Comienzan las «no fiestas» de Cimavilla

GIJÓN

Fiestas de Cimavilla.La dragona Ramona, mascota de las fiestas en los últimos años
La dragona Ramona, mascota de las fiestas en los últimos años Fiestas de Cimavilla

La asociación de festejos recuerda que este año no se celebran por las «excesivas trabas y escasas ayudas» del ayuntamiento y pide al vecindario que se sume a la protesta con trapos negros en sus ventanas

07 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las fiestas de Cimavilla hubieran comenzando ayer y se hubieran prolongado hasta el día 17 de no haberse suspendido este año como protesta por las «excesivas trabas y escasas ayudas» que reciben los festejos de barrios y parroquias en Gijón. Así lo recuerdan, a través de un comunicado que se ha colocado en los portales del barrio, desde la Asociación de Festejos de Cimavilla, que vuelve a explicar que su decisión de no celebrar las fiestas que se recuperaban hace cuatro años se debe a esa falta de apoyo «injusta e insostenible» por parte del Ayuntamiento de Gijón, «tanto con presentes como con pasados gobiernos», a los festejos que «tanto sudor, tiempo y dinero suponen a aquellos que nos resistimos a que las fiestas de los barrios, las de siempre, desaparezcan en el olvido».

A través de esta circular, aprovechan también para pedir disculpas a vecinos, comerciantes y profesionales que «cada año tomáis parte de nuestras fiestas» y conminan a los residentes a que durante estas «no fiestas» acompañen su protesta colocando en sus ventanas y balcones «cualquier tela, camiseta o calzoncillos» de color negro «que contraste con los colores que han lucido durante las fiestas de estos últimos cuatro años».

Además, para explicar el motivo de su decisión, mencionan «las abrumadoras diferencias» que existen entre las ayudas aportadas por el Ayuntamiento de Gijón a las fiestas de Cimavilla, «que para vuestra información sirven para comprar más o menos 1.000 barras de pan de cuarto y alguna menos de medio», y las que se destinan a eventos realizados por empresas privadas, «las cuales de manera totalmente admirable y lícita buscan como fin último su beneficio privado». Unas ayudas que, pese a que se consideran «absolutamente necesarias y de las cuales en ningún caso estamos en contra», son mucho más elevadas pese a que «disponen de otros medios para la financiación. Por ejemplo, te cobran entrada».

Desde la Asociación de Festejos también se recuerda que, después de reclamar soluciones al ayuntamiento para los problemas a los que han tenido que hacer frente estos años en los que se recuperaron con gran éxito y afluencia las fiestas del barrio alto de Gijón, «y habiéndose dado un tiempo más que suficiente para nos dieran alguna solución», no les quedó más remedio que suspenderlas aprovechando «nuestra situación actual de unas fiestas saneadas, autofinanciadas, que no generan prácticamente gasto ni beneficio (ya que no trabajamos para que lo haya) y que sin duda alguna tienen un nivel muy por encima de lo esperado para unas sencillas fiestas de barrio».

Sin embargo, como al esfuerzo que supone organizarlas se suman «innumerables trabas y altísimos riesgos», se tomó la decisión de suspender las de este año «con el fin de que encuentren alguna solución a los problemas que las fiestas de barrio experimentan en la actualidad».