La ciudad será una de las diez poblaciones españolas que tendrá que afrontar mayores costes por inundaciones en el horizonte de 2050
25 ago 2021 . Actualizado a las 11:01 h.Si algo hemos aprendido en este año largo de convivencia con el coronavirus es que a mayor injerencia y explotación desmedida del medio natural por parte del hombre, mayores son las posibilidades de que la naturaleza se rebele. Varios informes determinan que, de no ponerse coto a los desmanes del desarrollo económico descontrolado, pandemias como la de la covid-19 se tornarán cada vez más frecuentes. Pero no solo las enfermedades padecidas por la humanidad a nivel global serán una amenaza cada vez mayor. También lo serán las consecuencias del cambio climático.
En este sentido, Gijón es una de las diez ciudades españolas que sufrirá un mayor impacto económico por daños debidos al aumento del nivel del mar en las próximas tres décadas. Esta es una de las conclusiones fundamentales del informe Impactos y riesgos derivados del cambio climático, publicado este mes por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Un documento que advierte de la posible «pérdida del valor recreativo de las playas de la región como consecuencia del retroceso inducido por el cambio climático» en el horizonte de 2050. El análisis determina que en los últimos escenarios de cambio climático elaborados para España por Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se proyectan «aumentos en la escala anual de las temperaturas máximas de entre 2°C y 6,4 °C, más acusados en verano, y con incrementos mayores en el interior y menores en el norte y noroeste peninsular».
Las precipitaciones también tenderán a reducirse en las últimas décadas del siglo. Todo ello, «podría ir acompañado por cambios en la velocidad del viento generalizados y el incremento de los fenómenos extremos». Según el análisis del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico «se espera un aumento generalizado en la intensidad y magnitud de las sequías meteorológicas e hidrológicas bajo escenarios de cambio climático, debido principalmente al aumento de la evapotranspiración y, secundariamente, a la reducción de las precipitaciones».
Amenaza para la costa
En lo que respecta a los riesgos de inundaciones, los datos recabados por el Ministerio parecen probar que en las próximas tres décadas el cambio climático representará «una amenaza importante para las costas en España». Entre los factores de cambio más importantes «se encuentran el ascenso del nivel del mar, los eventos extremos, como las mareas meteorológicas, los cambios en el oleaje y los cambios en la temperatura del agua, pero también diversos factores antropogénicos, como la ocupación de la costa».
Para 2050 se espera que aumenten las inundaciones costeras y la erosión, «que afectarán tanto a los sistemas naturales como humanos, así como los daños materiales, ecológicos y económicos asociados». En Europa, los costes de las inundaciones costeras y la erosión en 2050 podrían alcanzar entre 6.500 millones y 40.000 millones de euros anuales en el escenario intermedio de ascenso del nivel del mar (RCP4.5), y el más intensivo en emisiones (RCP8.5).
Proyecciones a 2040 estiman que la población expuesta a inundación permanente en la costa cantábrica «podría alcanzar un 2%-3% en Cantabria, Gipuzkoa o A Coruña. Si además se incorporan los eventos extremos, en Cantabria habría un 9% de la población expuesta, seguida de Bizkaia y A Coruña, con entorno a un 4% de la población». Económicamente, los daños por inundación permanente en el Cantábrico podrían alcanzar entre el 0,05% y el 0,6% del PIB de cada provincia.
Según el estudio, Bilbao es la localidad que se verá más afectada en este escenario con 38,8 millones de euros anuales en pérdidas estimadas por daños causados por el aumento del nivel del mar, consecuencia directa del cambio climático. Gijón sería la décima localidad en esta situación hipotética, con 10 millones de euros anuales de pérdidas de media.
Las infraestructuras serían las estructuras más afectadas por las inundaciones costeras, seguidas del suelo para actividades industriales. En Asturias «se ha estimado la pérdida del valor recreativo de las playas de la región como consecuencia del retroceso inducido por el cambio climático, todo ello en un marco de riesgos probabilístico». El valor recreativo «se estima a partir de la superficie de playa disponible, así como el número de horas potenciales de uso de las playas».