El sabor de la auténtica comida de las abuelas italianas se puede probar en Verín
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Una emigrante ourensana conoció en Suiza a su marido, del sur de Italia, y cuando regresaron a Galicia pusieron en marcha la pizzería Napoli
07 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No son una agencia de viajes, pero ayudan a los verinenses a sentir que ponen rumbo a Calabria todos los días de siete a doce de la noche. Una tarde del 2016 María del Carmen Diéguez pasaba por una calle de la capital del Támega con su marido, que es originario de Nápoles. Se encontraron a una mujer limpiando un local cerrado. Los letreros de ‘Di Pietro' en las ventanas y unas mesas apuntaban a que había sido un local de cocina italiana. Se animaron a preguntar y, tras muchas conversaciones, decisiones y algunas firmas, subía la persiana el restaurante Pizzería Spaghetteria Napoli.
Ellos se conocieron en Suiza. Ambos eran emigrantes provenientes de regiones de la Europa menos pudiente, como lo eran Galicia y el sur de Italia hace algunas décadas. Tras algunos años viviendo en los alrededores de Zúrich, decidieron que harían su vida en Verín, una vuelta a las raíces de ella. Hace veintidós años María del Carmen comenzó a trabajar de cocinera en un colegio. Ahora llevan ocho gestionando, junto a su hijo, un restaurante de gastronomía italiana cuyo menú emana directamente del sabor auténtico de las nonnas, que es como llaman los italianos a sus abuelas. Estas se parecen mucho a las gallegas por su carácter identitario, por la figura fundamental que son para la familia y la sociedad y por la calidad de sus creaciones culinarias. O eso dicen.
«Nosotros intentamos hacer comida casera, con productos frescos y naturales como el pesto y el tomate natural, yo primo mucho eso», afirma María del Carmen, que se declara profundamente influenciada por la comida de su suegra, de la Campania. Además, quieren que los ingredientes sean los originales del país de la bota. «El producto es básicamente italiano, el proveedor lo trae desde allí y es delicioso. Trabajamos con guanciale, parmiggiano reggiano, la mozzarella auténtica…», explica.
En la carta destaca el tris, un enorme plato de pasta dividido en tres partes: macarrones boloñesa, espaguetis al pesto y espirales a la carbonara. Este preparado tricolor y la pasta gratinada, una mezcla con setas y distintos quesos que se cocina al horno en un plato de barro, son los más populares entre los comensales. Los piden una y otra vez y, aunque estén deliciosos, no se los logran acabar por el tamaño de las raciones: «Casi todo el mundo se pide para llevar en táper». Y es que la abundancia es otra de las características de este local: los platos llegan a las mesas a rebosar. «Yo no quiero que la gente se vaya de mi local con hambre», dice Diéguez entre risas.
La mejor prueba de que todo en la pizzería Napoli está delicioso es que funciona fenomenal a pesar de su ubicación, casi en las afueras de la localidad. Buena comida, grandes cantidades y precios asequibles son la combinación perfecta para compensar la distancia. Está siempre lleno, y eso que «aquí tienes que venir a propósito,no estamos en el centro, aunque la terraza ayuda mucho», subraya María del Carmen. Lo importante para ella es que esta empresa familiar que da empleo a seis personas va fenomenal: «Estoy muy contenta de que funcione tan bien».