La Guardia Civil sostiene que Andreu Subies, vicepresidente de la federación, recibió 2,2 millones por apoyar al expresidente de la federación en varias elecciones
31 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La trama corrupta que durante años tejió Villar en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) salpica a equipo de Luis Rubiales. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvo en Barcelona Andreu Subies, la mano derecha del presidente de la federación, quien además es el actual vicepresidente económico de la RFEF y uno de los máximos apoyos que recibió el propio Rubiales para hacerse con el puesto que abandonó Villar tras su detención en julio del 2017.
Las acusaciones contra Subies, expresidente de la federación catalana, figuran en una pieza separada en la Audiencia Nacional de la operación Soule, el macrooperativo dirigido por el juez Santiago Pedraz y en el que fue imputado, entre otros, Villar, acusado de haber saqueado cerca de 45 millones de euros de la federación. Según los informes de la UCO, Subies -que presentó el 31 de agosto su dimisión como máximo responsable de la catalana para incorporarse a la RFEF- habría sido una pieza principal de la red clientelar que puso en marcha Villar para garantizarse su reelección como presidente seis veces entre 1989 y 2017.
El ahora detenido, relatan los atestados, se habría dejado sobornar por Villar con cerca de 2,2 millones de euros que salieron de la federación y terminaron en los bolsillos de Andreu Subies y su familia a través de trabajos ficticios. La investigación sobre este desvío de dinero comenzó en el verano del 2017, cuando poco después de la detención de Villar, un escrito anónimo llegó a la Fiscalía Anticorrupción. En ese texto se desvelaban los supuestos sobrecostes en el 2014 en las obras de reforma de la sede de la federación catalana en Barcelona. Parte de la remodelación había sido encargada por Subies por 518.702 euros a la empresa Tastavins, dirigida por José Contreras Arjona (también detenido ayer), amigo íntimo de Villar y exdirectivo de la catalana. Sin embargo, la mercantil de Contreras, sin trabajadores ni aparente actividad, había subcontratado la reforma a otra empresa por algo menos de 240.000 euros. Al parecer, la UCO ha logrado determinar que la diferencia entre ambas cantidades acabó en los bolsillos de Subies. Ese dinero fue destinado a otras obras en un restaurante en Cambrils, administrado por la esposa de Subies, y en la reforma de su domicilio familiar en esta misma población. Tirando de ese hilo, la Guardia Civil descubrió que el agujero en las arcas de la federación por la reforma de la sede barcelonesa (que pagó en un 90 %) podrían alcanzar los 2,2 millones de euros, siempre a través de contratos ficticios o inflados a Tastavins.
Los investigadores creen que esta forma de actuar para desviar cantidades millonarias de la federación también se extendió a las reformas de otros inmuebles de la catalana en Tarragona, Sabadell o Vilafranca del Penedès. Varias de estas sedes, además de la sede central, fueron registradas este martes en busca de contratos, pues los funcionarios están convencidos de que hubo sobrecostes en todas esas obras.
La implicación de la empresa Tastavins ha hecho a la UCO revisar también otras adjudicaciones a esta mercantil por parte de organismos de la federación, como el de la Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas.
La Fiscalía Anticorrupción imputa a los dos detenidos de ayer los delitos de apropiación, administración desleal y corrupción entre particulares.
Luis Rubiales apeló ayer a la presunción de inocencia de uno de sus más cercanos colaboradores.