Una gijonesa relata cómo le afectó la picadura de una avispa asiática que se encontró dentro de casa
20 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.No estaba por el campo ni por una de las zonas verdes de Gijón. A la gijonesa Ángeles López, que vive en El Cerillero, le picó una avispa asiática, o vespa velutina, dentro de casa. «Estuve siete días tomando seis pastillas diarias de antibiótico y otras dos de antihistamínico, y hasta que no acabé la semana no se me bajó la hinchazón», explica la gijonesa Ángeles López, que cuenta que había dejado la ventana de su habitación abierta por la tarde para ventilar y que, por la noche, cuando se disponla a doblar una ropa, sintió un fuerte pinchazo en el dorso de la mano.
«Era una avispa enorme, que salió de la camisa que estaba doblando. Son muy agresivas; la mano me picaba muchísimo», dice. Esa noche, que era un sábado, se tomó un paracetamol y un antihistamínico para el dolor. «Me sirvieron para dormir esa noche, pero al día siguiente al despertarme tenía la mano completamente deformada. Tan hinchada que no la podía mover. Como era domingo, tuve que ir a urgencias del hospital de Jove», cuenta.
Allí se enteró de que atienden «un montón de casos» similares. «Me miraron a ver si me había quedado algo dentro y me recetaron el tratamiento, que siempre es el mismo: siete días de antibióticos y antihistamínicos», explica. Ya en la farmacia, cuando mostró la foto de la avispa -que por supuesto acabó matando tras recibir la picadura-, le indicaron que efectivamente era una velutina. «El farmacéutico me dijo que hiciera caso y completara el tratamiento de siete días por muy fuerte que me pareciera. Además, me explicó que la primera vez que te pica una avispa asiática el tratamiento te hace efecto, pero si resulta que eres alérgica y no lo sabes, la segunda vez que te pica ahí sí que te puede provocar una reacción alérgica grave», cuenta.
En la propia farmacia en la que compró los medicamentos ya habían entrado al menos dos veces avispas velutinas, que efectivamente inyectan más cantidad de veneno cuando pican, ocasionando más dolor e hinchazón, aunque que haya o no reacción alérgica depende del sistema inmunológico de cada persona, no del tipo de avispa. Ante una picadura, se recomienda aplicar hielo en la zona y acudir a urgencias si aparecen síntomas más allá del dolor o picor local.
En los casos más graves, se puede producir una caída de la tensión arterial o que la respiración y la regulación sanguínea se vean afectadas. Este extremo se agrava cuando seis o más avispas atacan a una persona, con resultados en ocasiones fatales. En verano, con el calor, los insectos en general están más activos y es recomendable extremar las precauciones si se encuentra un nido de velutinas.
Pese a que buena parte de los casos de picaduras de esta avispa invasora se producen en el campo, también se están dando casos en las ciudades y, como le ha ocurrido a esta gijonesa, incluso dentro de casa. «Vivo cerca de una zona arbolada y quizá hubiera algún nido cerca. Estas avispas tienen un radio de acción bastante amplio», calcula.
En Gijón, desde el pasado junio hasta la fecha, la aplicación de control de esta especie invasora en Asturias, AvisAp, ya tiene registrados unos 200 avistamientos de nidos de avispa velutina, de los que más de un centenar se localizaron en viviendas y otras edificaciones, unos 60 en árboles y una treintena a ras del suelo.