañaba al futbolista, y se demostraba, aparentemente, la complicidad absoluta con la ex Spice Girl. Pero, según se desprende de las investigaciones de Bower, cuya publicación habría intentado evitar el matrimonio por todos los medios, todo lo que se ve en la serie de la plataforma de streaming no fue más que una elaborada pantomima.
Y la crisis, a pesar de lo que muchos pueden pensar a priori, no viene por la sonada infidelidad del futbolista con Rebecca Loos durante su época en Madrid y que salió a la luz en el 2004, sino que es muy posterior. Concretamente, todos los problemas surgieron alrededor del 2016. Fue a partir de ahí cuando empezaron a llevar vidas separadas, él en Miami, ella en Londres, con las interacciones entre ambos reducidas al mínimo posible. «Solo se dedicaban a mantener una relación de negocios a distancia», apunta Bower.
Eso de la cordial relación comercial remota fue, al menos, en un primer momento. Poco después, esa guerra fría se agravó. El periodista desliza un momento concreto como evidencia —u origen—de lo que fue un conflicto más cruento. Victoria le pidió a su marido volver al Reino Unido para cenar en la tienda de su marca en Dover Street, en el marco de la Semana de la Moda de Londres. «Cuando acabó el evento, seguro que deseó que se hubiera quedado en Estados Unidos», valora Bower, «porque David estuvo todo el tiempo sentado mirando a los invitados», y avivando, claro, los rumores y los cuchicheos de los allí presentes, que le contaron al reportero que ya en ese momento se hablaba de que habían tenido «una pelea reciente de malas formas».
Fue a partir de entonces cuando empezaron a surgir informaciones negativas en los medios. Y no fueron fruto de la casualidad. Según deja caer el periodista, David Beckham llegó a acusar a su mujer de estar «librando una guerra mediática» contra él. Y el futbolista —o al menos sus representantes— tampoco se iba a quedar atrás. A cuentagotas aparecían pequeñas historias negativas que socavaban el prestigio de uno o de otro. Los publicistas no actuaban ya por el bien común del matrimonio, sino que más bien competían por mejorar la imagen de su representado, aunque fuese en perjuicio del otro.
Lo que acabó con la paciencia de Victoria llegó en el 2018, en una entrevista que el futbolista dio al programa de televisión australiano The Sunday Project. Allí le preguntaron cuál era el secreto para durar 19 años en un matrimonio y él dijo dos palabras que para la excantante cayeron como una bomba nuclear: «Trabajo duro», admitió. Y añadió que una de las claves había sido ser capaz de «ignorar algunos aspectos negativos».
Al parecer, Victoria se vio «superada por la ira» al ver en su móvil las declaraciones que había hecho el padre de sus hijos Brooklyn, Romeo, Cruz y Harper. Sin consultarla y dejando entrever de algún modo problemas maritales. Esa fue la mayor deslealtad que la exSpice estaba dispuesta a soportar.
Pero, ¿qué es David sin Victoria o Victoria sin David? La diseñadora se tragó parte de su orgullo y aprovechó ese momento para enterrar el hacha de guerra entre ambos. Según explica Bower, la tensión explotó en varias discusiones, pero gracias a ellas consiguieron arreglar las cosas. «Ella siempre protegió firmemente la marca, mientras él le seguía financiando su negocio de vanidad», reflexiona el periodista, «es poco probable que su pequeña casa de moda llegue a ser rentable, pero sus seguidores aprueban por completo su férrea ambición, a pesar de la repetición monótona de sus entrevistas promocionales». Pero él también recibía algo a cambio. «El estatus y la supervivencia de David se habría desvanecido de no ser por el empeño de Victoria por mantener la ilusión de una familia feliz», destaca.
Tom Bower no ha revelado quiénes son sus fuentes, pero ha confirmado que contactó con «suficientes personas» y obtuvo de ellas «revelaciones muy interesantes», entre ellas un miembro sénior de un equipo ceracano al exjugador del Manchester United. Todo ello a pesar del empeño de la pareja por impedirlo. «Los Beckham se aseguraron de que mucha gente no hablase conmigo», destaca.