«Por qué no hay ningún estudio que compare la esperanza de vida entre los barrios y zonas más contaminados y los menos», se preguntan los organizadores de la protesta, que será el 21 de febrero
02 feb 2019 . Actualizado a las 11:54 h.«Por un futuro para Asturias: empleo, menos contaminación y electricidad asequible». Este será el lema de la manifestación que se celebrará el próximo 21 de febrero, con salida a las 19 horas de la iglesia de Fátima, en La Calzada, a iniciativa del colectivo La Rede, formado en su mayoría por jóvenes que residen en la zona oeste de Gijón y que ya protagonizaron una simbólica acción en la calle el último día del año pasado con mascarillas y mensajes explicativos.
Tras la reciente asamblea que celebraban para recabar apoyos para esta convocatoria, finalmente se aprovechará para integrar varias problemáticas. «En Asturias falta empleo y sobra contaminación. Ya no podemos seguir viendo cómo la juventud se tiene que marchar de esta tierra porque no tiene oportunidades y cómo, la que se queda, tiene que vivir en la precariedad», sostienen, añadiendo además el hecho de que, como residentes de la zona oeste, ven, «como día a día, se van incumpliendo los límites de contaminación por parte de las empresas de nuestro entorno».
En este sentido, indican que a los problemas de contaminación «que se agravan con la falta de lluvia», se suma la falta de alternativas al cierre de las térmicas y el fin de la quema de carbón. «Mientras las cuencas mineras se convierten en un yermo, en Asturias se sigue quemando carbón que viene de zonas donde no se cumplen unas garantías mínimas laborales y medioambientales, ni los derechos humanos, como Colombia, donde además sus sindicalistas sufren una gran represión», dicen, considerando que la «necesaria» transición energética ya debería haberse hecho y que, en ese sentido, «la planificación del fin de la minería no fue acompañada de una estrategia que ofreciera un futuro generando empleos y un tejido productivo alternativo estable».
Y, por otro lado, insistirán en que se reduzcan y controlen las emisiones contaminantes de manera que se cumplan los límites exigidos por la Unión Europea. «Vemos cómo la vida de las personas que vivimos pegadas a la industria, gente de clase obrera, se ve deteriorada por la elevada contaminación: mayor índice de cáncer de pulmón, tasa elevada de alergia infantil, enfermedades cutáneas y asma, todo ello sin respuesta de las instituciones».
Charla de Adonina Tardón sobre los efectos de la contaminación en los más pequeños
O cómo, añaden, «los máximos picos de contaminación estuvieron ligados a aumentos de los ingresos en los hospitales y, sin embargo, se acusó a la gripe de este hecho cuando por aquel entonces se estaba lejos del pico epidémico. Cabría preguntarse por qué no hay ningún estudio de nuestro servicio de salud que analice cómo afecta la contaminación a la salud y longevidad de las personas que vivimos afectadas por ella, ni estudios que comparen la esperanza de vida entre los barrios y zonas más contaminados y los menos».
Quien sí ha hecho diversos estudios sobre los efectos de la contaminación en las personas es la catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública Adonina Tardón, que dará precisamente una nueva charla el 15 de febrero en el Ateneo de La Calzada (19 horas) sobre cómo afecta la mala calidad del aire en los más pequeños.
Desde el colectivo La Rede también consideran que «ya es hora» que se exija a la industria que apliquen las medidas necesarias para reducir las emisiones, dentro de una reindustrialización de Asturias en la que las renovables y una industria enfocada al desarrollo sostenible tengan un peso importante. «Y que en esa reindustrialización tenga un papel importante también el sector público, pues el privado ha sido incapaz de lograrlo en este periodo. También vemos necesario una protección de nuestra industria, la única capaz de generar empleo que frene el exilio de la juventud asturiana, frente a los productos que vienen de países sin garantías laborales y medioambientales».
Sobre la factura de la luz, consideran que «la gente no se puede permitir esos precios» que, además, «ponen en peligro la viabilidad de la industria asturiana». Demandan, en este sentido, que la Administración intervenga en el precio de la luz y se plantee incluso la renacionalización del sector, recordando al respecto que Endesa fue una empresa pública.