Umami, el local gijonés que desarrolla nuevas experiencias gastronómicas: «No hace falta ser un experto para disfrutar de la cocina»
GIJÓN
Los cursos de cocina, las catas o los eventos privados son algunas de las actividades de éxito de este local gijonés situado frente a la playa de San Lorenzo
23 nov 2024 . Actualizado a las 10:40 h.Gastronomía, aprendizaje, ocio, música, eventos; son muchas las palabras que se pueden usar para definir este local de Gijón. Umami nació como una escuela de cocina abierta para todo tipo de público, pero poco a poco su concepto ha ido evolucionando hasta convertirse en un espacio gastronómico multifuncional. Al mando del negocio se encuentra Francisco Javier Matoso y Andrea Larriba, quienes desde abril de 2022 continúan innovando y dándole nuevas perspectivas al local.
Francisco Javier Matoso lleva más de 11 años dedicándose al mundo de la hostelería. Realizó sus estudios en una escuela de Llanes y los continuó en la escuela de hostelería de Gijón. Aunque su sueño era ser profesor de cocina, sus inicios profesionales fueron en restaurantes como el Kraken, en la cocina del Transcantábrico o en la de Puebloastur. Su profesionalidad le ha llevado incluso a colaborar con el programa Gijón Bonito, realizando show cooking en directo.
Hace tres años, Francisco pasó a formar parte de Umami. En aquel entonces, el negocio se encontraba bajo la dirección de otras personas y se centraba principalmente en impartir cursos de cocina. Tan solo un año después de su incorporación, los antiguos dueños le propusieron a Matoso ponerse al frente del negocio. Era la oportunidad perfecta para que Francisco materializara todas sus ideas. «Siempre proponía muchas cosas. Y ahora poder llevarlas a la cabo y verlas finalizadas es muy gratificante», explica.
Para Francisco Javier era importante traer una alternativa de ocio a Gijón, «quería que en la ciudad hubiera algo diferente para hacer. Es verdad que en verano hay un montón de actividades, pero en invierno, los días de entre semana, a la ciudad le hacía falta moverse un poco más». Por ello, este espacio gastronómico situado frente a la playa de San Lorenzo tiene como objetivo principal «crear eventos a gusto del cliente, realizar actividades diferentes e innovar».
Los cursos de cocina continúan siendo uno de los grandes éxitos de Umami. Normalmente, se llevan a cabo los miércoles y jueves, a partir de las 20.00 horas, aunque los fines de semana también se realizan para grupos privados, con un mínimo de ocho participantes y un máximo de dieciséis. Bajo la dirección de Francisco Javier, los asistentes aprenden a elaborar platos de todo el mundo: cocina mexicana, griega, japonesa, peruana o italiana, aunque si hay un curso que destaca sobre los demás es el de arroces. También triunfan los de platos de cuchara o fideuá.
Existen dos tipos de cursos, explica Francisco, «uno de show cooking en el que soy yo quien cocino y ellos observan y otro en el que ellos también son partícipes de la elaboración». En este último, Francisco Javier es el encargado de guiar a los alumnos y enseñarles nuevas técnicas para preparar los platos que posteriormente degustarán; generalmente, dos platos salados y uno dulce. «No hace falta ser un experto para disfrutar de la cocina. A veces la gente piensa que hace falta tener muchos conocimientos para venir a los cursos, pero luego se dan cuenta de que no es así. La gente que viene acaba contenta y muchos de ellos repiten».
Estos cursos de cocina se han convertido además en una nueva herramienta para las empresas para hacer Team Building y estrechar lazos entre el personal. «El otro día hicieron un curso en el que yo no podía decir nada, ellos tenían que comunicarse entre sí para preparar la elaboración. Después redactan una lista con las cosas que habían ido bien y las que habían ido mal. Posteriormente, realizaban otros platos bajo la guía de un líder, en este caso yo. El objetivo era ver la diferencia entre una situación y la otra».
Entre los cursos que triunfan en Umami no solo se encuentran los de cocina, «los de coctelería también están teniendo mucho éxito, sobre todo entre la gente joven». Otras actividades que se desarrollan en el local son las catas de cócteles, de cervezas —con sumiller—, de queso, de jamón o de maridados. Además, «próximamente nos gustaría incluir las de café».
Las ganas de emprender y de elevar a Umami a un nuevo concepto gastronómico no cesan para Francisco y Andrea. Por ello, este negocio gijonés acoge además multitud de celebraciones y eventos diferentes, desde monólogos a talleres, pasando por charlas divulgativas, cenas de empresa, bodas, celebraciones privadas e, incluso, conciertos. «La idea es que esto sea un espacio donde poder desarrollar ideas».
Entre los planes de futuro de este negocio se encuentran poder impartir cursos de cocina oficiales, realizar competiciones gastronómicas, prestar servicios de cátering y continuar añadiendo nuevos conceptos y experiencias alrededor del proyecto Umami.