Casi 180.000 habitantes viven en las zonas más bajas de la costa asturiana, que sin protecciones se inundarían de manera temporal o permanente a lo largo del siglo si no se reducen las emisiones
04 mar 2021 . Actualizado a las 08:58 h.La frecuencia de las inundaciones costeras se multiplicará por más de 500 y el nivel del mar aumentará entre 60 centímetros y 1,10 metros hasta finales de siglo si no se reducen las emisiones de CO2 para evitar que las temperaturas medias mundiales superen los tres grados centígrados. Ese es el peor de los escenarios que dibuja el último informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) sobre los impactos del cambio climático en Europa, y eso ocurriría en la costa de Asturias, en la que casi 180.000 habitantes viven en tierras bajas costeras, que son las que se encuentran a entre uno y seis metros sobre el nivel medio del mar actual.
De ellos, unos 165.000 en Gijón, y todos, de forma temporal o permanente, se verían afectados por inundaciones costeras que pasarían, al igual que otros riesgos climáticos que ahora se consideran extremos, a ser la norma en la Península Ibérica. El informe de la EEA recuerda que todas las regiones costeras en Europa han experimentado un aumento en el nivel absoluto del mar y que la mayoría de las regiones también han registrado un aumento en el nivel del mar con relación a la tierra, que es una amenaza para los ecosistemas costeros, los recursos hídricos, los asentamientos, la infraestructura y las vidas humanas.
Por ello, el informe analiza el número anual de personas expuestas a las inundaciones costeras en Europa, que pasaría de 102.000 a entre 1,5 y 3,65 millones a finales de siglo con las actuales estructuras de defensa contra las inundaciones. En ausencia de estas protecciones, las zonas bajas costeras se inundarían de manera permanente en los próximos siglos si el nivel del mar aumenta en la cantidad proyectada, que es de hasta un metro más en un escenario de altas emisiones. No obstante, el informe recuerda que no se pueden descartar valores sustancialmente más altos y que, de hecho, ya son varios los estudios recientes que sugieren que el nivel medio del mar se incrementará entre 1,5 y 2,5 metros en este siglo.
La Agencia Europa de Medio Ambiente también indica que, en estas zonas bajas de la costa, las inundaciones temporales causadas por niveles extremadamente altos del mar podrían ocurrir mucho antes como resultado de los efectos combinados del aumento medio del nivel del mar, las olas y las marejadas ciclónicas. En Gijón, una de las ciudades españolas más amenazadas dada su baja altitud sobre el nivel del mar, algo más de 18.000 habitantes viven en terrenos situados a un metro sobre el nivel del mar, otros 117.000 a cinco metros sobre el nivel del mar y casi 15.000 a seis metros.
En el mapa de la población afectada por inundaciones costeras a seis metros por encima del nivel medio del mar actual también destaca Villaviciosa, en donde viven a menos de seis metros sobre el nivel del mar unas 14.400 personas, pero todas por encima de los cinco metros. En la zona de la costa asturiana que va de Salinas a Avilés, unas 4.500 personas residen en zonas por debajo de seis metros sobre el nivel del mar actual (205 a un metro, 2.500 a dos metros y 4.394 a cinco metros). En un escenario de bajas emisiones, que implicaría replicar los pasos acelerados del cambio climático en los compromisos de reducción de emisiones, el incremento medio del nivel del mar no pasaría de 0,4 metros.
En todo caso, en vista de que ni siquiera se ha cumplido el Acuerdo de París, el escenario más probable posiblemente requiera de las medidas que la Agencia Europa de Medio Ambiente dice que ya se están implantando en muchas regiones y países para proteger a la población de las inundaciones costeras. Pone como ejemplo un programa que se lleva a cabo en los Países Bajos, una de las zonas más afectadas junto con Venecia, que incluye la mejora de diques, presas y dunas y la reposición de playas hasta 2050.
En este sentido, en el escenario de altas emisiones, la frecuencia de las inundaciones costeras se multiplicará por un factor de entre 20 y 30 en los Países Bajos, pero en las costas cantábricas se multiplica por más de 1.000. En un escenario de bajas emisiones, y teniendo en cuenta que la emergencia climática ya es una realidad, la frecuencia de las inundaciones costeras se multiplicaría por 50 de media en la península ibérica, pero en la costa cantábrica por 300.
Entre las opciones de adaptación para las zonas urbanas afectadas por las inundaciones costeras, el informe también señala que edificios en áreas de riesgo tienen que incluir en su diseño esa posibilidad de inundación. O que, en algunos casos, será necesario retirar los asentamientos de la costa y reubicar a las personas mediante un plan que reduzca los impactos sociales negativos.
Aumentos de impactos climáticos
Asimismo, si la temperatura media global del planeta acabara siendo tres grados más elevada que la temperatura media global de la era preindustrial (antes de 1750) los países europeos verían también aumentados otros impactos climáticos como el riesgo de sequías, precipitaciones severas e incendios.
En este escenario de altas emisiones, Asturias también se vería afectada por el aumento de episodios de sequía sobre todo en el interior y en la zona central. En cuanto a las fuertes lluvias e inundaciones repentinas, en el periodo 2071-2100 que se analiza en comparación con el de 1971-2000, el aumento sería de hasta un 25%, teniendo lugar sobre todo en invierno.
El informe también incide en que el riesgo de incendios se incrementará más del 40% en la cornisa cantábrica, la zona más afectada de Europa por este aumento. En un escenario de bajas emisiones, el riesgo de incendios en Asturias también se incrementa en más del 20%. El informe recuerda que las medidas para adaptarse al incremento del riesgo de incendios son mejorar la prevención y una extinción eficaz.