Casi siete meses de espera para ir al otorrino

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Ambulatorio de Pumarín
Ambulatorio de Pumarín Google Maps

Es la espera que tendrá que asumir un usuario del área sanitaria de Gijón que pidió cita a finales de septiembre

06 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi siete meses es lo que tendrá que esperar un usuario del área sanitaria V para poder ir al otorrino. Sufre de sinusitis crónica y la última semana de septiembre acudía al médico de cabecera, que le derivaba al especialista de otorrinolaringología para un mejor tratamiento. Y la cita será a las 9 de la mañana del próximo 16 de abril de 2020. Es decir, que entre que registra la petición de cita en el sistema hasta la fecha de la cita, habrán pasado al menos 200 días.

La cita programada en septiembre para el 16 de abril de 2020
La cita programada en septiembre para el 16 de abril de 2020

«Es increíble, pero debe ser que no tienen médicos», indica el usuario, que posiblemente acabe recurriendo a un especialista privado al ser un tiempo de espera inasumible. Recuerda que hasta ahora solían ser tres meses de espera y que, incluso en ocasiones, se adelantaban las citas.

Los tiempos de espera sanitarios, quirúrgicos, de consulta de especialidades y de pruebas diagnósticas, son uno de los caballos de batalla de la sanidad pública y, en el caso del área V, con el hospital de Cabueñes como centro sanitario de referencia, es un buen ejemplo de ello.

Las últimas estadísticas que se publican en la web del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) dicen que la demora media estructural de las consultas externas derivadas fue de 74 días en agosto y que se atendieron 25.293 consultas de especialidades. Un mes antes la espera media era de 66 días, con 32.945 consultas realidades y, en agosto del año pasado, 52,5 días de demora media, con 28.846 consultas llevadas a cabo.

De las 24 especialidades del hospital de Cabueñes, elevan la media de los tiempos de espera anestesia y reanimación, con 166 días de demora media que un año antes era de 106 días, y dermatología, que pasó de 20 días en agosto de 2018 a 95 del de este año. También están por encima de la media de 74 días de demora general, traumatología (de 70 a 88 días de demora en un año), urología (que pasó de 52 a 77 días) y endrocrinología (de 49 a 76). Las consultas más numerosas fueron las de psiquiatría, traumatología y oftalmología.

En el caso de la demora media para pruebas diagnósticas de agosto, un mes complicado en todo caso por las vacaciones de verano, el comportamiento fue algo más desigual, con aumentos y descensos. Así, la demora media es de 58 días en el caso de las ecografías, con casi 3.000 pruebas entonces en espera. Un año antes la demora media un día mayor y, un mes antes, diez días menor.

La prueba en la que más han bajado los tiempos de espera con respecto a agosto de 2018 es la colonoscopia, que pasa de 79 días a 42 de espera. La demora media para la mamografía y de la resonancia magnética también se incrementan al pasar de 29 a 37 días en el primer caso y, en el segundo, de 40 a 59 días de espera media.

En el caso de las listas de espera quirúrgicas, el tiempo medio de espera estructural en las 15 especialidades de Cabueñes era de 84 días mientras que en los pacientes que habían sido intervenidos ese mismo mes fue de 105 días. El máximo de espera estructural de un paciente estaba en 322 días de cirugía general y digestiva. Esos mismos tiempos un mes antes habían sido de 77 días de espera media estructural para todas las especiales, 279 el máximo de demora registrado hasta entonces y 104 días de espera para los pacientes intervenidos en julio.