Luz Casal: «No estoy aquí para escaquearme, sino para dar un trabajo exigente»

El viernes 6 y el sábado 7 de octubre, el Teatro Afundación de Vigo acogerá sendos conciertos de Luz Casal (Boimorto, 1958) en los que presentará su nuevo disco Las ventanas del alma, el decimosexto trabajo discográfico de su prolongada carrera musical. Las actuaciones están organizadas por Cávea Producciones, con el patrocinio de la Xunta y del Xacobeo. La música gallega está recién llegada de Hungría donde protagonizó un concierto el pasado fin de semana.

—Qué importante es la música, que puede salvar las barreras de un idioma tan alejado de nosotros como es el húngaro.

—Sí, incluso es complicado aprender dos saludos tan básicos como hola y gracias. Pero, eso también depende de la predisposición del público, de lo que tú le ofrezcas. En mi caso, el guiño partió de algunas canciones de las películas de Almodóvar, que fueron en toda Europa un gran éxito. Tan pronto empiezan a sonar, la gente reacciona. Creo que utilizar un idioma determinado no debe ser un lastre para la música. La expresión del que canta, los diferentes matices de la música o la explosión rítmica pueden con todo.

—Tiene un disco nuevo, «Las ventanas del alma», que está separado del anterior por cinco años. ¿Se puede interpretar que este trabajo refleja su diario de estos últimos años?

—Sin ninguna duda, pero es así desde que empecé. Y así se explica la versatilidad de cada uno de mis álbumes, de por qué había una balada y después un rock and roll. Y eso me costó mucho explicarlo. Yo me acuerdo haber usado una batería electrónica cuando era casi como un atentado. Lo que vivo, en el período que va desde el anterior hasta que hago el nuevo disco, es el reflejo de ese tiempo. Ahí están las experiencias, las sensaciones o la sorpresa de un determinado ritmo de unos determinados instrumentos que me sirven para hacer un paisaje sonoro distinto. Tengo que expresar diferentes cosas porque no soy monotemática, y tampoco lo soy como oyente. Así que un disco es el reflejo de mi vida, de ese período que va desde el disco anterior al actual.

—¿Está entonces la principal dificultad de un disco en proporcionar la música adecuada a cada una de las letras?

—No, para mí no es esa la mayor dificultad. Para mí, la dificultad está en encontrar a las personas adecuadas que plasmen esa necesidad interpretativa que tú tienes, de composición o de gusto simplemente. Ahí está lo más complicado. No es lo mismo abordar un trabajo sabiendo que tienes estas pautas, que son cinco, que si son cincuenta. Requiere otro tipo de trabajo y de esfuerzo añadido. Si yo hiciera siempre un mismo tipo de canción, todos sabríamos exactamente qué tendríamos que hacer, pero si resulta que hay cuatro caminos diferentes y, por ejemplo, la batería tiene que tener otro carácter, que las guitarras, pongamos eléctricas, deben pasar de ese sonido tan limpio que teníamos en la anterior canción a convertirse en algo áspero o que incluso te moleste, son trabajos más complejos. Yo no estoy aquí para escaquearme de trabajar, sino para satisfacer aquellas ideas que me estimulan en la música y llevar a la gente un trabajo lo más amplio, pulido y exigente de que soy capaz de hacer, junto con toda la gente que me ayuda.

«Yo no ejerzo la autocensura, no es mi caso»

Luz Casal lleva más de cuarenta años en la escena musical de España, lo que le confiere cierta autoridad de opinión.

—Hay creadores que reconocen que se autocensuran. ¿Le afecta la corrección política?

—No, yo no ejerzo la autocensura. No es mi caso.

—¿Tiene presente al oyente cuando escribe una canción?

—En una canción tienes que meter todas las emociones y significaciones que representa, y el oyente puede extraer incluso conclusiones peregrinas, pero está el mensaje. Lo que no tiene sentido es que haga una canción y la enseñe para que nadie la entienda. Tú haces canciones para comunicarte con los demás sobre algo que puede ser tan personal que resulte casi impúdico. Yo creo que por encima de todo está tu necesidad de expresar lo que sea, pero tienes que llegar a alguien porque si no ¿para qué lo haces?

—En este disco mi canción favorita es «El lugar perfecto». Hábleme de ella.

—Expresa lo que significa para mí estar en armonía. Llevo una temporada diciendo que todo este desparrame de querer más, más y más es una carrera que puede producir mucho desasosiego. Contemplar durante un determinado tiempo un mar tranquilo, bello y cambiante constantemente me produce la sensación de saber que estoy en el lugar perfecto, así que pienso por qué voy a echar de menos la montaña suiza si estoy aquí bien. Se puede estar bien en cualquier sitio».

—¿Se acuerda la primera vez que actuó en Vigo?

—Me acuerdo de casi todas las actuaciones que he hecho en Vigo. La primera fue con Leño y Miguel Ríos en el Rock de una noche de verano y del resto también me acuerdo.

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