Alberto Suárez y Verónica Rodríguez, los paralímpicos asturianos que buscarán la gloria en París
DEPORTES
El atleta y la remera llegan a la cita con la ilusión por las nubes tras varios años de dura preparación
25 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Aún con la resaca de los Juegos Olímpicos de París, cuyo cierre se produjo el pasado 11 de agosto, el deporte en la capital francesa no descasan. Ahora llega el turno de los deportistas paralímpicos y dos asturianos se preparan para luchar por las medallas. El atleta Alberto Suárez Laso y la remera Verónica Rodríguez Pulido han sido seleccionados para formar parte del equipo paralímpico español, y ambos llegan a la cita con la ilusión por las nubes tras varios años de dura preparación.
Alberto Suárez Laso, oriundo de Riosa, es una leyenda viva del atletismo paralímpico. Especialista en maratón, la carrera de Suárez Laso está marcada por los éxitos y desafíos. A los 27 años, se le diagnosticó una degeneración macular con distrofia de conos que le provocó una pérdida de visión irreversible. Fue entonces cuando el deporte cambió por completo su vida, para convertirse en su principal fuente de energía y motivación.
En Londres 2012, Suárez Laso alcanzó la gloria al ganar la medalla de oro en maratón y romper el récord mundial de su categoría (T12). Esta hazaña marcó un antes y un después en su carrera, consolidándolo como uno de los grandes referentes del deporte paralímpico español. A este metal dorado se sumó la plata obtenida en los Juegos de Río 2016, en una carrera memorable y reñida ante el marroquí El Amin Chentouf.
Ahora, con 43 años, Suárez Laso llega a París con la ambición de volver a subir al podio. Su preparación ha sido intensa y su enfoque, implacable. «La idea cuando preparamos algo con esta intensidad es siempre luchar por estar peleando por las medallas», comentaba el atleta en una entrevista concedida recientemente a La Voz de Asturias.
Por su parte, Verónica Rodríguez Pulido es la otra gran figura asturiana para París 2024. La remera, que compite en la categoría cuatro con timonel mixto (PR3Mix4+), ha destacado en el panorama internacional gracias a su combatividad sobre el agua.
Rodríguez nació con una parálisis cerebral que afecta a la parte derecha de su cuerpo, provocando que sus extremidades estuvieran menos desarrolladas y que se viera sometida a varias operaciones.
En 2017, tras el fallecimiento de su madre, la corverana se refugió en el remo como forma de afrontar el duelo y canalizar su energía. Desde entonces, ha trabajado incansablemente para perfeccionar su técnica y resistencia. Su dedicación la llevó a formar parte del equipo nacional en los Juegos Paralímpicos de Tokio y ahora buscará alzarse con una medalla en París, cita a la que llegan con mayor rodaje y experiencia como grupo.
Ambos deportistas se han convertido en embajadores perfectos de valores como el esfuerzo, la resiliencia y la superación, inspirando a jóvenes y adultos por igual. En los Juegos Paralímpicos de París 2024, el atleta y la remera contarán con el apoyo incondicional de su tierra natal, donde se confía en que regresen con un metal dorado en la maleta.