Los recién casados ponen rumbo a su luna de miel, que algunos bautizan como una especie de «vuelta al mundo en 80 días»
11 jul 2023 . Actualizado a las 15:57 h.La boda de Tamara Falcó y Íñigo Onieva aún sigue siendo lo más comentado después de que se publicase ya el amplio reportaje que protagonizan ambos en la revista ¡Hola!. Una vez analizados los dos vestidos y los estilismos de las invitadas; el criticado chaqué no hecho a medida del novio, que protagonizó varios momentos esperpénticos saliendo descamisado de su casa tras una gran fiesta con sus amigos; superado el incidente de la casulla incendiada durante la ceremonia religiosa (si eso no es una señal divina que baje Dios y lo vea); y un tanto horrorizados por el discurso de perdón del novio por sus infidelidades que hicieron que la pareja rompiese el pasado verano, aún quedan detalles por desgranar.
Y es que al fin, Tamara Falcó y Íñigo Onieva son marido y mujer, (no se sabe por cuánto tiempo, según diría Carmen Lomana que les vaticinó año y medio o dos a lo sumo) y ultiman los detalles para poner rumbo a su luna de miel, de la que se especula mucho y se sabe más bien poco. Pero antes, aún colea la sonada ausencia de Enrique Iglesias en la boda de su hermana pequeña. Y es que la marquesa de Griñón estuvo rodeada en su gran día de todos sus hermanos, nacidos de diferentes matrimonios de sus padres, excepto el cantante, que no acudió. Su ausencia era un hecho, pero aún había esperanza ya que tenía la agenda profesional libre.
Hay quienes creían que podía ser el momento de ver a Enrique Iglesias, Anna Kournikova y sus tres pequeños juntos, ya que son muy celosos de su vida privada. Pero no. El artista no acudió al enlace como ya estaba previsto de antemano. ¿El motivo? Su fobia social. No soporta estar sentado en un evento o cualquier acto social «en el que tenga que estar sentado en una mesa con quince personas durante tres horas». Ya no acudió ni a la boda de Julio José, ni a la de Ana Boyer. Tampoco a la de Tamara Falcó.
Ella declara en ¡Hola! que «no entiende, pero respeta» los motivos de su hermano para no acudir a la fiesta. Los dos hablaron previamente y Enrique Iglesias justificó su ausencia argumentando que «no le gustan estos encuentros sociales». Ilusionada por ver a toda su familia junta en su gran día, la marquesa de Griñón le habría propuesto acudir a la ceremonia religiosa para verla dando el «sí quiero» a su ya marido —ya que el sacramento del matrimonio es lo verdaderamente importante para ella— y no quedarse a la fiesta, pero él declinó la invitación.
«Para mí ese día es mucho más, pero cada uno de nosotros tenemos nuestras heridas, nuestras situaciones», explicaba en la revista Tamara Falcó. Además, la marquesa deja entrever que su relación con su hermano no sería demasiado fluida, ya que como revela, habría sido Ana Boyer quien habló con él y a quien le excusó su ausencia en la boda de Tamara porque «tenía un concierto en Los Ángeles».
Un compromiso profesional, que por cierto, no aparece en la página web de Enrique, que tras actuar el pasado viernes en Albania —a pocas horas en avión de Madrid, lo que sin duda hubiese facilitado su asistencia al evento— regresó a su mansión de Miami con Anna Kournikova y sus tres hijos —los mellizos Lucy y Nicolás, de 5 años, y Mary, de 3— y está disfrutando de unos días de descanso antes de su próxima actuación, que tendrá lugar el 20 de julio en el Yaamava' Theater en California, Estados Unidos.
¿Una luna de miel a lo Willy Fog?
Tras la resaca de la boda, los marqueses de Griñón preparan ya su luna de miel. Del destino oficialmente no se sabe mucho, pero se especula con lugares tan dispares como Australia, Miami o Bali, entre otros. Lo que sí apuntan es que será una especie de «vuelta al mundo en 80 días», a lo Willy Fog, ya que visitarán todos los continentes.
Precisamente rumbo a la casa de Isabel Preysler salía en las últimas horas Íñigo Onieva cargado de maletas, se supone para partir desde allí junto a su flamante esposa para comenzar el viaje.
Comunicado de AMI tras «el mayor pirateo de la historia» la revista «¡Hola!»
La Asociación de Medios de Información (AMI) mostró su solidaridad con la revista ¡Hola! tras sufrir a través de Whatsapp «el mayor pirateo de la historia de la prensa con motivo de la exclusiva de la boda de Tamara Falcó». Este lanzamiento se convirtió en la mayor acción de piratería de la historia de la prensa en nuestro país. Aunque en los quioscos se agotó la primera edición y los responsables prometen otra para mañana, el especial de ¡Hola! ha llegado a más gente de la que ha comprado la revista a través de la red social Whatsapp, propiedad de Meta, donde ha sido distribuido de forma masiva. Meta ignoraba así el legítimo derecho de la revista ¡Hola! de hacer suyo el fruto de su trabajo.
Desde AMI subrayan que la piratería es «un delito contra la propiedad intelectual y lleva aparejadas penas de cárcel de entre seis meses a cuatro años, además de multas económicas y de la obligación de resarcir los daños causados». Según la legislación vigente, están cometiendo un delito tanto las personas que se descargan el contenido desde las fuentes de acceso legítimo y lo distribuyen por primera vez como aquellos que lo reciben y lo reenvían.
Desde AMI insisten en mostrar el rechazo a este tipo de actos que dañan la propiedad intelectual y afectan a la sostenibilidad de la industria editorial. AMI solicita a Meta, propietaria de Whatsapp, un comportamiento responsable de forma que paralice de manera inmediata la distribución ilegítima de contenidos editoriales y ponga los medios necesarios para evitar que estas conductas se reproduzcan en el futuro.