¿Qué va a pasar con el multitudinario verano de Gijón?

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Aspecto de la playa asturiana de San Lorenzo de Gijón hoy a mediodía, que presentaba un lleno por los más de 25 grados de temperatura y los pocos días de sol en el principado.
Aspecto de la playa asturiana de San Lorenzo de Gijón hoy a mediodía, que presentaba un lleno por los más de 25 grados de temperatura y los pocos días de sol en el principado. Alberto Morante

El pistoletazo de salida de los eventos veraniegos es la noche de San Xuan, que este año no se va a celebrar

24 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Los veranos en Gijón siempre se han caracterizado por las multitudes. En la playa, en eventos como la Semana Negra, la Feria de Muestras o en los conciertos gratuitos de la Semana Grande por poner sólo cuatro ejemplos de un verano que presume de tener actividades de ocio y culturales a diario. Este año, sin embargo, va a ser completamente atípico debido a la pandemia de coronavirus. De mano, el pistoletazo de salida del verano gijonés que se daba en la noche de San Xuan, el próximo 21 de junio, no va a ser posible. No habrá hogueras por barrios y parroquias ni multitudes en torno a la que el Ayuntamiento de Gijón instala en la playa de Poniente.

Y, aunque el resto de citas del calendario veraniego de la ciudad dependen de cómo transcurra en los próximos meses la pandemia y de las decisiones que tomen al respecto las autoridades sanitarias y las administraciones, todas las grandes citas del calendario veraniego de la ciudad van a estar marcadas por el Covid-19. Algunas, como las fiestas de barrios y parroquias como ya ha ocurrido en el resto de España, ya no se van a celebrar y, para el resto, se barajan todos los escenarios posibles para tener un plan B.

E incluso un plan C como es el caso de la Semana Negra, que alcanza su trigésimo tercera edición el próximo 3 de julio y que tuvo más de medio millón de visitantes el año pasado. El director del certamen, Ángel de la Calle, explicaba ya hace días a través de las redes sociales que lógicamente dependen de las decisiones de las autoridades sanitarias y del Gobierno para poder llevar a cabo el formato tradicional que mezcla cultura y ocio. Si no puede ser, barajan dos alternativas: «En el plan B, el núcleo central de la Semana Negra, que es el centro literario, se celebrará porque hay condiciones para reunir gente. Y si el día 3 de julio no nos podemos juntar 50 o 100 personas, quizá no sea lo más preocupante que haya una Semana Negra, pero en todo caso iríamos al plan C bajo el lema de que es la Semana Negra y a la literatura no la mata un virus».

El verano de Gijón, tras la Semana Negra, está plagado de eventos, conciertos y actividades para todos los públicos y gustos organizadas por el Ayuntamiento de Gijón a través del área de Festejos de Divertia, con la Semana Grande como máximo exponente. Fuentes municipales indican que ya se está preparando un verano alternativo en previsión de las decisiones que se vayan a tomar para que la desescalada no implique nuevos brotes de coronavirus. Las medidas que se implantarán en ese verano alternativo aún no están cerradas, pero lo que está claro es que tendrán que cumplir con lo que dicten las autoridades sanitarias para garantizar la protección de la salud de ciudadanía.

Aún quedan tres largos meses para agosto, pero también otra de las citas ineludibles del verano de Gijón para muchos asturianos es la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma) que se celebra en el recinto ferial y que el año pasado cerró las puertas de su 63 edición con casi 725.000 visitantes, su mejor registro. El director del evento, Álvaro Alonso, explicaba esta semana en la Cope que efectivamente trabajan con todos los escenarios posibles, «acatando las indicaciones que las autoridades sanitarias trasladan a la ciudadanía y al tejido empresarial y poniendo como premisa el preservar la salud de los ciudadanos que vengan a la Feria». Porque la previsión es que se celebre y, por ello, se estudian posibles medidas para garantizar la salud de los visitantes como «un control más estricto del aforo en el acceso al recinto ferial y a los pabellones, e incluso un control de la temperatura corporal al acceder a la Feria».

Los expositores de ediciones anteriores siguen teniendo interés y «esperanza» en estar presentes en esta 64 edición de la Feria de Muestras, aunque debido a la paralización de buena parte de la actividad económica durante el actual estado de alarma habrá quien probablemente se quede por el camino. Sea como fuere, la Cámara de Comercio de Gijón, en donde se trabaja con la idea de que sí se va a celebrar, tiene una fecha límite para decidir si el hasta ahora multitudinario evento se suspende: finales de junio o principios de julio. 

Y el próximo 1 de mayo, en un escenario sin coronavirus, se abriría de manera oficial la temporada de baños en las playas de Gijón como siempre. El año pasado, en los cinco meses que dura la temporada, por los arenales de la ciudad pasaron 2,5 millones de bañistas. El estado de alarma que obliga al confinamiento domiciliario salvo en casos justificados como ir a trabajar o a hacer la compra va a continuar, tras su tercera prórroga, al menos hasta el 10 de mayo. Y, en todo caso, en esa desescalada que tarde o temprano tendrá que llegar sigue siendo una incógnita cómo se van a plantear las medidas higiénico sanitarias y de distanciamiento social en los arenales de España. Desde luego, en la de San Lorenzo, sobre todo cuando sube la marea, el distanciamiento social es bastante complicado...