El hijo de Isabel Pantoja durmió en Boimorto y cerró un pub en A Coruña en el que se prohibieron los móviles
20 sep 2016 . Actualizado a las 08:51 h.En Boimorto, en la casa de turismo rural A Ponte, durmió Kiko Rivera este fin de semana. En su despedida de soltero coruñesa tuvo tiempo para todo. Cenó en el restaurante Villa 54 que acaba de abrir su amigo Xexu López, y donde quedó tan prendado del arroz con marisco como de su pareja, Irene Rosales, con la que contraerá matrimonio el 7 de octubre en Sevilla.
En su cuenta de Instagram, Kiko Rivera subió varias fotos en las que aparece con la veintena de colegas que le acompañaron en su adiós a la soltería y la frase: «Alguno de los momentos vividos en una despedida de soltero. Simplemente perfecta!».
El viernes tuvieron fiesta en un pub de la zona de copas del Orzán cerrado a cal y canto para la ocasión. «Había muchos paparazis y curiosos a la puerta, pero no hubo problemas. Dentro estaban prohibidos los móviles», comenta Xexu, también responsable de este otro establecimiento. El resto del fin de semana fue más de descanso de la juerga de las primeras y frenéticas horas. Jugaron a las cartas, prepararon churrasco, tortillas y apenas salieron para ir a un bar cercano a comprar tabaco. «Estuvo muy bien. Fueron unas jornadas de muchas risas», apunta uno de los asistentes. El domingo por la noche Kiko Rivera y sus amigos regresaron en el vuelo directo de A Coruña a Sevilla, que salió con hora y medio de retraso. Ya en tierras hispalenses prepara el enlace al que acudirán sus dos hijos, Francisco, fruto de su relación con la modelo Jessica Bueno, ahora pareja del futbolista gallego Jota Peleteiro, y Ana, la niña que tuvo con la mujer por la que abandona la soltería de la que se despidió a lo grande en Galicia.