El tratamiento de fertilidad «natural» al que se está sometiendo Tamara Falcó para ser madre
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La pareja confirma en la segunda parte de la exclusiva de su boda en «Hola» que su deseo es ser padres. «También confío en Dios, y si quiere que tenga hijos, los tendré», explica la recién casada
17 jul 2023 . Actualizado a las 18:46 h.Este lunes ha llegado a los quioscos la segunda entrega de la exclusiva de la denominada boda del año. Con Íñigo Onieva y Tamara Falcó ya de viaje de novios, Hola publica hoy más detalles sobre el enlace. Desde cómo fue la fiesta, el primer beso de la pareja como marido y mujer o una entrevista en profundidad con el novio. Un nuevo despliegue en el que llama la atención el deseo de la pareja de aumentar pronto la familia y, especialmente, el método que están siguiendo. «Después de habernos casado, lo que nos hace ilusión es tener hijos», dice Íñigo Onieva.
«No es verdad que me esté sometiendo a un tratamiento de fertilidad», dice en Hola la propia Tamara Falcó para después confirmar que sí está bajo el proceso de un «método natural que se llama Fertilitas». «El método se lo trajo de Estados Unidos un amigo de mi hermano Duarte, que estaba en la Fundación + Vida. De repente, mi amiga me habló del tratamiento. El amigo de mi hermano ya me avisó que se tarda, porque hay que reunirse con una monitora, conocer tu cuerpo».
Por lo tanto, no se trata de un tratamiento médico. La Naprotecnología nació en Estados Unidos en los 90 y «tiene como referente el Magisterio de la Iglesia Católica que cuenta con la experiencia de más de 2.000 años de historia ayudando a los matrimonios», dice Naprotec en su propia web. «Es un método para medir tu cuerpo y asegurarte que estás bien. Es natural», explica la recién casada, de 41 años. «También confío en Dios, y si quiere que tenga hijos, los tendré».
De luna de miel
Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dieron el «sí quiero» el pasado 8 de julio en El Rincón, el palacio que la novia heredó de su padre, el fallecido Carlos Falcó. Hace solo una semana, Hola publicaba la primera exclusiva, con todos los detalles del vestido de la novia, así como de los principales invitados, como su madre Isabel Preysler.
Tras la preboda, boda y posboda, los novios han comenzado ya su larga luna de miel por Johannesburgo, Sudáfrica. Un viaje personalizado y no apto para todos los bolsillos, ya que podría superar los 100.000 euros.
Antes, la novia se pronunciaba sobre uno de los detalles más comentados de su enlace, la ausencia de Enrique Iglesias. Y es que la marquesa de Griñón estuvo rodeada en su gran día de todos sus hermanos, nacidos de diferentes matrimonios de sus padres, excepto el cantante, que no acudió.
El artista tiene fobia social. No soporta estar sentado en un evento o cualquier evento «en el que tenga que estar en una mesa con quince personas durante tres horas». Ya no acudió ni a la boda de Julio José, ni a la de Ana Boyer. Tampoco a la de Tamara Falcó.
Ella declaró en Hola que «no entiende, pero respeta» los motivos de su hermano para no acudir a la fiesta. Los dos hablaron previamente y Enrique Iglesias justificó su ausencia argumentando que «no le gustan estos encuentros sociales». Ilusionada por ver a toda su familia junta en su gran día, la marquesa de Griñón le habría propuesto acudir a la ceremonia religiosa para verla dando el «sí quiero» a su ya marido —ya que el sacramento del matrimonio es lo verdaderamente importante para ella— y no quedarse a la fiesta, pero él declinó la invitación.