César García es un ovetense que trabaja en el restaurante de Nacho Manzano, Ibérica Londres
05 mar 2019 . Actualizado a las 16:38 h.Cesar García Rodríguez es un ovetense que después de terminar sus estudios de hostelería emigró a Londres en 2008 para ejercer su profesión. Casi once años después de su partida trabaja como jefe de cocina en Ibérica Londres, el restaurante del también asturiano Nacho Manzano, que acumula tres Estrellas Michelín en sus dos restaurantes en el Principado.
García estudió en el Centro Superior de Hostelería de Galicia. Al terminar sus estudios decidió emigrar en 2008 a Inglaterra, y aunque los principales motivos de su marcha fueron los de aprender otro idioma y vivir nuevas experiencias, hoy en día es el jefe de cocina del grupo de restaurantes Ibérica en Reino Unido. Este asturiano nacido en Oviedo en el 84 explica que su llegada y aclimatación en la ciudad fueron fáciles, «tenía un amigo allí viviendo desde hace unos años y me traslade a su casa, lo que me facilitó mucho mi comienzo en un nuevo país», explica.
A pesar de que, como todo emigrante, echa mucho de menos a su familia y amigos, «también los buenos momentos que pasas disfrutando de la naturaleza o en una sidrería con los tuyos», siempre lleva consigo un trozo de la tierrina, que proyecta en sus platos. «La suerte que tuve, además de por la gran experiencia laboral, es que siendo un grupo de restaurantes capitaneado por Nacho Manzano, siempre hubo bastantes asturianos. En ese sentido estábamos muy arropados, siempre había tiempo para hablar de Asturias, echar unas risas con alguna expresión asturiana, hablar de fútbol, lo típico», cuenta el chef. Aunque no todos los recuerdos son de color de rosa, desde Londres perciben el deterioro asturiano. «Cuando lees que somos la región de España con el ratio de menos jóvenes comparado con la población total y que muchos de ellos siguen emigrando, nos da bastante tristeza y preocupación. Creemos que se debería luchar más para revertir esta tendencia», dice César apenado.
El ovetense, intenta volver a casa por Navidad, y traerse consigo a algún amigo que aún no haya venido a España, para enseñarle su tierra. Pero, a día de hoy no ve posible volver a corto o medio plazo, «estoy contento aquí, no me falta trabajo y además vivo de mi pasión», explica y añade que además su pareja también es extranjera y le costaría aclimatarse a Asturias. Así que, por el momento seguirá trabajando en sus menús con sabor a su niñez, dotándolos de amor y pasión, la misma que tiene por su oficio.